Por Char Adams - NBC News
Los líderes intentan responsabilizar a los calefactores eléctricos y a las viviendas superpobladas por los incendios mortales sucedidos en el Bronx, Nueva York y Philadelphia, pero los expertos también dicen que las verdaderas razones de esas tragedias son las malas condiciones residenciales y el racismo expresado en las decisiones de infraestructura y planificación urbana del país.
Con solo días de diferencia, el incendio desatado en un edificio del Bronx ocasionó la muerte de al menos 17 personas, incluidos varios inmigrantes de Gambia, y en otro incidente sucedido en una casa de Philadelphia murieron una docena de residentes.
Pero, según diversas investigaciones, la naturaleza fatal de estos incendios sigue un patrón histórico signado por la formulación de políticas negligentes y decisiones de infraestructura que pueden resultar en los decesos de personas negras a un ritmo desproporcionado.
"Estamos analizando cómo se utilizan las políticas de uso del suelo y zonificación. Debido a la segregación de viviendas, esas políticas se han utilizado contra las comunidades de color", dijo Juanita Lewis, organizadora de Community Voices Heard, un grupo de justicia social en Nueva York.
"Todavía se opera en el contexto de la segregación de viviendas y tenemos que demostrar quién merece ser protegido y vivir en una vivienda digna. El fuego se inició por un calefactor porque no había calefacción adecuada. La situación en el Bronx es extremadamente triste, desafortunada y desalentadora, pero no es algo raro", agregó Lewis.
"El racismo influye en casi todas las muertes por accidentes en Estados Unidos, y eso ha sucedido durante mucho, mucho tiempo"
Jessie Singer, periodista
El legado de las primeras leyes de zonificación que promovieron la segregación continúa en la actualidad y se expresa en la inestabilidad de los planes de viviendas que hacen que las personas negras tengan que alquilar sitios plagados de problemas de mantenimiento que los ponen en riesgo de sufrir todo tipo de peligros: desde muertes por incendios hasta envenenamiento por plomo. Las personas negras tienen más probabilidades de morir en accidentes como incendios, que los residentes de otras razas.
Aunque las personas negras representan alrededor del 13% de la población de Estados Unidos, representan el 25% de las personas que mueren en incendios residenciales en todo el país, según el Departamento de Salud del Estado de Nueva York.
"El racismo influye en casi todas las muertes por accidentes en Estados Unidos, y eso ha sucedido durante mucho, mucho tiempo", dijo Jessie Singer, periodista y autora del libro There Are No Accidents.
"Investigué desde el año 1900, y las personas negras mueren por accidentes en tasas más altas que las personas blancas, en el total de todos los incidentes. Se supone que los accidentes son eventos impredecibles e inevitables. Si eso fuera cierto, las muertes accidentales se distribuirían al azar en Estados Unidos pero eso no es lo que sucede".
Nueve adultos y ocho niños murieron en el incendio que estalló en el Bronx, el domingo por la mañana, en un edificio de 19 pisos ubicado en East 181 Street. Las autoridades llegaron a la edificación alrededor de las 11 am, según NBC New York.
El alcalde Eric Adams y el comisionado del Departamento de Bomberos de la ciudad de Nueva York, Dan Nigro, confirmaron que un calefactor provocó el incendio y el humo se pudo propagar rápidamente a través del edificio ya que las puertas de seguridad fallaron.
El edificio, construido en 1972, no tenía escaleras de incendios ni sistemas de rociadores porque los reglamentos que exigen esas medidas no se aplican a los edificios más antiguos de la ciudad. Los registros en línea del Departamento de Preservación y Desarrollo de Vivienda muestran varias quejas de los residentes, incluida la falta de calefacción en algunos apartamentos.
El edificio residencial es propiedad de Bronx Park Phase III Preservation LLC, y los registros muestran que el encargado de la edificación es Rick Gropper, quien fue designado para trabajar en el equipo de transición de Adams antes de que asumiera el cargo, según reportó el diario The New York Times. El propietario del edificio no ha respondido a una solicitud de comentarios de NBC News, cadena hermana de Noticias Telemundo.
Para los inmigrantes negros, especialmente aquellos con bajos ingresos y poca educación formal, puede ser difícil abogar por condiciones residenciales seguras, dijo Theodore Hamm, académico especializado en planificación urbana en St. Joseph’s College, en Brooklyn, Nueva York.
"Hay muchos impedimentos estructurales para resolver los problemas", dijo Hamm. "Si eres inquilino en uno de estos edificios y ves que hay necesidades de mantenimiento, ¿qué haces? Puedes llamar a la empresa de administración y quejarte, pero si no hacen nada, ¿cuál es el siguiente paso? Podrías llamar a las autoridades de la ciudad, pero ¿eso mejorará las condiciones? En esa posición, no tienes mucho poder".
Doce personas, incluidos ocho niños, murieron en el incendio de Philadelphia sucedido el 5 de enero. Las autoridades dijeron que había al menos cuatro detectores de humo instalados en la casa, pero ninguno estaba funcionando cuando estalló el incendio en la vivienda de tres pisos ubicada en el vecindario de Fairmount.
