El presidente, Joe Biden, anunció este jueves que las tropas estadounidenses comcluirán su misión en Afganistán tras dos décadas de conflicto bélico el próximo 31 de agosto, dos semanas antes de lo anticipado, y a pesar de que la violencia está repuntando en el país asiático, los talibán ganan terreno y hay cada vez más riesgo de guerra civil.
"No fuimos a Afganistán para construir una nación", dijo Biden en un solemne acto en la Casa Blanca, "los líderes afganos tienen que unirse y conducir [el país] hacia un futuro".
Biden justificó su decisión en que es "una guerra imposible de ganar" y que el conflicto afgano "no tiene solución militar". La retirada fue acordada por su predecesor, Donald Trump, y confirmada por el nuevo presidente tras su llegada a la Casa Blanca en enero.
"¿Cuántos más, cuántos más miles de hijas e hijos estadounidenses están dispuestos a arriesgar?", preguntó Biden, en referencia a aquellas personas que reclaman que Estados Unidos extienda sus operaciones militares.
"No enviaré a otra generación de estadounidenses a la guerra en Afganistán, sin ninguna expectativa razonable de lograr un resultado diferente", declaró.
"La misión se cumplió, en el sentido de que atrapamos a Osama Bin Laden y el terrorismo no emana de esa parte del mundo", aseguró sobre la operación militar que permitió acabar con el líder de Al Qaeda el 2 de mayo de 2011 en Pakistán, cuando él era vicepresidente y gobernaba Barack Obama.
El mandatario dijo no confiar en los talibanes, pero sí en la capacidad de las fuerzas de seguridad afganas para defender al Gobierno de su país.
Repliegue progresivo
La situación en Afganistán se ha degradado en las últimas semanas, coincidienco con la salida progresiva de las tropas estadounidenses.
Los talibanes han avanzado posiciones claves en el norte del país y se acercan a la capital, Kabul. Los expertos temen que su fortalecimiento pueda desencadenar en una guerra civil, y el Ejército afgano ha acusado a Washington de abandonar el país de forma sigilosa en los últimos días.
El senador republicano Lindsey Graham afirmó el pasado martes que "no está en el interés de la seguridad nacional de Estados Unidos que los talibanes conquisten Afganistán (...) Si los talibanes se apoderan de parte de Afganistán, me temo que Al Qaeda y el ISIS resurgirán y estaremos preparando el camino para otro 11 de septiembre".
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Aunque Biden dijo en abril que Estados Unidos abandonaría el país antes del 11 de septiembre, la gran mayoría de las tropas estadounidenses ya se han marchado.
El Departamento de Defensa informó el martes que ya había concluido el 90% de sus operaciones y entregado siete instalaciones al Ministerio de Defensa afgano dos meses antes de la fecha límite fijada por Biden.
A principios de esta semana, los talibanes mostraron decenas de armas robadas en la base militar de Sultan Khil, en la provincia de Wardak, cerca de Kabul. El cargamento incluía 900 pistolas, 30 vehículos tácticos ligeros y 20 camionetas del Ejército, según el socio británico de NBC News, Sky News, que tuvo acceso a la base militar.