Jill Colvin y Michelle L. Price - The Associated Press
Un desafiante e incendiario Donald Trump, ante la posibilidad de su imputación judicial inminente, celebró este sábado su primer acto de campaña para las elecciones presidenciales de 2024 en la ciudad texana de Waco, famosa por un incidente mortífero de resistencia armada contra las fuerzas del orden hace casi 30 años.
Con una puesta de escena fuera de lo normal, Trump abrió su mitin con la canción Justicia para todos, que incluye un coro de hombre presos por su participación en el asalto al Capitolio del 6 de enero de 2021 entonando el himno nacional, y con una grabación del expresidente, que está siendo investigado por el Departamento de Justicia por ese ataque a la democracia estadounidense, recitando el juramento de lealtad a Estados Unidos. En las pantallas se mostraron además imágenes del ataque contra el Congreso, en el que murieron policías defendiendo esta institución democrática.
Trump, en un discurso resentido, defendió a los insurrectos y atacó a los fiscales que le investigan por éste y otros motivos, enmarcando las causas judiciales como ataques políticos a él y a sus seguidores.
“Quedarán limpios de toda sospecha y orgullosos”, les prometió, “los matones y criminales que están corrompiendo nuestro sistema de justicia serán derrotados, desacreditados, y caerán en la más absoluta desgracia”.
[¿Por qué Biden no habla de la posible imputación de Trump?]
El mitin de Trump en el aeropuerto de Waco se suma a sus esfuerzos anteriores por degradar el sistema judicial de Estados Unidos y animar a las protestas mencionando incluso la violencia ante la posibilidad de convertirse en el primer expresidente del país en afrontar cargos criminales. Su retórica anterior y la incluida en el mitin se hace eco del lenguaje que ya usó en el mitin en Washington D.C. que precedió la insurrección de un grupo de sus seguidores para evitar el traspaso constitucional de poder en el Congreso al demócrata Joe Biden, ganador legítimo de las elecciones de 2020.
“Mis enemigos están desesperados por detenernos”, dijo el sábado, “nuestros oponentes han hecho todo lo posible para aplastarnos el alma y quebrar nuestra voluntad”. “Pero han fracasado”, agregó, “sólo nos han hecho más fuertes, y 2024 será la batalla final".
El mitin tuvo lugar en Waco y en la víspera del 30 aniversario del cerco durante 51 días de un rancho de la secta davidiana, que acabó con la muerte de 80 acólitos y cuatro agentes federales, y se ha convertido en un referente para las milicias de extrema derecha.
El equipo de campaña del expresidente insistió en que la elección del lugar no tiene nada que ver con el aniversario ni con la cercanía (17 millas) del rancho, sino que fue seleccionado por su proximidad con cuatro grandes ciudades y su capacidad para acoger multitudes.
El evento tuvo lugar mientras un gran jurado dirime en Nueva York si merece recibir cargos criminales por el pago a una actriz porno por su silencio sobre un supuesto encuentro sexual antes de la campaña de 2016. Trump ha invocado repetidamente a la violencia, animando a sus seguidores a protestar, y ha usado una retórica cada vez más racista y deshumanizadora con ataques personales contra el fiscal de Manhattan, Alvin Bragg, que dirige la investigación. El pasado viernes llegó a la Oficina del Fiscal una carta con amenazas de muerte y un polvo blanco, que resultó ser inocuo y no ántrax.
Además, Trump afronta una investigación en Georgia por sus intentos por anular el resultado democrático de las elecciones de 2020, y una investigación federal por el asalto al Capitolio y por llevarse a su residencia de Mar-a-Lago documentos confidenciales del Gobierno tras dejar finalmente la Casa Blanca en enero de 2021.