El congresista demócrata Bennie Thompson y la Asociación Nacional para el Progreso de las Personas de Color (NAACP, por sus siglas en inglés) presentaron este martes una demanda contra el expresidente Donald Trump y su abogado Rudy Giuliani, acusándolos de conspirar con dos grupos extremistas para bloquear la certificación de votos electorales con el Capitolio en Washington D.C. del pasado 6 de enero.
La demanda, la primera sobre los disturbios que nombra a Trump, asegura que el ataque perpetrado por seguidores de Trump fue "la culminación intencionada y previsible de una campaña cuidadosamente coordinada para interferir con el proceso legal requerido para confirmar el recuento de los votos emitidos en el Colegio Electoral".
Jason Miller, asesor del expresidente, dijo en respuesta a la demanda: "Trump no planeó, realizó ni organizó el mitin del 6 de enero. Trump no incitó ni conspiró para incitar ningún tipo de violencia en el Capitolio el 6 de enero".
Thompson y la NAACP dijeron que Trump, Giuliani, junto a las organizaciones extremistas Proud Boys y Oath Keepers, compartían el objetivo común "de emplear la intimidación, el acoso y las amenazas" para detener el recuento de votos. Los disturbios fueron así "un resultado directo, intencionado y previsible" de la conspiración, según la demanda.
Invocan así la Ley de Derechos Civiles de 1871, comúnmente conocida como la ley del Ku Klux Klan, que permite demandar a funcionarios del Gobierno por instar a la conspiración para violar los derechos civiles.
La demanda, presentada ante el Tribunal de Distrito de Washington D.C., incluye muchas de las acusaciones contra Trump presentadas por los fiscales de la Cámara de Representantes durante el juicio político en el Senado, e incorpora alegatos hechos por el FBI en los documentos judiciales que acompañaban a los cargos penales contra los miembros de los Proud Boys y Oath Keepers por el asalto.
Al afirmar repetidamente que las elecciones fueron robadas, Trump y Giuliani movilizaron a sus partidarios y apoyaron a los manifestantes armados, rechazando las súplicas para enfriar la retórica, según la demanda.
En el mitin del 6 de enero cerca de la Casa Blanca, ambos "avivaron la ira de la multitud, instándola a que tomaran medidas para tomar por la fuerza el control del proceso de recuento y aprobación de las boletas del Colegio Electoral”.
La demanda también cita las declaraciones que el líder de la minoría republicana del Senado, Mitch McConnell, hizo después de que el Senado votara a favor de la absolución del expresidente el sábado, incluyendo su declaración de que "no hay duda de que Trump es práctica y moralmente responsable de provocar los acontecimientos de ese día."
La demanda pide a un juez que dictamine que las acciones de los acusados violaron la ley federal, y busca daños monetarios no especificados.
Los expresidentes son inmunes a las demandas por sus acciones oficiales mientras están en el cargo, pero pueden ser demandados por conductas que no formaban parte de sus funciones.
Es probable que los demandados den el siguiente paso legal presentando una moción para desestimar el caso. Si la demanda sobrevive a ese movimiento inicial, los demandantes comenzarán a buscar pruebas a través del proceso de descubrimiento.