Por Carol E. Lee y Ken Dilanian - NBC News
WASHINGTON — Cuando el Departamento de Justicia acusó a tres norcoreanos por cargos de robo cibernético en febrero y un fiscal general adjunto calificó a Corea del Norte como "un sindicato criminal con una bandera", algunos de los principales asesores de seguridad nacional del presidente, Joe Biden, se enfurecieron, según dos altos funcionarios de la Administración.
La retórica, se quejaron los asistentes al Departamento de Justicia, no era del tipo atenuado que los altos funcionarios habían acordado usar unos días antes al hablar públicamente sobre Corea del Norte, y corría el riesgo de contrariar a Pyongyang.
Un alto funcionario dijo que los asesores del Consejo de Seguridad Nacional "no estaban satisfechos con la elección del lenguaje" y expresó su preocupación al Departamento de Justicia de que "iba a provocar a Corea del Norte".
El episodio subraya la preocupación dentro de la Casa Blanca por provocar una crisis inminente con la que el nuevo presidente hasta ahora no ha tenido que lidiar públicamente, y expone las tensiones dentro del Gobierno sobre si es mejor enfrentar o ignorar la amenaza nuclear de Corea del Norte.
Un portavoz del Consejo de Seguridad Nacional declinó hacer comentarios, al igual que el Departamento de Justicia.
El equipo de seguridad nacional de Biden decidió a principios del mes pasado adoptar un tono público más suave hacia Corea del Norte después de concluir que provocar a Pyongyang mientras se revisa la política de la nueva Administración sería contrario a los objetivos de Estados Unidos, según un ex y tres altos funcionarios de la Administración.
Dos de los funcionarios resumieron el enfoque, que se acordó durante una reunión del comité de directores de altos funcionarios organizada por el Consejo de Seguridad Nacional, como "no muevas el barco", particularmente cuando Corea del Norte aún tiene que provocar nueva administración.
"Hasta que tengamos una mejor idea de cómo vamos a abordar este problema, trataremos de no hacer olas", dijo un funcionario.
Varias semanas después de que el presidente Donald Trump asumiera el cargo en 2017, Corea del Norte probó un misil de alcance intermedio. Y apenas un mes después del primer mandato del presidente Barack Obama, la agencia estatal de noticias de Corea del Norte telegrafió los preparativos para un lanzamiento contra el que la nueva administración advirtió sin éxito a Pyongyang.
Corea del Norte no ha hecho tal movimiento durante la administración de Biden, y los funcionarios dijeron que a los asesores de seguridad nacional de Biden les gustaría que siguiera siendo así.
Al anunciar la acusación contra los norcoreanos el 17 de febrero, John Demers, el fiscal general adjunto de seguridad nacional, no se contuvo. Además de llamar a Corea del Norte un "sindicato criminal", dijo que sus agentes "son los principales ladrones de bancos del mundo". El mensaje no fue coordinado con la Casa Blanca, según las autoridades.
Biden ha prometido en repetidas ocasiones que durante su mandato el Departamento de Justicia se encargará de las investigaciones de forma independiente.
No se espera que la revisión de la política de Corea del Norte de la Administración esté completa hasta abril o principios de mayo, según las autoridades. Un alto funcionario del Gobierno dijo que la revisión ha incluido discusiones con funcionarios de la Administración Trump que estuvieron involucrados con la política de Corea del Norte.
Es probable que el tema sea parte de las discusiones de alto nivel entre funcionarios chinos y el secretario de Estado Antony Blinken y el asesor de seguridad nacional Jake Sullivan en Alaska esta semana.
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Sung Kim, subsecretario interino del Departamento de Estado para Asuntos de Asia Oriental y el Pacífico, dijo el viernes que Blinken actualizará a los funcionarios chinos sobre la revisión de la política de Corea del Norte de la Administración y les transmitirá que está buscando "desnuclearizar la península de Corea".
La Casa Blanca señaló el lunes que la Administración comenzó a comunicarse con Corea del Norte a mediados del mes pasado a través de múltiples canales diplomáticos, pero no ha recibido una respuesta. Reuters informó por primera vez sobre el contacto durante el fin de semana. Un alto funcionario del Gobierno indicó que la intención del acercamiento era "reducir los riesgos de escalada".
Un ex alto funcionario de la Administración declaró que los funcionarios actuales han dejado claro en privado que Biden no quiere hacer "un gran impulso" en la política de Corea del Norte en este momento, en ausencia de una gran concesión no solicitada de Pyongyang, y que el objetivo de el contacto es "tratar de contener una provocación" antes de que se complete la revisión de la política y demostrarle a China que Estados Unidos está haciendo un intento.