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Pedro Castillo mantiene la ventaja sobre Keiko Fujimori tras haberse autoproclamado ganador en Perú

El margen entre ambos candidatos es estrecho: los separan solo 71,764 votos, a la espera de que el órgano oficial electoral anuncie los resultados definitivos. Castillo, un maestro rural de 51 años, ha prometido reescribir la Constitución que legó Alberto Fujimori si se alza con la presidencia.

Pedro Castillo, autoproclamado ganador de las elecciones presidenciales peruanas la noche del martes, mantiene este miércoles una estrecha ventaja sobre su rival, Keiko Fujimori, a la espera de que finalice el conteo oficial.

El último reporte del miércoles de la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE) señaló que Castillo, candidato izquierdista de Perú Libre, ha recibido hasta ahora el 50,20 % del sufragio (8,735,448 votos).  La hija del exmandatario peruano Alberto Fujimori ha logrado el 49,79 % (8,663,684 votos).

Esto se traduce en una diferencia de apenas 71,764 votos.

A pesar de que el organismo oficial no ha anunciado todavía el resultado definitivo, Castillo se autoproclamó vencedor. “El pueblo ha hablado", dijo a sus seguidores desde el balcón de la sede de su partido en Lima.

"Seremos un Gobierno respetuoso de la democracia, de la Constitución actual y haremos un Gobierno con estabilidad financiera y económica”, añadió el maestro rural de 51 años.

Keiko Fujimori, candidata a la presidencia de Perú
Keiko Fujimori, candidata a la presidencia de Perú, saluda a sus seguidores tras votar en Lima, el 6 de junio de 2021.AP

Fujimori, de 46 años, se adelantó en el escrutinio con los votos de las grandes ciudades y los peruanos que viven en el exterior, un apoyo crucial con el que confiaba remontar en el último tramo del conteo. De los más de 320,000 residentes en el extranjero, más de 200,000 votaron por la candidata (52.2%), según la ONPE.

Pero Castillo, novato en política, recibió el respaldo masivo de las áreas rurales y selváticas, cuyo voto fue el último en incorporarse al recuento, tal y como adelantó el órgano electoral. Estos sufragios impulsaron al candidato de Perú Libre al frente de la carrera presidencial en las últimas horas.

Denuncia de fraude

Mientras el líder de izquierda avanzaba en el escrutinio, Fujimori denunció un supuesto “fraude sistémico” al detectar una serie de irregularidades en el conteo, aunque no aportó pruebas ni dio más detalles.

El margen entre ambos se ha ido estrechando con el paso de las horas. En el primer informe de la ONPE ofrecido a última hora del domingo, Fujimori se adelantaba con el 53% de los votos frente al 47% de su rival. Dos días después la diferencia es de apenas unos miles de sufragios.

La primera ministra del país, Violeta Bermúdez, pidió a los ciudadanos que esperen los resultados oficiales del balotaje antes de festejar el triunfo de alguno de los dos candidatos. 

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Más de 25 millones de peruanos fueron llamados a la segunda vuelta para elegir al nuevo presidente del país. El próximo mandato irá del 28 de julio, cuando termina la presidencia de Francisco Sagasti, a julio de 2026.

Castillo, quien hasta hace poco se desempeñaba como maestro de primaria en el tercer distrito más pobre del país en los Andes, fue el inesperado ganador de la primera vuelta de abril, a la que concurrieron 18 candidatos. Es hijo de padres analfabetos y entró en la política tras una huelga de profesores.

Aunque ha moderado su discurso sobre la nacionalización de sectores importantes de la economía, afirma que reescribirá la Constitución que legó Alberto Fujimori.

El maestro, quien ha hecho campaña con un sombrero de palma y a menudo carga un gran lápiz, el símbolo de su partido, obtuvo casi 19% de los votos, seguido de Fujimori con el 13.4%.

Ambos han prometido vacunas contra el COVID-19 para toda la población y presentado otras estrategias para aliviar la emergencia sanitaria, que ha matado a más de 180,000 personas en Perú y empujado a millones a la pobreza.

Las elecciones se han celebrado justo días después de que el Gobierno duplicara la cifra de fallecidos por el coronavirus tras revisar sus datos.

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La pandemia no solo ha colapsado la infraestructura médica y los cementerios de Perú, sino que también ha dejado a millones de desempleados, ha puesto de relieve las desigualdades de larga data en el país y ha profundizado la desconfianza de los ciudadanos hacia el Gobierno, luego de que se supiera sobre una campaña secreta de vacunación para las personas mejor conectadas políticamente.

Fujimori, una figura controversial

En medio de protestas y acusaciones de corrupción, el país sudamericano pasó por tres presidentes en noviembre. Ahora, los analistas advierten que esta elección podría ser otro punto de inflexión para las frustraciones latentes de la gente y generar más inestabilidad política.

“Creo que si Castillo gana, las personas que apoyan a Fujimori o apoyan la continuación en cierta medida del modelo económico pueden protestar”, dijo a la agencia de noticias The Associeted Press Claudia Navas, analista de la firma global Control Risks.

Pero Navas subrayó que "evolucionará un escenario más complejo si Fujimori gana porque Castillo ha podido generar un discurso que ha funcionado bien en algunas comunidades rurales con respeto a la brecha social y diciendo que las élites políticas y económicas han orquestado las cosas para permanecer en el poder y mantener las desigualdades sociales”.

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Entre los partidarios de Fujimori se encuentran los jugadores más adinerados de la selección nacional peruana de fútbol y el principal escritor del país y ganador del premio Nobel de literatura, Mario Vargas Llosa.

Vargas Llosa, quien perdió una elección presidencial hace tres décadas contra el padre de la candidata, Alberto Fujimori, ha pasado de llamarla “la hija del dictador” en 2016 a considerarla el baluarte de “la libertad y el progreso” frente a “la amenaza comunista” de Castillo.

Fujimori fue encarcelada en noviembre de 2018 como parte de una investigación sobre corrupción, aunque fue liberada un año después. En enero de 2020 volvió a ingresar, pero recobró la libertad en mayo.

Su padre, quien gobernó entre 1990 y 2000, cumple una sentencia de 25 años por corrupción y la matanza de 25 personas. Su hija ha prometido liberarle si gana.

Entre los simpatizantes de Castillo se encuentran el expresidente de Bolivia Evo Morales y el expresidente de Uruguay José Mujica, quienes en una conversación vía Facebook le dijeron a Castillo el jueves que "no caiga en el autoritarismo".

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Perú es el segundo exportador de cobre del mundo y la minería representa casi el 10% de su producto interno bruto y el 60% de sus exportaciones, por lo que la propuesta inicial de Castillo de nacionalizar la industria minera del país hizo sonar las alarmas entre los líderes empresariales.

Pero independientemente de quién gane estas presidenciales, los inversores seguirán nerviosos.

“Fujimori es una figura controversial que está siendo investigada por corrupción. Dada la historia reciente de Perú, no es difícil imaginar que eso podría provocar un proceso de destitución”, afirmó a The Associated Press Nikhil Sanghani, analista económica en Capital Economics.

Con información de The Associated Press, Efe y El Comercio.