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De mecánico de autos a alcalde: Jesús Garza, el inmigrante que conquistó una ciudad llena de seguidores de Trump

Llegó de México hace 28 años para trabajar junto a su padre y logró ganar las elecciones en un poblado de mayoría blanca y conservadora.

Desde que llegó de México hace 28 años, Jesús Garza supo dar un impulso a su vida que lo llevó a una posición impensada: pasó de ser un trabajador de una fábrica de escobas y de un taller mecánico a convertirse en el primer alcalde latino de una ciudad colmada de partidarios del expresidente Donald Trump y su retórica antiinmigrante.

Garza llegó a la ciudad de Arcola, en Illinois, cuando tenía apenas 23 años, para trabajar, siguiendo los pasos de su padre, en la fábrica de escobas Libman, el empleador más grande del poblado. 

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Aquel joven inmigrante mexicano, que no hablaba nada de inglés, logró luego dedicarse a una actividad que lo apasionaba, ser mecánico de automotores, obtener la ciudadanía y fundar su propio taller, que tiene la cartera de clientes más grande de la zona. 

Con 51 años, lidera ahora el desfile festival anual del sorgo escobero en la ciudad como alcalde de la ciudad, y a un lado y otro de la acera lo aclaman. “Nunca esperé que la gente respondiera así. Eso me conmueve”, dijo Garza en un reportaje que retrata su historia con el periódico Chicago Tribune


El alcalde de Arcola, Jesús Garza, en el festival anual del sorgo escobero (Chicago Tribune / Tribune News Service)
El alcalde de Arcola, Jesús Garza, en el festival anual del sorgo escobero (E. Jason Wambsgans /Chicago Tribune)E. Jason Wambsgans / Getty Images

Garza decidió postularse luego de ver el deterioro de los negocios de la zona y preocupado por el futuro de la ciudad. Ganó como independentista con apenas el 41% de los votos, contra el 35% de su principal oponente, conquistando a una comunidad.

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Arcola es un poblado de apenas 2,927 residentes que si bien ha sumado población inmigrante en las últimas décadas, es aún una comunidad predominantemente blanca y conservadora. Se calcula que el 66% de los votantes de Garza son republicanos partidarios de Trump.

La historia de Garza muestra lo que en ocasiones es una desconexión entre las actitudes locales sobre la inmigración y la narrativa política nacional sobre el tema. 

Entre los asistentes al festival, los votantes de Arcola una y otra vez juraron lealtad a la retórica dura de Trump sobre la inmigración al ser entrevistados por el periódico.

Bill Anderson, 77 años, un trabajador de un aserradero jubilado, calificó a Trump como el “mejor presidente desde Kennedy” y dijo que su postura dura sobre la inmigración y su insistencia en construir un muro fronterizo eran “muy fuertes”. Pero también gritó con entusiasmo y aplaudió a Garza desde su asiento junto a la acera en el desfile.

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“Aquí en Arcola, nunca habrías pensado en la idea de un alcalde hispano. Durante muchos años, nunca hubiera sucedido. Pero Jesús ha demostrado que es un emprendedor, y me encanta que haya sido elegido”, indicó. 

Garza ha sabido convertirse en un símbolo del trabajo y el esfuerzo incansable, y logró integrarse a la comunidad y convertirse en un miembro estimado. 

Cuando llegó a Arcola, trabajaba 16 horas al día, 12 en la fábrica de escobas y cuatro como medio tiempo en un taller mecánico, hasta que logró un empleo completo arreglando automóviles.

“Desde el día que llegué aquí, los amigos de mi papá, del lado estadounidense, querían hablar conmigo todos los días aunque yo no hablaba nada de inglés. Me invitaron a ser parte de la comunidad, a trabajar en sus autos”, contó.

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En 2000, se convirtió en ciudadano estadounidense y en 2005 abrió su propio taller mecánico. Garza trabajó desde las 3 de la madrugada hasta las 7 de la noche los siete días a la semana durante años. El hombre, padre de cuatro hijos, logró convertir su negocio en uno de los talleres de reparación más grandes del centro de Illinois.

Aunque su hazaña fue la conquista de los votantes republicanos. Muchos de sus seguidores al ser consultados por haber votado a un inmigrante hacen una distinción entre la llegada de Garza a principios de la década de 1990, con una visa de trabajo, y la crisis migratoria que se desarrolla actualmente en la frontera y que ha provocado un número récord de cruces ilegales. 

Garza votó por Trump en 2016, pero se abstuvo de las urnas en 2020. Al ser consultado por el periódico, se mostró en contra del muro fronterizo con México, pero reconoce que muchos en la ciudad no saben su posición política a nivel nacional. 

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El alcalde dijo que algunos votantes le preguntaron sobre Trump cuando hizo campaña puerta a puerta. Su respuesta habitual era que consideraba que Trump era un buen empresario que manejaba bien la economía, pero sus tácticas de mano dura y sus incesantes tuits lo metieron en problemas. 

Más allá de su discurso equilibrado, Garza también forma parte de lo que los vecinos aseguran es una comunidad diversa e integrada. “Todo lo que puedo decir de Arcola es que la gente aquí se lleva bien”, dijo un veterano que apoya el muro fronterizo y también, fervientemente, al alcalde mexicano.