Por Allan Smith - NBC News
El expresidente Donald Trump fue abucheado en un acto político el sábado en Alabama después de que dijera a sus seguidores que deberían vacunarse.
"¿Y saben qué? Creo totalmente en sus libertades. Lo hago. Cada uno tiene que hacer lo que tiene que hacer", dijo Trump, "pero recomiendo recibir las vacunas. Yo lo hice. Es bueno. Vacúnense".
Algunos abucheos resonaron entonces entre las personas del público, que en su mayoría no llevaba mascarilla.
"No, está bien. No pasa nada. Ustedes tienen sus libertades", replicó Trump, haciéndose eco de la retórica de quienes se oponen al uso de la mascarilla y a los mandatos de vacunación.
"Pero resulta que he recibido la vacuna. Si no funciona, serán los primeros en saberlo. ¿De acuerdo? Llamaré a Alabama y diré, oye, ¿saben qué? Pero está funcionando. Pero tienen su libertad que deben resguardar. La tienen que proteger", concluyó.
Los casos y hospitalizaciones por COVID-19 están aumentando en gran parte del sur del país debido a la variante delta del coronavirus, altamente contagiosa. La ciudad de Cullman, donde se realizó el mitin, está registrando un aumento de contagios que ha igualado su anterior pico a finales de diciembre. La ciudad declaró este jueves el estado de emergencia ante el coronavirus para proporcionar apoyo adicional de emergencia de cara al acto.
Alabama tiene la tasa de vacunación más baja de Estados Unidos, con poco más del 36% de su población totalmente vacunada, según NBC News. La gobernadora Kay Ivey, republicana, ha dicho que "la gente no vacunada" es la culpable del resurgimiento del coronavirus en el estado.
En todo el país, la inmensa mayoría de las hospitalizaciones y muertes por COVID-19 se producen entre personas no vacunadas.
Una encuesta de seguimiento de la campaña de vacunación de Kaiser Family Foundation publicada este mes indica que los republicanos son el segundo grupo demográfico con menos probabilidades de vacunarse. En primer lugar se ubican los ciudadanos menores de 65 años sin seguro médico.
Mientras que el 57 % de los republicanos han recibido al menos una dosis o dicen que recibirán una inyección lo antes posible, el 40% dice que nunca lo harán o que lo harán sólo si es necesario o que todavía están en modo de esperar y ver qué pasa. Con este 40%, los republicanos tienen el segundo índice más alto [de rechazo o demora ante la vacuna] entre los 23 grupos demográficos encuestados.
Trump ha respaldado la vacunación antes, pero a menudo repitiendo algunas salvedades. La semana pasada, después de que promovió las vacunas en una entrevista con Maria Bartiromo, una celebridad de Fox Business, Trump afirmó que las próximas dosis de refuerzo fueron recomendadas por la Administración de Joe Biden como "una operación para hacer dinero para Pfizer".
[¿Porqué deberán pasar ocho meses para recibir la dosis de refuerzo de la vacuna?]
La farmacéutica Pfizer, a la que Trump ha atacado de manera similar anteriormente, no formaba parte de la Operación Warp Speed de su Administración, una asociación público-privada creada para acelerar el desarrollo de las vacunas. Trump no mencionó a Moderna, que sí era parte del programa.
[El Gobierno de Trump compró millones de vacunas a Pfizer; además, el expresidente se vacunó (aunque en secreto) antes de abandonar la Casa Blanca. Anteriormente había sufrido COVID-19, y enfermó gravemente (sin que tampoco se difundiera la seriedad de su estado).]