Por Jeff Walker - The Associated Press
Harleigh Walker, de 15 años, pasa su tiempo después de la escuela como muchas chicas de su edad: haciendo los deberes, escuchando a Taylor Swift, coleccionando discos y saliendo con sus amigos.
Pero este año, en sus vacaciones de primavera, también intentó persuadir a los miembros de la Cámara de Representantes y del Senado en Alabama para que rechacen la legislación que prohíbe los medicamentos de afirmación de género para los niños transgénero menores de 19 años, como ella.
No tuvo éxito. El jueves, los legisladores estatales aprobaron la medida, y la gobernadora Kay Ivey la convirtió en ley el viernes, lo que significa que el médico de Harleigh podría ir a la cárcel si sigue recetándole medicamentos bloqueadores de testosterona.
"Honestamente, estoy un poco asustada", dijo Harleigh el jueves después de saber que el proyecto de ley había sido aprobado. "Pero vamos a seguir luchando, pase lo que pase".
Dijo que mantiene la esperanza de que el proyecto de ley sea bloqueado por un tribunal.
Alabama es uno de los múltiples estados controladas por republicanos que han presentado proyectos de ley no solo para bloquear este tipo de tratamiento médico, sino para prohibir que los niños transexuales utilicen los baños escolares o jueguen en equipos deportivos que no se correspondan con su sexo de nacimiento.
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El proyecto de ley de medicamentos de Alabama es uno de los de mayor alcance: abriría la posibilidad de que los médicos cumplan condenas de cárcel de hasta 10 años por prescribir bloqueadores puberales o tratamientos hormonales a niños trans menores de 19 años.
"Creo firmemente que si el buen Dios te hizo niño, eres niño, y si te hizo niña, eres niña", aseguró Ivey, que se enfrenta a unas primarias en mayo con otros oponentes conservadores.
"Deberíamos proteger especialmente a nuestros niños de estos medicamentos y cirugías radicales que alteran la vida cuando están en una etapa tan vulnerable. En su lugar, centrémonos en ayudarles a desarrollarse adecuadamente hasta convertirse en los adultos que Dios quiso que fueran".
Ivey también firmó una medida separada que requiere que los estudiantes usen los baños que se alinean con su certificado de nacimiento y prohíbe la instrucción de género e identidad sexual en los jardines infantiles hasta el quinto grado.
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Cathryn Oakley, directora legislativa estatal y consejera principal de Human Rights Campaign, un grupo nacional de defensa de la comunidad LGBTQ, calificó las nuevas leyes de "impresionantemente crueles y cobardes" y "el paquete legislativo más antitransgénero de la historia".
Varias organizaciones se comprometieron el viernes a presentar rápidamente una demanda contra las medidas en los tribunales.
Oakley y otros opositores afirman que la salud de los transexuales se está utilizando como una cuestión política deliberada para motivar a una base de votantes, del mismo modo que dicen que se han empleado los proyectos de ley sobre la teoría racial crítica. Numerosas legislaturas controladas por los republicanos han propuesto proyectos de ley para bloquear su enseñanza en las escuelas públicas.
Las medidas han provocado una rápida reacción de los expertos médicos, la Administración del presidente Joe Biden, el Departamento de Justicia de Estados Unidos y las familias de los jóvenes trans.
El mes pasado, el Departamento de Justicia envió una carta a los 50 fiscales generales de los estados, advirtiéndoles de que impedir que los jóvenes transgénero y no binarios reciban atención para la afirmación de su género podría constituir una infracción de las protecciones constitucionales federales.
"Mi hijo no es un instrumento político. Esta no es una lucha justa para elegir a los niños vulnerables", dijo Vanessa Finney Tate, la madre de un niño trans de 13 años en Birmingham, Alabama, después de testificar en una audiencia legislativa pública sobre el proyecto de ley que bloquearía a los estudiantes el uso de los baños correspondientes a su género.
El padre de Harleigh, Jeff Walker, señala que muchos de los mismos legisladores de Alabama que apoyaron la prohibición del tratamiento médico de afirmación de género, se opusieron a las vacunas contra el COVID-19 y afirmaron que "es tu cuerpo y tu elección". Aseguró que la familia está ahora luchando por encontrar otro estado donde pueda continuar con la atención médica de Harleigh.
"No queremos que la gente se entrometa en nuestra atención médica", aseguró.
Grupos médicos como la Academia Estadounidense de Pediatría se han opuesto públicamente a los esfuerzos para prohibir la atención médica de afirmación de género.
"Los cuidados de afirmación del género benefician la salud y el funcionamiento psicológico de los jóvenes transgénero y de género diverso", dijo la Sociedad Endocrina en un comunicado. "Cuando no se respeta la identidad de género de un individuo y éste no puede acceder a la atención médica, puede dar lugar a puntuaciones más altas de problemas psicológicos y aumentar el riesgo de que la persona cometa suicidio u otros actos de autolesión".
La organización señala que sólo se recomiendan los bloqueadores reversibles de la pubertad para los adolescentes más jóvenes, mientras que los adolescentes de más edad podrían recibir terapia hormonal.
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Harleigh recibió la medicación, que le impide pasar por la pubertad masculina, solo después de consultar con un equipo de médicos durante años. Dijo que es "extraño" ver a los legisladores sin experiencia médica llamar a su medicación "abuso de menores", cuando seis médicos han acordado que debe tenerla.
Angus, un adolescente trans de 16 años que pidió que no se utilizara su apellido debido al acoso que ha recibido en su ciudad del norte de Alabama, afirmó que en la pubertad supo que el espejo reflejaba "un cuerpo que no era el mío".
Tras contarle sobre su identidad sexual a su madre, empezó a tantear el terreno poco a poco: vestirse de hombre, cambiar su nombre. Sólo después de años de hablar con un equipo de médicos, pudo conseguir recientemente medicamentos para detener sus periodos menstruales. El siguiente paso, que está deseando empezar, sería una pequeña dosis de testosterona.
“Llevo siete años esperando para hacer la transición al hombre que siempre he sabido que soy" aseguró Angus.
Dijo que los proyectos de ley para bloquear estos tratamientos están perjudicando, no protegiendo a los jóvenes trans.
"El Gobierno dice: 'Oh, los padres están abusando de sus hijos al permitirles la transición'", afirmó. "En realidad, es más abuso infantil no dejarles hacer la transición. Lo que realmente hacen estos proyectos de ley es poner en peligro la vida de los jóvenes porque las tasas de suicidio aumentarán exponencialmente. Y muchas familias perderán a sus hijos".
Prohibiciones similares están avanzando en otros estados.
En Texas, el gobernador republicano Greg Abbott ordenó a la agencia de bienestar infantil del estado que investigue como abuso el cuidado de los niños que se han sometido a un procedimiento para confirmar su género.
Una ley en Arkansas prohíbe los medicamentos de afirmación. Sin embargo, esa ley ha sido bloqueada por un tribunal.
Los jóvenes trans de muchos estados republicanos dicen que se sienten atacados, frustrados, traicionados y asustados por la oleada de legislaciones contra ellos.
"Se siente como una puñalada por la espalda", dijo Harleigh. "He vivido en este estado. Que digan: 'Bueno, sabes qué, este es un tema que es muy popular en mi lado del pasillo, así que voy a plantearlo y apoyarlo porque me ayudará a ganar mi elección', simplemente duele verlos hacer eso".