Líderes indígenas en Canadá informaron este jueves del hallazgo de 751 tumbas sin nombre en una antigua escuela-residencia.
"Esto es un crimen contra la humanidad", dijo Bobby Cameron, jefe de la Federación de Primeras Naciones Indígenas Soberanas en Saskatchewan.
"No nos detendremos hasta que encontremos todos los cuerpos", aseguró en referencia a otras tareas de búsqueda similares otras escuelas del país.
Los restos de otros 215 niños, algunos de tan solo 3 años, fueron hallados en junio en los terrenos que ocupó la escuela-residencia indígena más grande de Canadá, cerca de Kamloops, Columbia Británica.
El hallazgo anunciado este jueves se produjo en la escuela-residencia indígena Marieval, que operó desde 1899 hasta 1997 en los terrenos de la Primera Nación Cowessess, a unas 85 millas al este de Regina, la capital de Saskatchewan.
El jefe Cadmusn Delmore, de los Cowessess, dijo que las tumbas estaban marcadas antes, pero que la Iglesia Católica Romana que operaba la escuela había quitado los marcadores.
“El papa necesita disculparse por lo sucedido”, dijo, "una disculpa es el primer paso del camino de un viaje de sanación".

Tras el descubrimiento de junio, el papa Francisco expresó su dolor y presionó a las autoridades religiosas y políticas para que arrojaran luz sobre "este triste asunto". Pero no ofreció las disculpas solicitadas por las Primeras Naciones y por el primer ministro canadiense.
Desde el siglo XIX hasta la década de 1970, más de 150,000 niños indígenas se vieron obligados a asistir a escuelas financiadas por el estado, la mayoría de ellas dirigidas por congregaciones misioneras católicas, en una campaña para asimilarlos a la sociedad canadiense.
El Gobierno canadiense ha admitido que se cometieron abusos físicos y sexuales contra los niños en las escuelas.