Por Alexandra Jaffe y Christopher Sherman - The Associated Press
En su primer viaje al extranjero como vicepresidenta, Kamala Harris aspira desde este domingo a fortalecer los lazos diplomáticos con México y Guatemala en una visita clave para los esfuerzos del Gobierno de Joe Biden de reducir el éxodo de emigrantes a la frontera, sobre todo cuando las mejoras en la lucha contra la pandemia de coronavirus abocan a un regreso a la normalidad en el procesamiento de solicitantes de asilo.
Harris buscará así un mayor compromiso de los Gobiernos de Andrés Manuel López Obrador, en México, y de Alejandro Giammattei, en Guatemala, para reforzar sus controles fronterizos, pero la corrupción rampante en la región dificulta los acuerdos de ayuda económica, básicos para atender a las raíces de la emigración, según ha reconocido la Casa Blanca.
"La corrupción es un cáncer en la región", afirmó Jason Marczak, director del Centro para América Latina Adrienne Arsht del Atlantic Council. "Abordar esta lacra es fundamental para generar esperanza y crear oportunidades potenciales", agregó.
Marczak señaló que afecta a los derechos humanos, las oportunidades de empleo, el coste de los bienes y mucho más. El empleo, aseguró, vendrá "con la inversión, y la inversión llega cuando hay certeza en el estado de derecho". Sin eso, los esfuerzos para mejorar las condiciones de vida solo pueden llegar hasta cierto punto.
Abril fue el segundo mes de mayor actividad registrado para los niños no acompañados encontrados en la frontera entre Estados Unidos y México, después del máximo histórico de marzo. El número de encuentros de la Patrulla Fronteriza en abril aumentó un 3% con respecto a marzo, marcando el nivel más alto desde abril de 2000.
En los meses transcurridos desde que el presidente le encargó abordar las causas fundamentales de crisis migratoria, Harris ha presentado un enfoque centrado en crear mejores oportunidades y condiciones de vida a través de ayuda humanitaria y económica.
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La vicepresidenta anunció planes para enviar 310 millones de dólares para brindar apoyo a los refugiados y abordar la escasez de alimentos, y recientemente aseguró compromisos de una docena de compañías y organizaciones para invertir en los países del Triángulo Norte para promover oportunidades económicas y formación laboral.
Washington reforzó su diplomacia la seman pasada cuando anunciaron ayuda sanitaria la semana pasada. Giammattei y López Obrador recibieron llamadas de Harris el jueves para comunicarles que Estados Unidos enviaría 500,000 dosis y un millón de dosis, respectivamente, de la vacuna contra el COVID-19.
En Guatemala, Harris planea reunirse también con líderes comunitarios, innovadores y emprendedores. En México, participará en una conversación con mujeres emprendedoras y una mesa redonda con trabajadores.
La vicepresidenta declaró durante una reunión de mayo con líderes de la justicia guatemalteca que la corrupción es un "disuasivo significativo" para la inversión económica allí.
Harris subrayó la necesidad de abordar la corrupción en declaraciones y eventos públicos. En su reunión con varias voces destacadas del sistema de justicia de Guatemala, destacó su trabajo como fiscal y dijo que “la injusticia es una de las causas fundamentales de la migración”.
“Parte de dar esperanza a la gente es tener un compromiso muy específico para erradicar la corrupción en la región”, advirtió.
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Harris también ha planteado el tema durante reuniones virtuales con los líderes de ambos países y los asistentes señalan que lo hará nuevamente durante las reuniones de su viaje.
“Hay factores importantes: desastres naturales, inseguridad alimentaria, la crisis climática, y luego están las causas fundamentales: pobreza, violencia, corrupción”, apuntó el portavoz principal de Harris, Symone Sanders. "Desde la perspectiva de la vicepresidenta, se trata de ayudar a generar esperanza en la región y que, de hecho, es posible tener una vida mejor en casa", añadió.
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El secretario de estado, Antony Blinken, enfatizó el problema durante su propio viaje reciente a Centroamérica. La Casa Blanca emitió un memorando en el que elevaba la corrupción extranjera a un importante problema de seguridad nacional y ordenó a todas las agencias federales que la priorizaran y modernizaran sus herramientas extranjeras para combatir la corrupción.
Eric Olson, director de políticas de la Fundación Internacional de Seattle, que trabaja para promover el buen gobierno en Centroamérica, afirmó que abordar la corrupción requerirá una habilidad diplomática particular. Harris tendrá que responsabilizar a los líderes de Guatemala y México y, al mismo tiempo, generar confianza y la cooperación con las dos naciones.
“El desafío que enfrenta es cómo tener una conversación para mantener la puerta abierta sin ignorar el elefante en la habitación”, señaló.