Por Keith Ridler - The Associated Press
Idaho se convirtió este miércoles en el primer estado en promulgar una ley antiaborto inspirada en la de Texas, que prohíbe la interrupción voluntaria del embarazo después de las seis semanas al permitir que se presenten demandas que eviten impugnaciones en los tribunales constitucionales.
El gobernador republicano Brad Little firmó la medida que da licencia a los familiares para demandar a un médico que practique un aborto después de que se detecte actividad cardíaca en un embrión. Aun así, dijo que le preocupaba si la ley era constitucional.
"Me solidarizo con todos los habitantes de Idaho que buscan proteger la vida de los bebés prematuros", escribió Little en una carta dirigida a la vicegobernadora Janice McGeachin, que también es presidenta del Senado.
Sin embargo, también señaló: "Aunque apoyo la política provida de esta legislación, me temo que el novedoso mecanismo de aplicación civil se demostrará en poco tiempo tanto inconstitucional como imprudente".
Está previsto que la ley en el estado conservador entre en vigor 30 días después de la firma, pero se esperan impugnaciones en los tribunales. Los opositores la califican de inconstitucional y señalan que seis semanas es antes de que muchas mujeres sepan que están embarazadas.
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La tecnología avanzada puede detectar un primer indicio de actividad eléctrica en las células de un embrión a partir de las seis semanas. Esto no es un corazón que late; es una actividad cardíaca que acabará convirtiéndose en un corazón. El embrión se denomina feto a partir de la octava semana de embarazo, y el corazón propiamente dicho empieza a formarse entre la novena y la duodécima semana de embarazo.
La ley permite que el padre, los abuelos, los hermanos, los tíos y las tías de un "niño prenacido" demanden a un proveedor de abortos por un mínimo de 20,000 dólares en concepto de daños y perjuicios en los cuatro años siguientes al aborto. Los violadores no pueden presentar una demanda en virtud de la ley, pero los familiares de un violador podrían hacerlo.
"El aspecto represivo de este proyecto de ley es absurdo", dijo la representante demócrata de Idaho Lauren Necochea. "Sus impactos son crueles".
Un funcionario de la organización Planned Parenthood calificó la ley de inconstitucional y dijo que el grupo estaba "comprometido a llegar hasta el final y explorar todas nuestras opciones para restaurar el derecho de los habitantes de Idaho al aborto".
"Quiero enfatizar a todos en Idaho que nuestras puertas siguen abiertas. Seguimos comprometidos a ayudar a nuestros pacientes a acceder a la atención sanitaria que necesitan, incluido el aborto", dijo Rebecca Gibron, de Planned Parenthood Great Northwest, Hawaii, Alaska, Indiana y Kentucky, y que gestiona las tres clínicas de aborto de Idaho.
Los defensores de la ley han dicho que es la mejor oportunidad de Idaho para restringir severamente los abortos en el estado después de años de intentos. El año pasado se aprobó una ley de prohibición del aborto a las seis semanas, pero requería una sentencia favorable de una corte federal en un caso similar para entrar en vigor, y eso no ha sucedido.
La ley sigue el modelo la promulgada Texas que la Corte Suprema de Estados Unidos ha permitido que siga en vigor hasta que se decida una impugnación judicial sobre su fundamento.
La ley de Texas permite a las personas hacer cumplir la norma en lugar de los funcionarios estatales que normalmente lo harían. Además autoriza a demandar a las clínicas, a los médicos y a cualquiera que “ayude o instigue” un aborto no permitido.
Otros estados están tramitando leyes similares, como Tennessee, que presentó el martes un proyecto de ley sobre el aborto al estilo de Texas.
Los republicanos de Idaho tienen la mayoría tanto en la Cámara como en el Senado. La medida se aprobó en el Senado por 28 a 6 y en la Cámara por 51 a 14, sin apoyo demócrata. Tres republicanos de la Cámara votaron en contra de la medida.
Little señaló el miércoles su preocupación por la legislación.
“Delegar en ciudadanos privados la imposición de cuantiosas multas por el ejercicio de un derecho constitucional desfavorable, pero reconocido judicialmente, con el fin de eludir la revisión judicial, socava nuestra forma constitucional de Gobierno y debilita nuestras libertades colectivas”, escribió.
Dijo que le preocupaba que algunos estados pudieran utilizar el mismo enfoque para limitar los derechos de las armas.
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También señaló su preocupación por la parte de la ley que permite a los familiares de un violador demandar
"En última instancia, esta legislación corre el riesgo de volver a traumatizar a las víctimas al ofrecer incentivos monetarios a los infractores y a los familiares de los violadores", escribió.
Concluyó la carta animando a los legisladores a solucionar esos problemas para evitar consecuencias imprevistas "para garantizar que el Estado proteja suficientemente los intereses de las víctimas de agresiones sexuales".
Little se enfrenta a un desafío en las primarias por parte de la extrema derecha ya que Janice McGeachin, la vicegobernadora, ha recibido el respaldo por parte del expresidente Donald Trump.
El representante republicano Steven Harris, patrocinador del proyecto de ley, dijo en una declaración después de la votación del 14 de marzo: "este proyecto de ley se asegura de que el pueblo de Idaho pueda defender nuestros valores y hacer todo lo posible para evitar la destrucción de la vida humana inocente".