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Principios migratorios republicanos a examen

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Por Carlos Rajo

La declaración de principios en el tema de inmigración que hizo público el jueves el liderazgo del partido republicano en la Cámara baja ha dado lugar a toda una serie de preguntas sobre qué significa tal documento, cuáles son sus alcances, a quiénes beneficiará, etc. Sin ánimo de agotar un tema tan complejo que además afecta a millones de seres humanos, estas son algunas de las preguntas y respuestas.

*¿Qué son los “Principios”? ¿Son leyes, regulaciones o simples buenos deseos del líder republicano John Boehner?

Los principios no son leyes ni regulaciones, son únicamente ideas o líneas generales que servirán de base a los congresistas republicanos para en su momento -si es que lo hacen- escribir la o las leyes sobre la reforma migratoria. 

Aun cuando el documento no obliga a los congresistas a seguir al pie de la letra lo que ahí se establece, se supone que cualquier ley que se escriba sobre inmigración tendrá a lo mínimo el espíritu o la idea general que se establece en los principios. Cualquier congresista puede no estar de acuerdo con los principios y en su momento votar en contra de la ley que los incluya. Se supone que si el liderazgo republicano los ha hecho públicos es porque confía en que tiene -o tendrá cuando sea el momento de votar- los votos de la mayoría de congresistas de su partido.*Se supone que el punto más controversial de estos principios es el de qué hacer con los once y tantos millones de indocumentados que hay en el país, ¿es cierto que los republicanos aceptan que estos indocumentados se queden en el país

En general sí. El documento habla de que “estos individuos que viven fuera de la ley” (indocumentados) podrán “vivir legalmente y sin temor en el país” siempre y cuando “admitan su culpabilidad” (por haber ingresado de manera irregular o haberse quedado luego que se les venció la visa), “pasen un riguroso registro de sus antecedentes penales” (que no tengan cargos o historial criminal), “paguen una multa significativa y sus impuestos de años anteriores”, “aprendan inglés y civismo sobre Estados Unidos” y “sean capaces de mantenerse ellos mismos y sus familias sin acceso a servicios públicos”.

Los requisitos podrán sonar demasiados exigentes para algunos, pero son similares a los que exige el proyecto de reforma migratoria que pasó el Senado el año pasado. Básicamente si alguien ha sido condenado por algún delito (los detalles sobre qué clase de delito y demás se conocerán cuando se escriba la ley) la tendrá complicada para beneficiarse del proyecto republicano. El documento de principios habla de que “extranjeros criminales, miembros de pandillas y los condenados por delitos sexuales”, así como aquellos que no reúnan los requisitos establecidos (lo de la multa y demás) no podrán beneficiarse de este programa.

*Bueno, una vez que la persona ha entrado en este programa (admitió su culpabilidad, aprendió inglés, etc.) y que en la práctica quiere decir que se “legalizó”, es decir vive y trabaja en el país con autorización y sin miedo a que lo deporten, ¿qué viene después? ¿Se queda así para siempre o tendrá un día la oportunidad de comenzar el proceso para hacerse ciudadano?

El documento de principios deja claro que no habrá “un camino especial hacia la ciudadanía para individuos que han violado nuestras leyes de inmigración”. A diferencia del proyecto del Senado de reforma migratoria que sí incluye la posibilidad de que después de 13 o más años la persona inicie el proceso para hacerse ciudadano, el de los republicanos no lo acepta. 

Ese individuo que se legalizó se quedara así para siempre, en una especie de limbo (parecido a alguien con una ‘green card’ o tarjeta de residencia permanente pero con menos derechos). El documento republicano no especifica si esta legalización dará derecho a una “green card" y si una vez con esta y después de algunos años, la persona podrá solicitar la ciudadanía. 

*¿Pero no es el caso que quedarse en este limbo de “legalizado” pero sin derecho a pedir la ciudadanía dará lugar a que estas personas sean algo así como “ciudadanos de segunda clase”? 

