Por Rob Wile y David Ingram - NBC News
Elon Musk está ahora al frente de Twitter, y al menos dos altos ejecutivos (el consejero delegado, Parag Agrawal; y el director financiero, Ned Segal) han sido despedidos, según informó CNBC.
Musk lanzó en abril su oferta para comprar la red social por 44,000 millones de dólares, y semanas después trató de zafarse del acuerdo alegando su preocupación por el volumen de cuentas falsas. Twitter lo demandó por incumplir el acuerdo original, y Musk respondió denunciando fraude. Ambos debían comparecer ante una corte en Delaware este mes pero Musk retomó su oferta sin explicaciones.
Este jueves tuiteó: “El pájaro está liberado”. Y Twitter confirmó el cierre del acuerdo al precio pactado originalmente. ¿Y ahora qué?
Qué pasará cuando Musk reciba las llaves
El acuerdo puede remodelar un importante foro de expresión justo antes de las elecciones del 8 de noviembre. Musk, desde el principio de su oferta, esbozó una visión para Twitter que incluye reglas más laxas sobre lo que la gente puede decir, prometiendo además que evitaría expulsar a usuarios de la red social por sus opiniones.
“Queremos tener la percepción y la realidad de que la expresión es lo más libre posible”, afirmó en abril. Semanas después avanzó que anularía la prohibición permanente al expresidente Donald Trump.
Trump ha dicho sin embargo que no volverá, tras impulsar su propia red social, Truth. Esta mañana publicó allí su "gran alegría" porque Twitter esté ahora en "manos cuerdas" y no de "lunáticos y maniacos radicales de izquierda" que "odian el país". Dijo que la red debe "trabajar duro para librarse de bots y cuentas falsas", tras lo cuál su número de usuarios, agregó, será menor. Pero recalcó su compromiso con Truth, que se ha convertido "en un fenómeno".
Musk no ha dado muchos detalles sobre cómo podría reescribir las normas de Twitter, que prohíben las publicaciones que amenazan con la violencia, el acoso o el uso de imágenes o símbolos de odio.
Unas normas más laxas podrían ahuyentar a usuarios y anunciantes, a quienes quiso tranquilizar el jueves asegurando que la red no se convertirá "en un infierno de libertad" donde todo el mundo pueda decir las barbaridades que quiera, sino que respetará "las leyes del país” e intentará ser “cálida y acogedora para todos”.
Musk aseguró que se puso en contacto este mes con el artista Kanye West para expresar su preocupación por sus comentarios antisemitas, que le expulsaron precisamente de Twitter. Este viernes, su cuenta esta activa pero restringida.
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Musk también ha dicho que quiere ver más tuits de celebridades y otras personas con muchos seguidores en Twitter, algunos de los cuales han reducido su uso o se han cambiado a plataformas rivales, como Instagram o TikTok. Reuters informó el martes de que Twitter sigue perdiendo a sus usuarios más activos.
Las acciones de Twitter subieron antes del anuncio del acuerdo, alcanzando su nivel más alto del año el miércoles, con casi 53 dólares, una capitalización de mercado de casi 41,000 millones de dólares. Los accionistas de Twitter votaron por abrumadora mayoría el mes pasado para aprobar el acuerdo.
Los empleados de Twitter están preocupados, sin embargo, después de que el diario The Washington Post informara de que Musk planea despedir hasta el 75% de la plantilla. Un grupo de trabajadores firmó una carta en la que decían que los despidos “perjudicarían la capacidad de Twitter para servir a la conversación pública”.
“Una amenaza de esta magnitud es imprudente, socava la confianza de nuestros usuarios y clientes en nuestra plataforma, y es un acto transparente de intimidación a los trabajadores”, afirmaron.