A las 6:40 am, el comisionado de bomberos de Philadelphia, Adam K. Thiel, dijo que un árbol de Navidad se había quemado.
Aunque 26 personas vivían en los dos apartamentos del edificio, el contrato de arrendamiento era para 20 residentes, según NBC Philadelphia. Ocho personas vivían en una unidad que ocupaba el primer y segundo piso, mientras que 18 residían en otro espacio que ocupaba el segundo y tercer piso.
El senador estatal Sharif Street, que representa el área donde ocurrió el incendio, dijo que "si hubieran tenido mejores opciones, habrían tomado mejores decisiones". La Autoridad de Vivienda de Philadelphia, propietaria y operadora de la casa, no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios de NBC News.
Si esto afectara a los blancos de clase media y alta, lo habríamos resuelto hace mucho tiempo"
Rebecca Garrard activista
Singer señaló que los incendios accidentales son otra forma en que los negros son vulnerables a las fallas de infraestructura impuestas por el racismo sistémico.
Además, los negros tienen más probabilidades que los blancos de morir en accidentes de tráfico porque, entre otras causas, es menos probable que los barrios con una población mayoritariamente negra tengan cruces peatonales, señales de advertencia y otros mecanismos de seguridad.
Los vecindarios de personas negras experimentan un calor superficial más extremo causado por el cambio climático, en comparación con los vecindarios de gente blanca.
También se ha detectado que las personas negras enfrentan altos riesgos por la contaminación de las centrales eléctricas, es más probable que vivan cerca de sitios de desechos peligrosos y sufran tasas más altas de envenenamiento por plomo y contaminación del agua, según el Center for American Progress.
El presidente, Joe Biden, anunció durante el verano su "plan de infraestructura bipartidista" para abordar las consecuencias de "décadas de desinversión en la infraestructura de Estados Unidos que han recaído en las comunidades de color" y asignar miles de millones de dólares para ayudar a las ciudades a mejorar la infraestructura crítica como carreteras, puentes y redes eléctricas.
"Los negros y los indígenas lideran las muertes por causas naturales y ambientales no intencionales, que es una categoría amplia que incluye todo, desde mordeduras de ratas hasta el hambre", dijo Singer. "Los tipos de accidentes que matan a las personas en tasas especialmente desiguales son el tipo [de incidentes] que se podrían prevenir con políticas e infraestructura".
Rebecca Garrard, directora legislativa de Citizen Action of New York, una organización enfocada en la justicia social, dijo que es más probable que las personas negras se conformen con viviendas inseguras debido a la inestabilidad financiera y vivan en condiciones residenciales inseguras en las que tienen que lidiar con su propia exposición a riesgos como incendios, inundaciones, moho, envenenamiento por plomo y más situaciones peligrosas.
Garrard dijo que millones de inquilinos de Nueva York tienen miedo de quejarse de las malas condiciones de vida porque pueden verse afectados por aumentos de alquiler o desalojos injustos.
Citizen Action es uno de los muchos grupos de defensa que presionan por una legislación de "desalojo por buenas causas" que ayuda a los inquilinos a luchar contra los desalojos arbitrarios y los aumentos de alquiler injustos. Los defensores de la vivienda están presionando a la gobernadora Kathy Hochul y a la legislatura estatal para que promulguen ese proyecto de ley.
Los inquilinos negros y latinos de Nueva York enfrentan la mayoría de los problemas de mantenimiento. Según el Departamento de Preservación y Desarrollo de Vivienda de la ciudad, el 25% de los inquilinos negros experimentan tres o más deficiencias de mantenimiento, en comparación con el 18% de la población general de la ciudad.
Un hogar negro en la ciudad de Nueva York necesitaría más del doble de sus ingresos para pagar el precio medio de un apartamento en la ciudad, informó StreetEasy, una página dedicada a monitorear los alquileres.
Incluso antes de que comenzara la pandemia, los inquilinos negros y latinos tenían más probabilidades de ser amenazados con el desalojo, con un 14 y 19% respectivamente, en comparación con los blancos con un 8%, según Community Service Society.
Garrard dijo que las condiciones de vida que ha visto en su trabajo con Citizen Action "superan lo que la gente siquiera podría imaginar".
"Hay falta de calefacción; falta de agua caliente y agua en general; deficiencias estructurales en términos de techos o partes del techo que se están derrumbando o casi colapsando, partes del piso o paredes que faltan", dijo Garrard.
"Hay inquilinos que viven en apartamentos donde hay contaminación por plomo, y los propietarios lo saben y no hacen nada. Lo mismo sucede con el moho. Son condiciones abominables. He visitado viviendas con inquilinos donde estoy caminando y no estoy segura de que el piso no colapse. Pero los inquilinos no tienen opción", explica la activista.
"No hay duda de que, si esto afectara a los blancos de clase media y alta, lo habríamos resuelto hace mucho tiempo", asevera Garrard.