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Las empresas de Trump se beneficiaron de los préstamos PPP para pequeños negocios por la pandemia

El propósito de las ayudas económicas era prevenir despidos, pero muchos de los fondos fueron dados a lugares no registrados como negocio o a restaurantes ubicados en torres de Trump donde, si acaso, se mantuvieron un puñado de empleos.

Por Ben Popken y Andrew W. Lehren - NBC News

Después de meses de litigación para que la Administración de Pequeños Negocios hiciera públicos los datos sobre quiénes se beneficiaron de los programas de alivio económico por la pandemia de coronavirus, por fin se dio a conocer una base de datos de las empresas que recibieron préstamos PPP (del Programa de Protección de Nómina) y EIDL (de desastre por daño económicos, por sus siglas).

Esos datos son los más completos hasta la fecha sobre el reparto de más de 700,000 millones de dólares en préstamos que no eran de reembolso obligatorio, los cuales fueron establecidos por el Congreso y firmados por el presidente,  Donald Trump, en primavera para facilitar que las compañías hicieran ciertos pagos, como los sueldos, la renta, los servicios y los intereses hipotecarios.

El análisis de la base de datos hecho por NBC News, cadena hermana de Noticias Telemundo y una de 11 redacciones que demandó para que los registros fueran públicos, despierta dudas sobre qué tan igualitaria y justa fue la distribución de los fondos.

Varias propiedades de la Organización Trump y de Kushner Companies (de la familia del yerno de Trump, Jared Kushner) se beneficiaron.

Los datos muestran que:

  • Más de 25 de los préstamos de PPP con un valor mayor a 3.65 millones de dólares fueron otorgados a empresas que tienen dirección en propiedades inmobiliarias de Trump y de Kushner, por lo que les pagan renta a ellos. Quince de las propiedades reportaron que con el préstamo solo mantuvieron a una persona empleada, en ocasiones a ninguna y en otros casos ni siquiera reportaron si hubo beneficio de nómina.
  • Los préstamos dirigidos a las propiedades de Trump y de Kushner incluyeron uno de 2,164,543 dólares a Triomphe Restaurant Corporation, ubicado en la Torre y Hotel Internacional Trump en Ciudad de Nueva York. Esa empresa restaurantera registró que el préstamo no fue dedicado a mantener ningún empleo, y la compañía después cerró.
  • Dos arrendatarios en la Torre Trump, en el número 725 de la Quinta Avenida, recibieron más de 100,000 dólares y solamente mantuvieron a tres empleados. Cuatro arrendatarios en el número 666 de la Quinta Avenida, torre propiedad de Kushner, recibieron en conjunto más de 204,000 dólares y solamente retuvieron a seis empleados.
  • Otra empresa, llamada LB City Inc. y que está ubicada en el Hotel Bungalow de Kushner en Nueva Jersey, recibió un préstamo de 505,552 dólares que utilizó para salvaguardar 155 empleos.

En los datos revelados el martes también hay señales preocupantes de malos manejos.

Más de 100 préstamos fueron hechos a compañías que ni siquiera dieron su nombre como empresa, que están registradas como “sin nombre disponible” o que tenían dados de alta errores en la solicitud, como supuestos nombres de empresa que parecen ser fechas o números telefónicos.

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Más de 300 compañías parecen haber recibido un monto mayor a 10 millones de dólares cada una por medio de préstamos dados a subsidiarias. Ninguna empresa debía recibir más de 10 millones por conglomerado, excepto los de industria de alimentos, hospitalidad u hotelería.

Los datos hechos públicos de inmediato despertaron cuestionamientos de grupos que revisan la actuación del Gobierno y buscan rendición de cuentas.

“Muchos meses después, y tras varias promesas rotas, la publicación de estos datos clave, que tuvo que ser ordenada por un tribunal y mientras el Gobierno de Trump ya va de salida, es un abandono terrible del deber. Y se muestran malos manejos flagrantes de un programa que millones de trabajadores y de pequeñas empresas realmente necesitaban para sobrevivir a la pandemia”, dijo en un comunicado Kyle Herrig, presidente del grupo Accountable.US.

Las gestiones en contraste a la intención original

La idea detrás de los PPP, según los funcionarios, era ayudar a pequeñas empresas a pagar su nómina si estaban teniendo dificultades por las consecuencias económicas de la pandemia y de los resultantes cierres.

Los préstamos pretendían ser un puente para sobrellevar el verano, cuando se esperaba que en el otoño hubiera un mejor ambiente económico y de salud.

Sin embargo, prácticamente desde el principio de los programas, sobre todo del PPP, hubo críticas debido a cómo se estaban administrando y dudas de si realmente había un criterio justo para el reparto.

Los grandes bancos nacionales en un inicio solamente les dieron préstamos a los clientes con los que ya tenían una relación prestamista. Varias compañías con dueños latinos, negros o asiáticos tuvieron un acceso muy limitado a los préstamos y se vieron forzadas a encontrar otros mecanismos de financiamiento.

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También hubo muchas dudas sobre qué definían las autoridades como una “pequeña empresa” dado que la industria hotelera y restaurantera negoció para que las compañías que iban a recibir el pago pudieran tener hasta 500 empleados, cuando el 98% de las pequeñas empresas en Estados Unidos tienen menos de 100 personas en la nómina.

La Administración de Pequeñas Empresas (SBA, en inglés) intentó atender las quejas, como establecer que los bancos comunitarios tuvieran un día específico para realizar sus solicitudes de los préstamos que les habían pedido. Pero hasta eso superó los sistemas de SBA.

Todos esos problemas recalcaron la necesidad de que hubiera transparencia en los datos.

No obstante, en contraste a los programas pasados de rescate financiero desde el Gobierno, SBA dio a conocer muy pocos detalles (supuestamente por razones de privacidad). Por ejemplo, no dio a conocer los nombres ni direcciones de empresas que habían recibido préstamos menores a 150,000 dólares y en vez de revelar qué cantidad exacta se le extendió a ciertas compañías solamente divulgó rangos.

Expertos lamentan la tardanza

La SBA defendió su manejo del programa el martes, cuando hizo públicos los datos.

“Los programas de alivio ante el COVID, históricamente exitosos, de SBA ayudaron a millones de pequeñas empresas y a decenas de millones de trabajadores estadounidenses cuando más lo necesitaban”, aseguró un vocero de SBA.

Pero los grupos que se dedican a revisar que el Gobierno sí esté cumpliendo promesas, que revisaron a fondo los datos hechos públicos en bases como SearchPPP.com, lamentaron de inmediato que en realidad la mala suerte que padecieron ya muchas pequeñas empresas parece ser porque la SBA no administró bien el programa.

“Apenas ahora, cuando la forzaron a hacerlo y cuando cientos de miles de pequeñas empresas se han hundido con millones de dólares de los contribuyentes desperdiciados, es cuando esta Administración desvela todas las malas prácticas que hizo a puerta cerrada”, dijo Herrig, de Accountable.US.

“Los estadounidenses merecían un programa de alivio para empresas pequeñas que fuera abierto y transparente desde que empezó la pandemia”, agregó, “y cualquier programa de ayudas en el futuro necesita aprender de las lecciones que deja el fracaso rotundo de este”.