Por Darlene Superville - The Associated Press
La primera dama de Estados Unidos, Jill Biden, ofreció uno de los indicios más claros hasta la fecha de que el presidente, Joe Biden, competirá para un segundo mandato, al asegurar el viernes en una entrevista exclusiva con la agencia de noticias The Associated Press que “prácticamente” solo falta determinar el momento y el lugar del anuncio de su candidatura.
Aunque Biden lleva mucho tiempo expresando su intención de presentarse para la reelección, aún no lo ha hecho oficial, y se ha esforzado en disipar las dudas sobre si su edad le impedirá seguir ejerciendo como presidente. Biden tendría 86 años al final de un segundo mandato.
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“¿Cuántas veces tiene que decirlo para que lo crean?”, aseguró la primera dama desde Nairobi, la capital de Kenia, la segunda y última escala de su viaje de cinco días a África. “Dice que no ha acabado. No ha terminado lo que empezó. Y eso es lo importante”, añadió.

Horas más tarde, en una entrevista con la cadena ABC News, el presidente fue consultado sobre los comentarios de su esposa y respondió entre risas. “Dios, la amo. Mira, lo que dije fue en serio, tengo otras cosas que terminar antes de meterme de lleno en la campaña”.
Los asesores de Biden han dicho que es probable que el anuncio ocurra en abril, después del cierre del primer trimestre de recaudación de fondos, que coincide más o menos con el momento en que el expresidente Barack Obama lanzó oficialmente su campaña de reelección.
Desde hace tiempo la primera dama ha sido descrita como una figura clave en la órbita de Biden mientras él planea su futuro.
“Soy su esposa”, dijo entre risas.
Biden esquivó la pregunta sobre si ella tiene un voto decisivo para decidir si el presidente se presenta a la reelección.
“Por supuesto que me escuchará, porque somos un matrimonio”, afirmó, pero “él decide por sí mismo, créanme”, añadió.
La amplia entrevista coincidió con el aniversario de la invasión rusa a Ucrania, y Biden recordó su viaje al país en mayo pasado para reunirse con la primera dama, Olena Zelenska.
Allí visitaron una escuela que servía para ayudar a los desplazados que huían de los combates. Algunas de las familias, contó Biden, se habían escondido bajo tierra durante semanas antes de escapar.
“Entonces pensamos: ¿cuánto tiempo puede durar esto? Y aquí estamos, un año después”, lamentó. “Y mira lo que ha hecho el pueblo ucraniano. Son tan fuertes y resilientes, y están luchando por su país”.
“Todos esperamos que esta guerra termine pronto, porque todos los días vemos los daños, la violencia, el horror en nuestros televisores”, añadió. “Y simplemente no podemos creerlo”.
Su diagnóstico de cáncer y su rol como educadora
Jill Biden también habló por primera vez de su diagnóstico de cáncer de piel, que llevó a los médicos a extirparle múltiples lesiones cancerosas en enero.
“Pensé que era algo que tenía en el ojo”, explicó. “Pero luego (los médicos) dijeron que no, que era basocelular”. Este tipo de cáncer en la piel usualmente aparece en las partes del cuerpo expuestas al sol como la cabeza y el cuello, explica la Clínica Mayo.
Los doctores le examinaron el pecho y confirmaron que “sin duda era basocelular”.
“Así que tengo suerte”, afirmó la primera dama. “Créanme, tengo mucha suerte de que lo hayan detectado, lo hayan extirpado y esté sana”.
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La concienciación sobre la detección temprana del cáncer ha sido uno de los pilares de su labor durante años, incluso antes de la muerte de Beau Biden, hijo del presidente, a causa de un tumor cerebral hace casi una década. La primera dama suele decir que las peores palabras que alguien puede oír son “tienes cáncer”.
Cuando le tocó a ella escuchar a un médico decirlo “fue más duro de lo que pensaba”, admitió.

Ahora es “muy cuidadosa” con la protección solar, sobre todo cuando está en la playa, que describió como “uno de mis lugares favoritos del mundo”.
"No creo en la prohibición de libros"
Biden es la única primera dama que, además de sus tareas oficiales, continúa su carrera profesional dando clases de escritura e inglés a estudiantes de escuelas comunitarias. A sus 71 años, afirmó que no está preparada para pensar en la jubilación.
“Sé que sabré cuándo es suficiente”, señaló. “Pero aún no lo es”.
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Comentó que dejó planes detallados de sus lecciones para un profesor sustituto y que ha estado enviando mensajes de texto a sus alumnos mientras viajaba. Tiene previsto volver a las aulas a las 8:00 de la mañana del martes, después de regresar de África alrededor de las 3:00 de la madrugada del lunes.
La educación ha sido un punto álgido en la política estadounidense, especialmente con activistas y políticos conservadores que intentan limitar el debate sobre la raza y la sexualidad en las aulas.
“No creo en la prohibición de libros”, manifestó. “Creo que los profesores y los padres pueden trabajar juntos y decidir lo que se debe enseñar a los niños”, añadió.
Durante la entrevista, Biden reflexionó sobre el legado del expresidente Jimmy Carter, que recientemente comenzó a recibir cuidados paliativos en su hogar. El Centro Carter, que él fundó tras dejar la Casa Blanca, fue clave para ayudar a erradicar el parásito del gusano de Guinea en países africanos.
“Es el ejemplo perfecto”, afirmó. “Es un hombre tan humilde. No salió a gritar: ‘Miren lo que he hecho’. Simplemente hizo el trabajo”.
La primera dama recordó que Carter y su esposa, Rosalynn, se pusieron en contacto con ella en la víspera de la toma de posesión de Biden hace dos años.
“Me llamaron para felicitarme”, contó. “Significó mucho para mí y para Joe”. También habló de su visita a los Carter en su casa en la ciudad de Plains, Georgia, al principio de la presidencia de Biden.
“No es solo que aquí haya dos presidentes. Son dos amigos”, señaló. “En realidad, cuatro amigos que se han apoyado mutuamente a lo largo de los años”.