Por Natasha Korecki - NBC News
Cuando lance formalmente su candidatura presidencial esta semana, Ron DeSantis tendrá por fin la oportunidad de declararle la guerra abierta a Donald Trump.
Es una oportunidad que rechazará con gusto.
El impetuoso y belicoso gobernador de Florida -el autodenominado “nuevo sheriff de la ciudad” en su lucha con Disney, que se jacta de enviar inmigrantes a Martha’s Vineyard, se nutre de los desaires del enemigo y se zambulle alegremente de cabeza en guerras culturales- dejará de ser tierra quemada. Al menos no cuando se trate de Trump.
En su lugar, DeSantis será prudente o, como dice su equipo, “estratégico” a la hora de entrar en el territorio de Mar-a-Lago. Según tres asesores políticos de DeSantis, el gobernador hará caso omiso de las burlas diarias de Trump y se enfrentará al expresidente sólo en circunstancias específicas, sobre todo en materia de política.
Este enfoque cauteloso ha decepcionado a sus partidarios y a los escépticos de Trump, que pensaban que habían encontrado a su propio matón para golpear proverbialmente a Trump en las narices. Pero para el equipo de DeSantis, es sólo su realidad política.
“Si quieren darle la nominación a Donald Trump, supongo que pueden hacerlo. Pero existe la realidad de que muchos partidarios de Trump son fans de Ron DeSantis y viceversa, o al menos probablemente votaron por el tipo dos veces”, dijo un asesor de DeSantis que no estaba autorizado a hablar oficialmente sobre la estrategia. “¿Por qué hacer las matemáticas políticas más difíciles para ti mismo — innecesariamente?”.
Se espera que DeSantis salte oficialmente a la carrera por la Casa Blanca esta semana. Cuando lo haga, entrará en la misma trampa que el grueso del grupo que pulula dentro y alrededor de las primarias del Partido Republicano (GOP, por su sigla en inglés): amenazar al favorito, pero, en última instancia, contenerse para no ahuyentar a los votantes vitales de Trump que creen que necesitan para ganar la nominación.
Vida Keller, directora legislativa del GOP estatal en el disputado estado de Nevada, dijo que muchos votantes del partido consideran que Trump ayudó a DeSantis cuando lo respaldó para gobernador en su carrera de 2018.
“De hecho, he escuchado a la gente decir: ‘Si va tras Trump, es un traidor”, señaló Keller sobre DeSantis. “Sí, Trump era genial cuando lo necesitabas”, añadió.
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Es la paradoja de Trump: el exmandatario puede lanzar ataques nucleares contra sus enemigos y salir indemne, pero si sus oponentes intentan lo mismo, es un colapso.
“He visto a gente muy inteligente pensar que van a descifrar el código de Trump. Y siempre fracasan. Él les deja ser las peores iteraciones de sí mismos”, declaró el autoproclamado “antropólogo de Trump” Rick Wilson, un republicano de larga data que ayudó a lanzar el Proyecto Lincoln anti-Trump.
“Ron no tiene la presencia y la desvergüenza de Trump”, continuó Wilson. “Eso es parte del superpoder [de Trump]: simplemente no le importa. Se limita a mentir, mentir y mentir”, opinó.
El equipo de DeSantis reconoce que no conoce la alquimia que hay detrás de descarrilar a Trump, aparte de ser “ágil e inteligente” a la hora de reaccionar ante el expresidente.
Por eso, hasta ahora, el super PAC Never Back Down de DeSantis ha llevado la carga cuando se trata de ponerse agresivo con Trump. Se espera que esa dinámica siga desarrollándose.
“El gobernador nunca ha rehuido una pelea, pero no es de los que se distraen con tonterías”, dijo el asesor.
Y Trump ha tratado de distraer. Durante meses, Trump ha montado una cruzada anti-DeSantis; los super PAC afiliados han invertido millones de dólares en publicidad negativa y han lanzado ataques verbales y escritos contra el gobernador en un intento fallido de evitar que el gobernador de Florida entrara en la carrera de las primarias republicanas.
De hecho, según un análisis, el gasto de MAGA Inc. afiliado a Trump en anuncios contra DeSantis en lo que va de año ya superó todo lo que el grupo de Trump gastó en campañas para el Senado en las elecciones intermedias de 2022.
