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La reforma migratoria depende de un dictamen clave en el Senado: “Es la mejor oportunidad que hemos tenido en 20 años”

Más de ocho millones de indocumentados pueden obtener un camino a la ciudadanía gracias a un proyecto de ley impulsado por los demócratas: sólo queda un obstáculo.

Por Sahil Kapur - NBC News

El senador demócrata Dick Durbin lleva dos décadas tratando de conseguir un camino hacia la ciudadanía para los dreamers. Ahora cree que está más cerca que nunca de  lograrlo.

Pero todo depende de una decisión de procedimiento misteriosa en manos de la parlamentaria del Senado, Elizabeth MacDonough, que debe dictaminar si los cambios en la ley de inmigración propuestos son aceptables dentro del proceso presupuestario a prueba del filibusterismo que los demócratas están utilizando para aprobar un proyecto de ley multimillonario.

"Me quita el sueño", dijo Durbin a NBC News, "es la mejor oportunidad que hemos tenido en 20 años".

Los demócratas quieren permitir que cuatro categorías de personas que están en Estados Unidos legalmente puedan solicitar la residencia permanente: los beneficiarios de DACA, los beneficiarios del Estatus de Protección Temporal (o TPS), los trabajadores agrícolas y los trabajadores esenciales.

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El viernes pasado, los demócratas presentaron su caso a la parlamentaria a puerta cerrada de por qué esta política cumple. No está claro cuándo llegará el dictamen, pero se preparan para ello tan pronto como esta semana.

Los demócratas argumentan que la reforma migratoria tendría un impacto directo y sustancial en los ingresos a través de las tasas por el costoso proceso de solicitud y los impuestos que pagarían los inmigrantes, que según los defensores podrían generar más de 100,000 millones de dólares a largo plazo.

Citan el precedente de hacer cambios en materia de inmigración en la reconciliación presupuestaria, incluido uno de 2005 sobre la recuperación de tarjetas de residencia no utilizadas.

Los miembros del personal demócrata salieron optimistas de que habían presentado un caso sólido, según fuentes familiarizadas con la reunión. Pero Durbin, demócrata por Illinois y presidente del Comité Judicial, ya ha estado a punto de fracasar en materia de inmigración.

"No sé cuál puede ser su dictamen", dijo Durbin. Los precedentes forman "parte de nuestro argumento", agregó, pero "no sé qué puede convencerla".

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La Cámara de Representantes ya ha comenzado a avanzar su legislación sobre inmigración a nivel de comité. 

El senador demócrata por California Alex Padilla dijo que hay nerviosismo entre los defensores de la propuesta migratoria y "justificadamente".

"Hemos visto que la gente lo intenta y se queda corta una y otra vez", y añadió que este es un momento único que crea la "necesidad de hacer esto a través del [proceso] de reconciliación".

Los republicanos expusieron a la parlamentaria el caso contrario, argumentando que los cambios en materia de inmigración no tienen nada que ver con la política de impuestos o de gastos y que, por tanto, deben ser declarados inelegibles.

"Espero que falle a favor de nosotros. Esto no es una cuestión presupuestaria, es un cambio político importante", dijo el senador Lindsey Graham, republicano por Carolina del Sur y principal republicano en la Comisión de Presupuesto. "Y ya veremos", señaló.

"Si se da la legalización sin seguridad fronteriza, se tiene otra carrera en la frontera", dijo, "eso sería el fin de la reforma migratoria bipartidista durante mucho tiempo".

El senador republicano por Texas John Cornyn añadió: "Se trata de un cambio de ley grande y sustancial. No va a tener éxito".

Si la parlamentaria lo descarta, el Congreso tendría que seguir con la legislación de inmigración a través del proceso regular, que requiere 60 votos en el Senado para derrotar un filibusterismo. Eso significa conseguir al menos 10 votos republicanos, lo que es extremadamente poco probable en las medidas de legalización que quieren los demócratas.

Los intentos de los tres últimos presidentes fracasaron y los dos partidos se distanciaron aún más con el expresidente Donald Trump: los demócratas en una dirección más pro-inmigración, los republicanos en una dirección cada vez más anti-inmigración.

Los defensores de la inmigración ven el proyecto de ley de reconciliación como la mejor —si no la única— oportunidad en el futuro próximo.

"Este es el momento clave. Mucha gente está viviendo esto personalmente —no quisiera hablar de la profundidad de su ansiedad, excepto para decir que es tremenda", dijo Todd Schulte, el presidente del grupo pro-inmigración FWD.us.

"Es necesario que esto se produzca por la vía de la reconciliación, en parte porque conseguir más de 10 republicanos y unos 50 demócratas es un verdadero, verdadero, verdadero reto. Y eso es quedarse corto", agregó.

"Es lamentable que no haya votos bipartidistas para esto ahora", concluyó.

El líder de la mayoría demócrata del Senado, Chuck Schumer, demócrata por Nueva York, dijo que no está seguro de cuándo o cómo fallará la parlamentara, pero que si decide permitir las disposiciones sobre inmigración, el partido tendrá 50 votos a favor.

"Creo que toda nuestra bancada apoya la reforma migratoria, absolutamente", dijo a los periodistas el martes.

El líder de la minoría republicana del Senado, Mitch McConnell, dijo que "ambas partes están de acuerdo" en que la parlamentaria tienen la "última palabra" sobre si la inmigración u otras disposiciones cumplen con las reglas.

"No se puede culpar a la otra parte por tratar de utilizar la reconciliación tan ampliamente como quieran", dijo a los periodistas el martes. "Esa es siempre la tentación, que la mayoría utilice el proceso de reconciliación, pero acatar la decisión de los parlamentarios es esencial para el funcionamiento del Senado", agregó.

Aun así, los demócratas dicen estar dispuestos a ajustar la propuesta para satisfacer a la parlamentaria, si es necesario.

"Este no es un acuerdo de una sola vez y planeamos buscar otras opciones en el Senado", dijo Kerri Talbot, subdirectora del grupo de defensa Immigration Hub, que trabajó en la legislación integral de inmigración en 2013 como asesora principal del senador demócrata por Nueva Jersey Bob Menéndez.