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Biden cumple un año en la Casa Blanca: ¿cuántas de sus promesas ha cumplido?

El presidente avanzó en algunos temas como la distribución de las vacunas y los cheques de ayuda, pero aún se registran récord de casos de COVID-19. La reforma migratoria no se ha concretado, aunque hubo algunos cambios puntuales de las políticas de Trump.
/ Source: The Associated Press

El presidente, Joe Biden, hablará este miércoles al cumplirse un año de su llegada a la Casa Blanca en un discurso en el que rendirá cuentas y reforzará además sus promesas para los próximos meses. 

Biden centró sus esfuerzos durante el pasado año en varios compromisos de su campaña electoral, como la reconstrucción de las alianzas internacionales o la distribución de vacunas contra el coronavirus en Estados Unidos y el resto del mundo.

Pero hay otras políticas que siguen estancadas a la espera del visto bueno del Congreso o que aún están en progreso, en particular en el caso de la prometida reforma migratoria, por la que 11 millones de indocumentados esperaban obtener un camino a la ciudadanía. Los planes demócratas para incluirla en la ley presupuestaria y así evitar la oposición republicana naufragaron en tres ocasiones en 2021

Estos son las promesas que fueron claves en la campaña y qué ha sido de ellas durante el primer año de Biden.

COVID-19: a medio camino 

Biden esperaba poder alcanzar una cierta normalidad para las fiestas del final de 2021, pero las variables delta y ómicron generaron picos de casos y hospitalizaciones y golpearon a la economía. 

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El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, se quita la mascarilla para hablar sobre la pandemia del COVID-19, en una comparecencia desde la Sala Este de la Casa Blanca, el 11 de marzo de 2021 en Washington.
El presidente, Joe Biden, se quita la mascarilla para hablar sobre la pandemia del COVID-19, en una comparecencia desde la Sala Este de la Casa Blanca, el 11 de marzo de 2021 en Washington.Andrew Harnik / AP

Lo que sí está en camino es la promesa de enviar millones de pruebas caseras a los hogares y proporcionar vacunas accesibles para todos: Biden llegó a la meta de proporcionar 100 millones de dosis en sus primeros 100 días, pero hasta el momento sólo el 60% de la población está completamente vacunada.

También se logró en parte el objetivo de reabrir de manera segura la mayoría de las escuelas, aunque el auge de ómicron ha generado cierres en un puñado de distritos escolares del país.

Un éxito claro fue la aprobación del plan legislativo de alivio ante la pandemia de 1.9 billones de dólares, con la promesa cumplida de enviar cheques de ayuda por 2,000 dólares a los ciudadanos.

Inmigración, punto por punto

Límite de refugiados. Prometió aumentar el límite de refugiados que pueden entrar al país por año a 125,000 frente a los 15,000 establecidos por el expresidente Donald Trump, pero no está ni cerca. En febrero firmó una orden ejecutiva elevándolo a 62,500. 

Más recursos en la frontera. Si bien hay más recursos y alianzas público-privadas para gestionar la migración en la frontera sur, su Administración ha tenido problemas ante la oleada de familias buscando asilo que se han agolpado en algunas áreas. Uno de los episodios más notables fue la persecución de inmigrantes haitianos en De El Río, Texas, por parte de agentes fronterizos a caballo. 

Un sistema de asilo “humano”. Biden ordenó a sus funcionarios en febrero de 2021 que establezcan una estrategia de inmigración con un sistema “humano”. Sin embargo, su Administración ha continuado con una política de la era Trump que permite expulsar a los inmigrantes rápidamente como una medida ante el COVID-19.

Revertir políticas de Trump. Biden sí anuló medidas del expresidente como las restricciones de viaje para personas de varios países de mayoría musulmana; la financiación y construcción del muro fronterizo; la regla de la carga pública; y un criterio que amplía los criterios para deportar inmigrantes.

Green cards agilizadas. Se han dado algunos avances para mejorar el proceso de naturalización, y el Departamento de Seguridad Nacional ha revocado algunas reglas de la era Trump.

Fin a la separación de familias. Biden firmó órdenes ejecutivas que pusieron fin a la política de separar familias en la frontera y establecieron un grupo de trabajo centrado en la reunificación. 

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Proteger DACA. Esta promesa está en curso: el secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas dijo en marzo que estaba preparando una regla para “preservar y fortalecer” esta política, que quitaría prioridad a los inmigrantes jóvenes de la deportación, pero el programa aún enfrenta demandas en tribunales.

No más detenciones prolongadas. No ha habido ningún anuncio de inversiones adicionales en sistemas de gestión de casos de migrantes detenidos. Si bien la Administración dijo en marzo que intentaría liberar a padres e hijos dentro de las 72 horas posteriores a su llegada, los funcionarios reconocieron que la Patrulla Fronteriza ha retenido a cientos de niños mucho más tiempo.

Economía: el recorte a los impuestos a los ricos

El presidente prometió anular los recortes fiscales de 2017 de Trump para las grandes empresas, pero esto no lo ha cumplido. El paquete de gastos sociales y ambientales de Biden sí incluía alzas de impuestos para las empresas y los más ricos, pero el proyecto de ley actualmente está estancado en el Senado.

Biden sí pausó los pagos de la deuda estudiantil federal y pidió una revisión de las cadenas de suministro, tal como había prometido. 

Política nacional y exterior

El presidente abandonó algunas promesas de políticas a nivel interno como establecer una junta de supervisión policial, y aún no ha concretado otras como vinculadas al uso de armas de fuego como ordenar al fiscal general que entregue una lista de recomendaciones para reestructurar la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos y otras agencias del Departamento de Justicia para hacer cumplir mejor las leyes de armas.

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En política exterior, Estados Unidos puso fin a la guerra de 20 años en Afganistán en agosto, aunque de manera sangrienta y caótica. Sin embargo, la Administración anunció en noviembre que vendería misiles aire-aire por valor de 650 millones de dólares a Arabia Saudita, un actor central en el conflicto de Yemen.

La promesa de priorizar los derechos humanos en las acciones a nivel internacional de Estados Unidos se ha cumplido en algunos casos. Biden ha criticado repetidamente a China por atacar a los activistas por la democracia en Hong Kong y los abusos contra los derechos humanos contra los uigures y las minorías étnicas.

También expresó su preocupación por el encarcelamiento y el tratamiento del opositor ruso Alexei Navalny. Pero se negó a responsabilizar directamente al príncipe heredero de Arabia Saudita, Mohammed bin Salman, por el asesinato del periodista estadounidense Jamal Khashoggi a pesar de que la inteligencia estadounidense mostró que Salman aprobó el golpe.

En cuanto a la mejora en los lazos con los aliados del país, el cumplimiento es mixto. Biden ganó elogios de los aliados por sus esfuerzos para recuperar el liderazgo de EE. UU. en cuestiones climáticas. Pero otros casos fueron menos exitosos. Su decisión de seguir adelante con la retirada militar de Estados Unidos en Afganistán irritó a algunos aliados de la OTAN que buscaban extender la misión para evitar una toma de poder por parte de los talibanes.

Tampoco ha logrado reincorporarse rápidamente al acuerdo nuclear con Irán. Las conversaciones indirectas no se han derrumbado, pero las esperanzas de la Casa Blanca se están desvaneciendo.