El exgobernador mexicano de Tamaulipas Tomás Yarrington Ruvalcaba, quien estaba acusado de tener nexos con el narcotráfico, se declaró culpable este jueves en un tribunal de Texas de recibir más de 3.5 millones de dólares en sobornos y posteriormente lavar ese dinero en Estados Unidos.
Yarrington, que fue gobernador entre 1999 y 2005 y que también fue candidato a la Presidencia de México, admitió haber recibido sobornos por parte de varias personas y empresas privadas durante su mandato y que lavó ese dinero comprando propiedades en Estados Unidos.
También habría desviado a cuentas bancarias en Estados Unidos más de 60 millones de pesos mexicanos (alrededor de 3 millones de dólares) del presupuesto del municipio de Nuevo Laredo, Tamaulipas. Con el dinero, sus prestanombres compraron ranchos, una aeronave y otros activos en Estados Unidos.
En 2013, Yarrington fue encausado en Estados Unidos con ocho cargos, entre ellos crimen organizado, tráfico de drogas y asociación delictuosa para lavar dinero. Estuvo prófugo hasta su detención en Italia en 2017, y posteriormente fue extraditado a Estados Unidos.
En un principio, el exgobernador se declaró inocente, pero este jueves cambió su declaración en el cargo de lavado de dinero como parte de un acuerdo con la fiscalía, que retiró los otros siete cargos en su contra, incluidos los que estaban relacionados con el tráfico de drogas.
La fiscalía argumentó en un inicio que Yarrington había desviado millones de dólares de sobornos del Cártel del Golfo a cambio de ofrecerles control sobre la policía local y permitir el trasiego de drogas en la frontera.
Angela Dodge portavoz de la fiscalía federal en Houston, rechazó comentar si los fiscales aún creen que Yarrington colaboró con los cárteles o el motivo por el que no se incluyeron cargos relacionados con drogas en el acuerdo de culpabilidad.
Un abogado del exgobernador, Chris Flood, dijo al concluir la audiencia que su cliente negaba haberse involucrado con organizaciones de narcotráfico y que los detalles del acuerdo de culpabilidad “claramente mostraron que ahora, casi 20 años después, el gobierno se da cuenta de que él no tuvo participación alguna con los cárteles”.
Yarrington ha acordado entregar cualquier participación que tenga en un condominio de la ciudad de Port Isabel, en el sur de Texas, señaló Betancourt. Con el acuerdo de culpabilidad, se desestimó la incautación de otras propiedades que los fiscales intentaban decomisar, señaló Chris Flood, uno de los abogados de Yarrington.
De momento no se ha programado una audiencia para su sentencia. Yarrington podría ser sentenciado a entre nueve y más de 11 años en prisión. Los fiscales convinieron recomendar una pena cercana a la sentencia mínima.
Los grupos del crimen organizado se han arraigado desde hace tiempo en Tamaulipas, y Yarrington es uno en una serie de gobernadores del Partido Revolucionario Institucional de México que han sido acusados en casos de corrupción en los últimos años.
Las autoridades estadounidenses también han tratado de extraditar al sucesor de Yarrington, Eugenio Hernández, para que enfrente cargos de lavado de dinero.
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El actual gobernador de Tamaulipas, Francisco García Cabeza de Vaca, que pertenece al Partido Acción Nacional, es investigado por cargos de crimen organizado, lavado de dinero y evasión fiscal.
Con información de The Associated Press y Efe.