“Cuanto más Trump sea capaz de definir a DeSantis desde el principio, hará que salir del agujero sea mucho más difícil en el futuro”, dijo Rob Pyers, que rastrea los datos de campaña y es director de investigación del no partidista California Target Book, que analiza los datos de carrera en el estado. Al mismo tiempo, Pyers advirtió de que si DeSantis se dedica a reñir con Trump y esgrime los mismos argumentos que otros opositores han esgrimido en el pasado, “entonces corre el riesgo de hacer el juego a Trump”.
Un segundo asesor de DeSantis, que no estaba autorizado a hablar en el registro, argumentó que al ir tras DeSantis tan duro, “Trump está alienando a algunas personas” en el partido.
Por eso, dijo el asesor, el equipo de DeSantis excavará en un tesoro de lo que ellos ven como sus mejores argumentos de contraste, incluyendo que el gobernador ganó decisivamente su reelección el otoño pasado, mientras que Trump perdió en 2020, y en 2022, los candidatos que Trump respaldó tenían un récord perdedor. Ese argumento de elegibilidad también implica perfeccionar la teoría de que DeSantis sería más competitivo contra Biden.
Un tercer asesor externo de DeSantis dijo que el equipo anticipa que el impulso de Trump de estar en contra de lo que sea que DeSantis esté a favor -y a favor de lo que sea que él esté en contra- lo va a poner en aprietos, y planean aprovechar esos momentos.
El asesor señaló algunos comentarios de Trump que consideraron pasos en falso, como decir que la prohibición del aborto de seis semanas es “demasiado dura” y su opinión sobre la lucha de Disney, que el equipo de DeSantis consideró que se ponía del lado del presidente Bob Iger.
También se espera que el equipo destaque que DeSantis puede servir durante ocho años completos si es elegido y Trump no. Y se espera que el gobernador esgrima su victoria en el condado de Miami-Dade -territorio históricamente demócrata con un alto porcentaje de votantes latinos- como prueba de que puede ganarse un amplio apoyo incluso después de todas las críticas que recibió por el envío de vuelos de migrantes a Martha’s Vineyard, su enfoque duro para mantener Florida abierta durante la pandemia de COVID-19 o sus guerras con las escuelas por cuestiones transgénero.

“Parte de nuestro objetivo es ganarnos a muchos partidarios de Trump”, indicó el segundo asesor de DeSantis. “Por eso tiene más sentido para nosotros destacar dónde DeSantis puede ser más efectivo”, explicó.
Paul Bentz, un encuestador republicano con sede en Arizona, cree que DeSantis no puede comenzar a la ofensiva porque eso haría que la contienda girara en torno a Trump.
En algún momento, sin embargo, DeSantis tiene que demostrar que puede enfrentarse a Trump, según Bentz.
“No podrá sobrevivir a unas primarias o salir victorioso en unas primarias en las que no reconozca a Trump y, al menos de alguna forma, vaya a por él”, opinó Bentz.
En su mayor parte, el equipo de DeSantis ignora muchos de los desprecios a Trump que se producen a un ritmo regular. “Ron DeSantis cae en la trampa del ratón”, gritaba un comunicado de prensa de Trump la semana pasada tras la noticia de que Disney cancelaba la construcción de un nuevo campus en Florida. “La cultura de perder continúa”, apuntó.
“Creo que eso está alienando a algunas personas que están a la derecha o que están en la valla”, señaló el segundo asesor.
Sin embargo, cuando se le ha confrontado directamente sobre política, DeSantis ha respondido.
La semana pasada, en una rueda de prensa, DeSantis fue preguntado sobre los comentarios de Trump de que el proyecto de ley de aborto de seis semanas que DeSantis firmó en Florida era “demasiado duro".
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“Creo que como residente de Florida no dio una respuesta”, dijo DeSantis sobre Trump. “Firmé la ley, estaba orgulloso de hacerlo. No responde si la firmaría o no”, agregó.
También ha contraatacado en circunstancias más extremas, como en febrero, cuando Trump, en un post de Truth Social, colgó una foto en la que supuestamente aparecía DeSantis con varias mujeres jóvenes e insinuó que el gobernador estaba actuando de forma inapropiada.
“Paso mi tiempo entregando resultados para la gente de Florida, y luchando contra Joe Biden”, dijo DeSantis en respuesta. “No paso mi tiempo tratando de desprestigiar a otros republicanos”, aclaró.