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Primera vez en 40 años que mayoría de estadounidenses quieren que se legalice la marihuana

lo de la legalización de la marihuana es algo también cada vez más aceptado. Aun por supuesto, si en términos de funcionarios públicos y políticos no se quiera aceptar abiertamente tal realidad.

Por Carlos Rajo

En un resultado que se da por primera vez en más de cuarenta años de encuestas sobre el tema, la mayoría de estadounidenses considera ahora que se debería de legalizar el consumo de marihuana.

Esta mayoría, de sólo un 52%, es sin embargo mucho más amplia entre los jóvenes. De la gente nacida después de 1980 -de entre 18 y 32 años- el 65% apoya la legalización de la droga, según una encuesta del Pew Research Center.

Vaya que sí ha cambiado la sociedad estadounidense. Recién en 1969, de acuerdo a una encuesta de Gallup, apenas un 12% de los encuestados decían apoyar la legalización de la marihuana y 84% se oponían. Un poco más de cuatro décadas después, es no sólo que hay apoyo mayoritario a la legalización sino que además un 48% de gente señala que ha probado la marihuana.

Los latinos no son la excepción en esta nueva actitud sobre la marihuana: un 51% de los encuestados latinos señala igualmente que estaría de acuerdo en la legalización de la droga. Entre los anglos el apoyo es del 52% y entre los afro-americanos del 56%.

“Siempre he sido cauteloso en clamar que hemos alcanzado el ‘punto de no retorno’ en lo de la legalización de la marihuana”, señaló Ethal Nadelmann, director ejecutivo de la Drug Policy Alliance (Alianza de Políticas de Droga), organización en pro de la legalización de la marihuana. “Pero ahí estamos hoy. Y algo más, estamos muy cerca (del tema) de la igualdad en el matrimonio, aun si muy pocos funcionarios electos están dispuestos a apoyarnos públicamente”.

La referencia de Nadelmann a lo de la igualdad en el matrimonio -o el matrimonio entre personas del mismo sexo-, tiene que ver conque al igual que ese otro controversial tema que por siempre ha dividido a la sociedad estadounidense pero en el cual poco a poco se ha ido dando un cambio en la opinión pública, lo de la legalización de la marihuana es algo también cada vez más aceptado. Aun por supuesto, si en términos de funcionarios públicos y políticos no se quiera aceptar abiertamente tal realidad.

Actualmente sólo en los estados de Colorado y Washington es legal la posesión de marihuana, luego de que en los dos lugares se pasaron iniciativas al respecto el pasado noviembre (en ambos estados con apoyo del 55% de los votantes). A nivel federal sin embargo, sigue siendo delito la posesión de marihuana.

Hay varios otros estados donde se permite la marihuana para usos medicinales (18 estados más el Distrito de Columbia) pero aun ahí -como en California para el caso- en ocasiones el gobierno federal ha aplicado la ley y llevado ante la justicia a dueños de los llamados “dispensarios” o especie de “farmacias” donde se puede adquirir la marihuana.

Tanto el Fiscal General, Eric Holder, como el propio Presidente Obama, han dicho que no será “alta prioridad” del gobierno federal ejercer la ley contra los que poseen o venden marihuana en los estados donde ésta se ha legalizado. “Tenemos pescados más grandes que freir”, dijo Obama en una entrevista con Barbara Walters de la cadena de televisión ABC después de la elección de noviembre y de la aprobación de las iniciativas en Colorado y Washington.

Un detalle que llama la atención de esa entrevista de Obama con Walters es que en algún momento el mandatario responde que “en este punto” en que están las cosas el no apoya la legalización de la marihuana. Una interpretación de esta respuesta sería que la posición del presidente en el tema de la marihuana no es algo definitivo y que así como él mismo cambió de opinión en el tema del matrimonio entre personas del mismo sexo, que igualmente pudiera cambiar sobre la legalización de la marihuana.

La encuesta del Pew Center debería de darle pie a Obama para ir cambiando sus ideas sobre la marihuana y la opinión pública. Un 72% de los encuestados para el caso, señala que los esfuerzos y los costos del gobierno para aplicar la ley en lo de la marihuana no valen la pena. Otro 60% señala además, que el gobierno federal no debería de tratar de aplicar la ley sobre la marihuana en los estados donde se permite su uso (en los de uso medicinal y en otros donde no se penaliza la posesión de pequeñas cantidades).

Una de las razones que en cierta medida explican este cambio en como ve la gente el consumo, posesión, venta y demás de la marihuana es no sólo que muchos la han usado -48% decíamos-, sino que también menos gente ve el uso de la marihuana como algo moralmente equivocado o reprochable -sólo el 32%-. Para un 50% de los encuestados además, el fumar o poseer marihuana es algo que no tiene nada que ver con la moral.

También ha incidido en este cambio de actitud el hecho de que mucha gente no considera ahora que el consumo de marihuana sea la puerta de entrada para el consumo de otras drogas más fuertes y dañinas. En 1977 para el caso, el 60% de la gente creía que el uso de la marihuana llevaba al consumo de drogas más poderosas. En la encuesta de hoy es únicamente el 38% quienes creen esto.

De los que consumen marihuana, un poco más de la mitad (53%) dice haberlo hecho por “asuntos médicos” y el resto (47%) “para divertirse”. De los jóvenes, así como son los que estan más en favor de la legalización, son tambien los que más dicen haber consumido marihuana (56%).

Llama la atención sin embargo, que así como hay mayorías para la legalización de la marihuana, y su aceptación o consumo incluye diferentes razas, filiación política (tanto demócratas como republicanos e independientes), jóvenes y mayores, hombres y mujeres (los hombres la usan un poco más), al mismo tiempo, una mayoría de encuestados (51%) señalan que se sentirían incómodos si hay alguien fumando marihuana cerca de ellos. Algo así como que se acepta el uso de la marihuana, pero media vez sea en privado o no cerca de uno.

Una encuesta por supuesto es apenas una radiografía de lo que piensa la población encuestada en determinado momento sobre un tema en particular. Falta por supuesto, que se modifiquen las leyes para que la realidad cambie. El que la gente diga que está a favor de la legalización de la marihuana no cambia nada más que las percepciones sobre el tema de parte de la opinión pública.

Pareciera que así como en América Latina cada vez hay más voces que llaman por la legalización de la marihuana, lo mismo comienza a suceder en Estados Unidos. En el resto del continente por el alto costo en violencia, vidas humanas e inestablidad que trae la llamada “guerra contra la drogas”. Aquí en el país en gran parte por los cambios de la sociedad, de una sociedad tradicional a una sociedad más liberal, más abierta y más tolerante.

Aunque también -al menos así quisiera uno creer- porque cada día hay más conciencia de los costos en la vida y libertad de mucha gente. Sucede que lo de la marihuana es algo más que un simple estilo de vida o divierta personal. Es algo que tiene consecuencias penales: en el 2011 por ejemplo, hubieron 757.969 arrestos por violaciones a las leyes de marihuana. De estos, el 86% fueron por la sola posesión de la droga. Y de la gente presa por algún delito relacionado con las drogas, 2 de cada tres son minorías.