El FBI registró este miércoles la residencia personal del presidente, Joe Biden, en las afueras de Rehoboth Beach (Delaware), en busca de documentos clasificados, pero no encontró ninguno, según informó su abogado personal, Bob Bauer.
La búsqueda, que se extendió por tres horas, fue realizada en el marco de la investigación por el hallazgo de archivos secretos anteriormente en la casa de Biden en Wilmington (Delaware) y en unas oficinas que usó en un centro de estudio diplomáticos en Washington D.C.
Fuentes familiarizadas con la situación dieron a conocer el miércoles temprano a NBC News que el FBI no requirió una orden judicial porque cuenta con la cooperación del presidente. No está claro si los agentes del FBI están buscando algo que conocen o si es una búsqueda aleatoria de más documentos clasificados.
“Ha concluido la búsqueda planificada por el Departamento de Justicia de las residencias del presidente en Rehoboth, realizada en coordinación y cooperación con los abogados del presidente”, dijo Bauer en un comunicado. El registro se realizó desde las 8:30 am hasta el mediodía, explicó, y "no se encontraron documentos con marcas clasificadas".
Los agentes examinaron con atención documentos que serían de cuando Biden era vicepresidente de Barack Obama, agrega, algo que ya habían hecho al registrar la residencia del presidente en Wilmington. "El Departamento de Justicia revisó más a fondo algunos materiales y notas escritas a mano que parecen estar relacionadas con su tiempo como vicepresidente".
Este martes se conoció además que el FBI registró en noviembre las oficinas del Centro Penn Biden para la Diplomacia y el Compromiso Global, donde Biden tenía oficinas tras salir de la Casa Blanca como vicepresidente de Barack Obama en 2017, y antes de regresar como presidente en 2021.
El primer político en ser investigado por tener documentos secretos en una de sus propiedades fue el expresidente Donald Trump. Los agentes del FBI realizaron una búsqueda en su resort Mar-a-Lago en Florida el año pasado y encontraron más de 100 documentos clasificados, incluidos algunos marcados como ultrasecretos. En diciembre pasado, se encontraron dos documentos más con marcas clasificadas en una instalación de almacenamiento de Florida no lejos de Mar-a-Lago y se entregaron al FBI.
También se descubrió una “pequeña cantidad” de documentos clasificados el mes pasado en la casa de Indiana del exvicepresidente Mike Pence, dijo su abogado, Greg Jacob, en una carta enviada a los Archivos Nacionales. Pence había pedido a un "asesor externo" que buscara registros con marcas clasificadas, según Jacob.
Con el apoyo y cooperación de Biden
El abogado personal de Biden, Bob Bauer, dijo en un comunicado que el Departamento de Justicia estaba realizando la búsqueda con el pleno apoyo y cooperación de Biden.
“Según los procedimientos estándar del Departamento de Justicia, en aras de la seguridad e integridad de sus operativos, buscó hacer este trabajo sin dar un aviso previo al público y acordamos cooperar”, dijo Bauer. “La búsqueda de hoy es un paso más en un proceso exhaustivo y oportuno del Departamento de Justicia que continuaremos apoyando y facilitando por completo. Tendremos más información al finalizar la búsqueda de hoy”, agregó.
Bauer dijo a principios de este mes que los abogados personales de Biden habían registrado las residencias de Wilmington y Rehoboth Beach en caso de que hubiera en estos lugares más documentos secretos.
Dos comités del Congreso liderados por republicanos en la Cámara de Representantes están investigando el manejo de documentos clasificados por parte de Biden, y el fiscal general, Merrick Garland, nombró a un fiscal especial para dirigir la investigación del Gobierno federal.
El presidente del Comité de Supervisión de la Cámara de Representantes, James Comer, republicano de Kentucky, dijo este miércoles a NBC News que está trabajando con el miembro de alto rango Jamie Raskin, demócrata de Maryland, sobre un proyecto de ley bipartidista para revisar el sistema que involucra documentos clasificados para ex funcionarios de la Casa Blanca.
Comer dijo que quiere “un patrón establecido sobre cómo los documentos” salen de las oficinas del presidente y el vicepresidente cuando dejan la Casa Blanca, y una forma de abordar la clasificación excesiva de archivos.