Por Jonathan Allen, Allan Smith y Ali Vitali - NBC News
WASHINGTON — El mundo político esperó durante el fin de semana a que Ron DeSantis se pronunciara sobre la posible imputación de Donald Trump. Y luego esperó. Y esperó un poco más.
Mientras tanto, los seguidores y acólitos de Trump en las redes sociales se ensañaron con DeSantis, señalando su silencio como complicidad -o al menos indiferencia- ante la persecución de Trump, el líder del Partido Republicano (GOP, por su sigla en inglés) por parte del fiscal de distrito del condado de Nueva York, Alvin Bragg.
Entre bastidores, los ayudantes de Trump avivaron las llamas, apuntaron al gobernador de Florida en comunicados de prensa y vitorearon cuando los influencers del mundo Trump lo vapulearon en las redes sociales Twitter y Truth Social.
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Cuando DeSantis finalmente habló el lunes en una conferencia de prensa en Tallahassee, Florida, disparó contra Bragg — y contra Trump.
“Circo” y “Soros”, dijo DeSantis de la investigación del gran jurado y de George Soros, el multimillonario donante liberal. “Dinero sucio” y “estrella del porno”, añadió, repitiendo la acusación contra Trump.
“No sé lo que va a pasar, pero sí sé esto: el fiscal del distrito de Manhattan es un fiscal financiado por Soros”, afirmó, acusando a Bragg de armar su oficina para ir tras Trump mientras pasa por alto otros delitos. Soros, a través del Color of Change PAC [una organización progresista sin ánimo de lucro de defensa de los derechos civiles en Estados Unidos], apoyó la campaña electoral de Bragg.
Pero DeSantis añadió: “No sé qué hay detrás del pago de dinero a una estrella del porno para asegurar el silencio sobre algún tipo de supuesta aventura. No puedo hablar de eso”.
Fue entonces cuando se desató el infierno en la lucha por la nominación presidencial del Partido Republicano para 2024, señalando el comienzo de la carrera armamentista política que Trump ha estado tratando de encender desde que DeSantis surgió como su principal rival el año pasado.
Trump publicó en Truth Social que sería injusto si DeSantis fuera atacado por grooming [acoso de un adulto sobre un menor con el fin de ganarse poco a poco su confianza para luego involucrarle en una actividad sexual] o por ser gay. El post de Trump no dejaba mucho a la imaginación: incluía una foto de un hombre, supuestamente un DeSantis más joven, de pie con un grupo de mujeres jóvenes, una de las cuales sostiene una botella.
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“Ron DeSanctimonious probablemente se enterará de las FALSAS ACUSACIONES Y LAS HISTORIAS FALSAS en algún momento en el futuro, a medida que se haga mayor, más sabio y más conocido, cuando sea atacado injusta e ilegalmente por una mujer, incluso compañeras de clase que son ‘menores de edad’ (¡o posiblemente un hombre!)”, escribió Trump. “¡Estoy seguro de que querrá luchar contra estos inadaptados igual que yo!”, señaló.
La imagen procede de una entrada de blog de 2021 en una web llamada The Hill Reporter, que supuestamente mostraba una foto de DeSantis con varias mujeres jóvenes durante su breve etapa como profesor de instituto hace más de 20 años. NBC News, cadena hermana de Noticias Telemundo, no ha confirmado la autenticidad de la foto.
El estallido de la guerra política abierta entre los dos políticos tendrá consecuencias de largo alcance para Trump, que lidera en la mayoría de las encuestas nacionales, y DeSantis, que se ha distinguido por delante del resto del campo GOP sin haber anunciado su candidatura. Pero los dos bandos discrepan sobre cómo se ha alterado exactamente la carrera.
Los aliados de Trump creen que el silencio de DeSantis -y su decisión de atacar directamente a Trump por las acusaciones de un romance con la estrella del porno Stormy Daniels- muestran que no está listo para el horario estelar.
“Simplemente no lo tiene en este momento, y este fin de semana lo demostró”, opinó Steve Bannon, el presentador del podcast Bannon’s War Room y exalto asesor de Trump. El comentario sobre Daniels, que Trump niega haberse acostado con él, fue “un golpe bajo desde los asientos baratos”, dijo.
