La Cámara de Representantes votó este miércoles a favor de crear un nuevo comité para investigar el ataque al Capitolio el pasado 6 de enero.
Con 222 votos de los demócratas contra 190 de los republicanos, la medida se aprobó en líneas partidistas. Los que se opusieron objetaron que la comisión estará integrada por una mayoría demócrata. En el Senado se había propuesto crear una comisión equitativamente bipartidista, pero los republicanos en esa cámara la objetaron.
La ley aprobada faculta a la presidenta de la Cámara de Representantes, la demócrata Nancy Pelosi, para nombrar a los 13 miembros del comité y su presidente, de los cuales cinco serán designados después de consultar al líder republicano en la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy, aliado de Trump y quien se ha opuesto a investigar el asalto al Capitolio.
El comité también tendrá el poder de citar testigos y documentos.
A principios de este mes, Pelosi anunció que el panel "complementaba, no reemplazaba" la comisión bipartidista que ya fue aprobada en el Senado y luego fue bloqueada por los republicanos de esa cámara en mayo.
La legislación anterior, que habría establecido un panel bipartidista para examinar el ataque, falló en un obstáculo procesal clave después de que 54 senadores votaron a favor, por debajo de los 60 votos necesarios.
No ha habido avances en convencer a suficientes senadores republicanos para que apoyen la legislación y pongan fin al filibusterismo, una táctica de objeción parlamentaria que ha derivado en la necesidad de obtener 60 votos para pasar algunas leyes en el Senado.
Los demócratas han estado presionando para que se investigue el ataque al Capitolio, mientras que muchos republicanos han argumentado que el proceso se politizaría demasiado.
Pelosi podría considerar qué miembros republicanos se agregarán al panel, como la representante Liz Cheney, republicana por Wyoming, y Adam Kinzinger, republicano por Illinois. Sin embargo, los líderes del Partido Republicano no han dicho si los miembros de su organización participarán.

El 6 de enero cientos de seguidores de Trump irrumpieron en la sede del Congreso, cuando se celebraba una sesión conjunta de las dos cámaras para ratificar la victoria del demócrata Joe Biden en los comicios de noviembre pasado.
Cinco personas murieron y cerca de 140 agentes fueron agredidos por partidarios de Trump, que iban armados con hachas, bates, palos de hockey y otras armas, según datos de las autoridades.
El Departamento de Justicia reveló a principios de junio que cerca de 440 personas han sido imputadas por cargos relacionados con el asalto de enero, incluidas unas 125 por agresión a la autoridad.
Con información de NBC News y EFE.