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“Psssttt… ahora es el mejor momento para irse a Estados Unidos”

Se incrementa paso de jovenes por la frontera con Estados Unidos

Por Carlos Rajo/Análisis

Las imágenes no podían ser más inusuales: cientos de inmigrantes indocumentados llevados por las propias autoridades de inmigración y dejados libres en las terminales de autobuses de Greyhound en las ciudades de Phoenix y Tucson en Arizona.

Cualquier inmigrante que haya tenido algún trato con la llamada “migra” -el ICE o la Patrulla Migratoria en lenguaje oficial- sabe que estas finezas de llevar a alguien a la terminal de autobús y de dejarlo ahí libre para que se vaya donde sus familiares no es algo común. Normalmente lo que sucede es que la persona detenida o bien es deportada o enviada a alguna prisión lejana en un punto perdido del país.

Aun más poco común, el hecho de que estos inmigrantes -madres o padres con sus hijos pequeños- fueron trasladados a Arizona en vuelos desde Texas. Una Arizona que como se recordará, ha sido en los últimos años particularmente hostil hacia los inmigrantes indocumentados. Otros inmigrantes que no fueron enviados a Arizona, en especial niños que viajaban solos, fueron puestos en albergues temporales en bases militares.

¿Cómo explicar entonces este aparente enredo o confusión en lo que sería el más reciente capítulo de la inmigración indocumentada hacia Estados Unidos? Capítulo que literalmente ha ganado la atención de la cobertura de prensa nacional sobre el tema migratorio en los últimos días.

¿Es que acaso el gobierno del Presidente Obama ha cambiado sus políticas hacia los indocumentados, o al menos hacia las familias o los niños que viajan solos?

Al menos esto es lo que piensa la inmigrante guatemalteca Yoselín Ramos, quien señaló que desde hace tiempo había pensado en intentar la travesía por tierra hacia el Norte, pero que sólo lo hizo una vez que escuchó “que había una nueva oportunidad” en Estados Unidos.

Ramos, de 24 años y quien viajó con su hijo de tres años, Yovani, fue entrevistada por el diario Los Angeles Times en la terminal de Phoenix, momentos después de que el ICE la había dejado libre para que se desplazara hasta Iowa donde se reuniría con sus padres.

Esta “nueva oportunidad” de la que habla Ramos se refiere a la idea, al parecer difundida en muchos lugares de Centro América, de que el gobierno de Obama no deporta a las familias o a los niños que viajan solos. El tema es complejo y tiene más de una sola respuesta.

Para comenzar, según el gobierno, no existe tal “nueva oportunidad” y lo que simplemente sucede es que se ha disparado el número de familias o niños que viajan solos intentando cruzar la frontera y que por ello es que el presidente declaró que había “una crisis humanitaria”. Y que estas familias que han sido dejadas libres tendrán que presentarse ante una corte de inmigración.

Este incremento en los números de familias y/o niños intentando cruzar la frontera se explica también por varias razones. Es posible que una de ellas sea lo que escuchó gente como la guatemalteca Ramos de la “nueva oportunidad”, pero también tiene que ver con la violencia de las pandillas o maras en Guatemala, El Salvador y Honduras.

No es casualidad que el número de niños que viajan solos provenientes de estos tres países se haya incrementado este año. Un ejemplo: en el 2009 el número de niños/jóvenes hondureños que fueron detenidos en el sector de Texas hasta finales de mayo fue de 968. Hoy en este 2014, el número de hondureños detenidos hasta mayo ha sido de 13,282. Con los salvadoreños también algo similar: de 1,211 hasta mayo del 2009 a 9,850 en este año. O los guatemaltecos: 1,115 en 2009 y 11,479 en los primeros meses del año fiscal 2014 (que se inició en Octubre de 2013).

Además de la violencia existen también en estos tres países centroamericanos los problemas de siempre de la pobreza y la falta de oportunidades de trabajo y superación. No será fácil para el gobierno de Obama aceptar que la crisis humanitaria que ha declarado tenga que ver en parte con el deterioro social en estos tres países debido a que los tres son apoyados por Estados Unidos.

La razón, por otro lado, por la cual estas familias y niños indocumentados han llegado a Texas es porque este el destino migratorio preferido de los inmigrantes. Así como antes lo fue California y luego Arizona, hoy lo es Texas debido a que es la ruta más corta al pasar por México y porque es donde hay relativamente menos vigilancia de la patrulla migratoria estadounidense.

Nadie espera que esta crisis con las imágenes de la familias y sus hijos o los niños solos termine pronto. La misma Administración Obama prevé que para el próximo año habrá casi el doble de los más de 70 mil niños y jóvenes que se espera lleguen este año. Muchos de estos, por supuesto, impulsados por esa otra razón que también explica el disparo en los números: buscando a sus padres o algún otro familiar.

Mientras todo esto sucede la reforma migratoria sigue estancada. Cualquier intento de resolver bien ésta última crisis de las familias y los niños solos u otro problema migratorio -el de los once millones de indocumentados en especial- pasa por aprobar primero tal reforma. Todo lo demás son parches que no van al fondo del asunto.