Por Dareh Gregorian - NBC News
La Cámara de Representantes aprobó este jueves una resolución que declara en desacato a Steve Bannon, exasesor del expresidente Donald Trump, y pide al Departamento de Justicia que le procese penalmente por su negativa a cooperar en la investigación parlamentaria sobre el asalto del 6 de enero al Capitolio.
La resolución fue aprobada por 229 votos a favor, la mayoría demócratas, y 202 en contra, todos ellos de republicanos. Nueve republicanos votaron a favor de la medida. Greg Pence, republicano por Indiana y hermano del ex vicepresidente Mike Pence, no votó.
“Steve Bannon nos ha empujado a este camino al negarse a cooperar con nuestra investigación”, dijo antes de la votación Bennie Thompson, demócrata por Mississippi y presidente del comité de la Cámara de Representantes que investiga los disturbios.
Thompson explicó que la comisión necesita hablar con Bannon porque puede tener información muy importante sobre los intentos para obstaculizar el recuento de votos electorales que se iba a celebrar el 6 de enero en el Congreso y que fue interrumpido por el asalto violento de seguidores de Trump incitados por el expresidente.
En un podcast del 5 de enero, Bannon declaró: “Todo el infierno se va a desatar mañana (...) Mucha gente dijo: ‘Si estuviera en una revolución, estaría en Washington’. Bueno, este es su momento en la historia”.
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Bannon, que se reunió con Trump y sus principales aliados antes del 6 de enero, rechazó la solicitud de la comisión para testificar y entregar documentos sobre lo que sabía acerca de los disturbios. Su abogado argumentó que no debía cumplir con la citatoria porque Trump podría invocar el privilegio ejecutivo.
Los miembros del comité dijeron que él todavía tenía la obligación de comparecer, testificar y presentar los documentos pertinentes.
“Bannon está solo en su desafío y no lo toleraremos”, manifestó Thompson. “Tenemos que dejar claro que ninguna persona está por encima de la ley”, agregó.
Kevin McCarthy, líder de la minoría de la Cámara de Representantes y republicano por California, instó a sus colegas a votar en contra de la decisión de desacato, alegando que el panel había emitido “una citación inválida” debido a la falta de representación republicana en la comisión del 6 de enero.
La presidenta de la Cámara de Representantes, la demócrata Nancy Pelosi, inicialmente ofreció a McCarthy cinco puestos en el comité de investigación, pero él retiró a todos sus elegidos después de que Pelosi rechazara dos de sus opciones.
Pese a ello, la comisión cuenta con dos republicanos, los representantes Liz Cheney por Wyoming y Adam Kinzinger por Illinois, que participan sin la aprobación de la cúpula del partido.
Después de que Pelosi certifique el voto celebrado hoy por escrito, la interposición de una querella penal se remitirá a la oficina del fiscal en Washington, D.C., que entonces decidirá si presenta cargos.
Una condena podría suponer un año de cárcel y una multa de hasta 100,000 dólares. En el pasado, jamás se han levantado cargos penales cuando se ha invocado el privilegio ejecutivo, según los juristas.
A primera hora del día, mientras declaraba ante la Comisión Judicial de la Cámara de Representantes, el fiscal general, Merrick Garland, fue consultado sobre el asunto y dijo: “El Departamento de Justicia hará lo que siempre hace en estas circunstancias”.
“Aplicaremos los hechos y la ley y tomaremos una decisión coherente con los principios de la acusación”, aseguró.