La conferencia de prensa de DeSantis fue “un desastre”, y el 10% de los votantes MAGA de Trump nunca votarían por DeSantis ahora, dijo Bannon.
“Sin el 100% de MAGA, no puedes ganar — pregúntale a [el gobernador de Virginia Glenn] Youngkin”, agregó.
La representante Elise Stefanik de Nueva York, la tercera republicana de la Cámara de Representantes, predijo que DeSantis vería un “deslizamiento” en sus números de encuestas después de los comentarios.
“Ya ha visto una caída en las últimas dos semanas”, declaró Stefanik, una de las primeras partidarias de Trump. “Creo que el presidente Trump seguirá consolidando su posición” en la contienda republicana.
Pero los partidarios de DeSantis vieron la importancia de las idas y venidas bajo una luz diferente.
“Ya es una carrera de dos caballos”, dijo Dan Eberhart, un donante de larga data de DeSantis que lo respalda en las primarias. “Dejando de lado la sustancia de los ataques, el hecho de que Trump vaya tras DeSantis -y nadie más- delata quién le preocupa más”.
Si bien Eberhart dijo que otros republicanos que esperan al margen pueden haber “perdido su ventana” para emerger como contendientes por la nominación, también dijo que la lección del candidato republicano de 2012 Mitt Romney absorbiendo los ataques del presidente Barack Obama ese verano no debería perderse en DeSantis, quien había evitado en gran medida la confrontación directa de Trump hasta el lunes.
“DeSantis no debería ignorarlo durante mucho más tiempo”, dijo Eberhart.
Algunos partidarios de DeSantis temen que pueda verse lastrado por los ataques de Trump antes de que anuncie su candidatura, algo que no se espera que haga hasta dentro de al menos un par de meses.
El exrepresentante, Keith Rothfus, republicano por Pennsylvania, que ha animado a DeSantis a presentarse a la presidencia, dijo que las ramificaciones legales a las que se enfrenta Trump no sólo en Nueva York, sino también en Georgia y en otras investigaciones en curso son “todavía una gran incógnita.” No vio un problema en cómo DeSantis habló sobre el asunto el lunes.
“Se puede criticar al mismo tiempo lo que están haciendo estos enjuiciamientos políticos y cómo socavan el estado de derecho, cómo ponemos el doble rasero de la justicia ... y aún así buscar un nuevo liderazgo que pueda hacer las cosas que necesitamos hacer para drenar realmente el pantano y realmente conseguir que este gobierno vuelva a estar del lado del pueblo estadounidense. No es una disyuntiva", afirmó.
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“Tenemos que seguir adelante y avanzar hacia el futuro”, añadió.
Los portavoces de ambos políticos no respondieron a las llamadas en busca de comentarios el lunes.
Trump, que etiquetó por primera vez a DeSantis como “Ron DeSanctimonioso” días antes de las elecciones de mitad de mandato, le ha atacado repetidamente en los últimos meses, buscando provocar una batalla. El mes pasado, Trump llamó la atención sobre la foto que parecía mostrar a DeSantis con mujeres jóvenes. Este mes, el principal super PAC pro-Trump presentó una queja ante la Comisión de Ética de Florida acusando a DeSantis de violar la ley a través de su “campaña presidencial en la sombra.”
En ambos casos, DeSantis ha mantenido su respuesta más silenciada. Después de que Trump compartiera la foto, el gobernador de Florida declaró a los periodistas que no pasa el tiempo “tratando de desprestigiar a otros republicanos”. En respuesta a la denuncia, Taryn Fenske, su directora de comunicaciones, la describió como un ataque “frívolo y políticamente motivado”.
Muchos líderes republicanos electos han salido en defensa de Trump desde que anunció el sábado, sin pruebas, que espera ser acusado el martes. El exvicepresidente, Mike Pence, que se ha enfrentado a Trump por la insurrección del 6 de enero y estudia una candidatura presidencial, se unió a ese conjunto durante el fin de semana.