Este es el argumento de los demócratas y los grupos pro inmigrantes, de que es algo que va contra las tradiciones, el espíritu y las leyes de Estados Unidos el de que existan personas que están legales en el país pero que no tienen el derecho a solicitar la ciudadanía. Para muchos indocumentados sin embargo -según varias encuestas-, lo más importante es la legalización, al menos por ahora, dicen. Que hay que tomar lo que esté sobre la mesa y ya un día en el futuro pelear por el derecho a la ciudadanía.

*¿Aceptarán el presidente Obama y los líderes demócratas en el Senado y la Cámara baja esta propuesta republicana de sí a la legalización pero no a la ciudadanía?

No queda claro en este momento qué harán. Obama dejó ver que estaba abierto a las ideas republicanas, otros líderes demócratas sin embargo, no la aceptan. Nancy Pelosi, la líder demócrata en el Cámara baja ha dicho que sin derecho a la ciudadanía ella no apoyaría el proyecto de los republicanos. 

El tema es complejo y a medida que pasen los días se conocerán las posiciones de otros actores políticos o gente influyente dentro del partido demócrata. Un grupo que ya manifestó su posición es el de los sindicatos (la central AFL-CIO), el que es influyente dentro de los demócratas ya que apoya con mucho dinero las campañas políticas. El sindicato rechaza lo de la no ciudadanía. 

*Dejando de lado esta controversia sobre si hay o no ciudadanía, ¿hay otro tema controversial en la propuesta republicana de la potencial legalización de los indocumentados?

Sí, hay otro aspecto que también es problemático para los demócratas y los grupos pro inmigrantes. Sucede que la declaración de principios habla de que esta propuesta de la legalización solo se echará andar hasta que se hayan “implementado en su totalidad los requisitos específicos” para asegurarse de que de aquí en adelante “nuestras leyes de inmigración se aplicarán”.

La declaración no detalla cuáles son estos “requisitos específicos”, pero por lo que se ha hablado antes es seguro que se referirá a cosas como este “segura la frontera” (más muros, más bardas, más agentes, etc.) o que se haga casi imposible conseguir trabajo para alguien que es indocumentado (la aplicación obligatoria del llamado programa ‘E-Verify’), lo mismo que se establezca otro programa para saber cuándo los extranjeros entran y salen del país.

El problema con estos “requisitos específicos” es que se corre el riesgo que se diga siempre que no se han cumplido o que todavía falta tiempo para su completa implementación, con lo que la situación de los indocumentados seguirá en la incertidumbre -sujetos a deportación como lo están ahora-.

*Asumiendo que estos principios se conviertan en leyes, ¿cómo las presentarán los republicanos, como un paquete completo para empatarlo o complementarlo con el que pasó el Senado o de manera diferente?

Nada que ver con el Senado. En el preámbulo de los principios se les garantiza a los congresistas republicanos que cualquier cosa que aprueben será de manera individual -varias leyes tocando los diferentes aspectos del tema de inmigración- y que no habrá “conferencia” con el Senado, es decir no se sentarán con los negociadores del Senado para tratar de sacar un solo proyecto final. Básicamente el mensaje del líder Boehner es: les prometo que lo nuestro será en piezas individuales de legislación y el Senado tendrá que aceptar lo nuestro o no hay reforma migratoria.

*¿Qué otros aspectos del tema de inmigración contemplan los principios?

-Seguridad en la frontera y la aplicación de las leyes de inmigración (deportar a quien las viole).

-Implementar el sistema para que el gobierno tenga control -sepa- quién y cuándo entra y sale del país.

-Aplicar a fondo el programa E-Verify y otros para que sólo trabajen los que tienen autorización.

-Reformar el sistema de inmigración todo para dar prioridad a las necesidades económicas del país sobre las familias (importará más el experto en computación que el fulano que llega por vínculos familiares).

-Se dará la oportunidad a que los “soñadores” o “dreamers” puedan solicitar la ciudadanía.

*¿Qué sigue ahora?

Ver cuál es la recepción que el país da a los principios y esperar a que el liderazgo republicano los aterrice en leyes. Y por supuesto, que los apruebe el Congreso (primero la Cámara baja y eventualmente el Senado).

*¿Ha cambiado algo lo de las deportaciones con esto de los principios? 

No. A no ser que el Presidente Obama dé una orden ejecutiva deteniéndolas, las deportaciones seguirán.