Por Michael Balsamo, Michelle Price y Michael R.Sisak - The Associated Press
El expresidente Donald Trump se negó a contestar bajo juramento a las preguntas de la Fiscalía de Nueva York en la investigación sobre sus negocios, acogiéndose a la Quinta Enmienda de la Constitución, que protege contra la posibilidad de incriminarse a uno mismo en un delito, según informó en un comunicado.
El exmandatario invocó la Quinta Enmienda más de 440 veces, dijo una fuente a la cadena NBC News.
Trump llegó a la oficina de la fiscal estatal, Letitia James, poco antes de las 9 de la mañana, y anunció más de una hora después que "declinaba responder en virtud de los derechos y privilegios que la Constitución de Estados Unidos otorga a todo ciudadano".
"Una vez cuestioné: 'Si eres inocente, ¿por qué te amparas en la Quinta Enmienda?' Ahora sé la respuesta", explicó, "no tienes otra opción cuando tu familia, tu empresa y todas las personas de tu órbita se convierten en el objetivo de una infundada cacería de brujas por motivos políticos apoyada por abogados, fiscales y los medios de comunicación mentirosos".
La Fiscalía de Nueva York, a través de un portavoz, aseguró que "la fiscal general James seguirá los hechos y la ley dondequiera que nos lleven. Nuestra investigación continúa".
Este interrogatorio se conoce apenas dos días después de que el FBI registrara su mansión en Mar-a-Lago (Florida) como parte de una investigación federal para determinar si se llevó documentos clasificados cuando abandonó la Casa Blanca en enero de 2021.
La instrucción civil que dirige la fiscal de Nueva York investiga si la empresa del expresidente, Trump Organization, falsificó el valor de activos como campos de golf y rascacielos, y defraudó a acreedores y autoridades fiscales.
"Mi gran empresa y yo, estamos siendo atacados por todos lados", denunció Trump, agregando: "¡República bananera!".
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James dijo en mayo que se acercaba al final de la investigación y que su equipo había acumulado pruebas sustanciales que podrían respaldar acciones legales contra Trump y/o su empresa. Su testimonio era una de las pocas piezas que faltaban en el proceso.
Dos de los hijos de Trump, Donald Jr. e Ivanka, declararon en la investigación en los últimos días, de acuerdo con dos personas familiarizadas con el asunto y que hablaron bajo anonimato.
El testimonio de la familia estaba previsto inicialmente para el mes pasado, pero se retrasó tras la muerte el 14 de julio de la primera esposa del expresidente, Ivana Trump, madre de Ivanka, Donald Jr. y Eric Trump (que declaró en la investigación de James en 2020).
El exjefe de finanzas de la empresa, Allen Weisselberg, comparecerá el viernes ante una corte para solicitar que se desestimen los cargos de fraude fiscal presentados contra la organización y él mismo en 2021 en la investigación penal del fiscal del distrito de Manhattan.
Pruebas "significativas"
La fiscal de Nueva York ha señalado en documentos judiciales que ha descubierto pruebas "significativas" de que la compañía de Trump "utilizó valoraciones de activos fraudulentas o engañosas para obtener una serie de beneficios económicos, incluyendo préstamos, cobertura de seguros y deducciones fiscales".
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James alega que Trump Organization exageró el valor de sus propiedades para impresionar a los acreedores o falseó el valor de los terrenos para reducir su carga fiscal, señalando los estados financieros anuales entregados a los bancos para garantizar condiciones de préstamo favorables.
La compañía incluso exageró el tamaño del ático de Trump en Manhattan, asegurando que era casi tres veces más grande que su tamaño real, una diferencia de valor de unos 200 millones de dólares, de acuerdo con la oficina de James.
Trump ha negado las acusaciones, explicando que buscar las mejores valoraciones es una práctica habitual en el sector inmobiliario. Además, apunta a que la investigación de James es parte de "una caza de brujas" motivada políticamente y que su oficina está "haciendo todo lo que está a su corrupta discreción para interferir en mis relaciones comerciales, y en el proceso político".
"¡NO HAY CASO!", insistió Trump en un comunicado en febrero, después de que el juez de Manhattan Arthur Engoron dictaminara que la oficina de James tenía "el claro derecho" de interrogar a Trump y a otros directivos de su empresa.
Mientras James ha explorado la posibilidad de demandar a Trump o a su compañía, la oficina del fiscal del distrito de Manhattan ha llevado a cabo durante mucho tiempo una investigación penal paralela.
Esas pesquisas parecían estar avanzando hacia una posible acusación penal, pero se ralentizaron después de que en enero llegara un nuevo fiscal de distrito, Alvin Bragg.
El gran jurado que había estado escuchando las pruebas se disolvió. El principal fiscal que se había encargado de la investigación dimitió después de que Bragg planteara dudas internas sobre la viabilidad del caso.
Según la citación emitida por la oficina de James, Trump debía comparecer en persona en la oficina del fiscal general, situada en una torre de oficinas de Manhattan que ha hecho las veces de sede del conglomerado ficticio Waystar Royco en la serie de HBO Succession.
"La pesadilla de un abogado"
En la lucha por bloquear las citaciones, los abogados de los Trump argumentaron que las autoridades de Nueva York estaban utilizando la investigación civil para obtener información para la investigación penal y que las declaraciones eran una estratagema para evitar llamarlos ante un gran jurado penal, donde la ley estatal requiere que se les dé inmunidad.
El verano pasado, impulsados por las pruebas descubiertas por la oficina de James, los fiscales de Manhattan presentaron cargos contra Weisselberg y la Trump Organization. Los fiscales dijeron que Weisselberg cobró más de 1.7 millones de dólares en compensaciones que no fueron declaradas. Weisselberg y la empresa se han declarado inocentes.
Weisselberg y Eric Trump invocaron cada uno la Quinta Enmienda más de 500 veces cuando fueron interrogados por los abogados de James durante declaraciones separadas en 2020, según documentos judiciales.
El expresidente optó por hacer lo mismo.
Esa podría ser una estrategia exitosa, ya que Trump es conocido como un "tipo de gran visión", dijo el profesor de Derecho de la Universidad de Nueva York Stephen Gillers. "Responderá a las preguntas de gran alcance y esas respuestas serán lo suficientemente generales como para mantenerlo fuera de problemas, o eso esperan sus abogados", precisó.
El profesor consideró que "su impetuosidad le convierte en la pesadilla de un abogado y su exceso de confianza puede llevarle por el mal camino".
Una vez que su investigación concluya, James podría decidir interponer una demanda y pedir sanciones económicas contra Trump o su empresa, o incluso que se les prohíba participar en cierto tipo de negocios.