El expresidente Donald Trump, que aspira ahora a ser el candidato republicano a la Casa Blanca en 2024, abogó este sábado por anular todas las reglas, leyes y regulaciones que gobiernan la democracia estadounidense, incluida la Constitución, en un mensaje en su red social Truth Social en el que insistía en sus mentiras sobre un inexistente “fraude masivo” en las elecciones presidenciales de 2020, que perdió legal y limpiamente ante el demócrata Joe Biden.
El multimillonario Elon Musk impulsó este fin de semana la difusión de documentos internos de la red social Twitter (que compró sin quererlo por 44,000 millones de dólares) en los que se muestran conversaciones dentro de la empresa sobre cómo gestionar una información periodística sobre Hunter Biden, hijo del entonces candidato demócrata y ahora presidente, publicada tres semanas antes de las elecciones de 2020 por el diario New York Post.
Twitter defendió en su día que limitó la difusión de la información porque provenía de materiales robados de una computadora de Hunter Biden. Elon Musk, por su parte, cuestionó el fin de semana que se hubiera quebrado la Primera Enmienda de la Constitución, que protege la libertad de expresión de la censura del Gobierno o el Congreso (pese a que en 2020 aún gobernaba Trump, no Biden).
En cualquier caso, Trump decidió incluir en la denuncia de fraude que lleva dos años repitiendo sin pruebas (y que ha sido desmentida por evidencias presentadas incluso por republicanos) a “las compañías tecnológicas”, y exigió de nuevo la anulación del resultado de las elecciones de 2020 para que se le declare ganador (una premisa engañosa que ya llevó al ataque violento al Capitolio de sus fanáticos que sacudió la democracia en enero de 2021).
Un fiscal especial del Departamento de Justicia está investigando al expresidente precisamente por su posible papel en el asalto al Capitolio, y por llevarse documentos ultrasecretos del Gobierno a su residencia en Mar-a-Lago (Florida) tras abandonar la presidencia.
La Casa Blanca condenó las palabras de Trump en un comunicado el sábado: “La Constitución es un documento sacrosanto que por más de 200 años ha garantizado la libertad y el imperio de la ley en nuestro gran país”. “Atacarla y lo que representa es un anatema para el alma de nuestra nación y debería ser universalmente condenado”, advirtió el Gobierno de Biden.
“No se puede amar Estados Unidos sólo cuando se gana”, agregó.