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Nueva encuesta revela un ojo morado para Obama

Nueva encuesta revela un ojo morado para Obama

 Por Carlos Rajo

El Presidente Obama parece estar pagando los platos rotos por las disputas entre los políticos en Washington que ocasionaron el cierre del gobierno, al tener los más bajos índices de aprobación en lo que lleva como mandatario.

Obama obtiene únicamente el 42% de aprobación del público, según la última encuesta de la cadena NBC y el diario Wall Street Journal. Y aun peor, solamente el 24% de los encuestados señala tener sentimientos “muy positivos” sobre el presidente, la más baja desde su llegada a la Casa Blanca.
 
Un tanto extraño esto que el público le de bajas calificaciones a Obama cuando son estos mismos encuestados los que señalan que los republicanos en el Congreso son los culpables de lo que sucedió hace unas semanas (cierre del gobierno y demás). Un 38% le echa la culpa a los republicanos y solamente un 23% a Obama.

Es posible que esto tenga que ver conque la población considera que más allá de los dimes y diretes de Washington, y de lo que hagan sus congresistas, el presidente está en otra categoría de líder por la cual se le juzga más severamente que al resto de políticos. O es posible -la encuesta no lo preguntó- que la mala imagen de Obama tenga que ver no sólo con la crisis del cierre del gobierno sino también con los recientes escándalos del espionaje a los aliados de Estados Unidos y del mal funcionamiento del sitio del internet de la ley de salud.

Más allá de a quien se responsabilize por la crisis en Washington, lo cierto es que el público pareciera en general estar decepcionado o frustrado por lo hecho por sus políticos y en consecuencia por como marcha el país. El 63% de los encuestados señaló que el estado de cosas en la nación va en descenso o hacia la baja.

No por casualidad también un 63% de los encuestados dice que le daría la oportunidad a otra persona para que sustituya a quien en este momento lo representa en el Congreso. En otras palabras, dos tercios de la población le baja el pulgar a su congresista.

La actual Cámara baja -donde se dio principalmente la batalla sobre el cierre del gobierno y la autorización para que el presidente pueda prestar más dinero para pagar las deudas del estado- está controlada por los republicanos, y así las cosas, los encuestados señalan que preferirían un cambio para el nuevo Congreso que se eligirá el próximo año. Un 45% dice que desearía que los demócratas controlen la Cámara baja y un 41% los republicanos.

Hablando de demócratas y republicanos, uno de los resultados de la encuesta que llaman la atención es sobre la pregunta de si el público cree que los líderes políticos deben hacer concesiones en el tema del presupuesto y demás asuntos que son objeto de disputa en el Congreso. Según la encuesta, un 68% de los demócratas opina que que en efecto sus líderes deberían de tratar de llegar a un arreglo con los republicanos. Entre estos últimos, sólo el 46% acepta la idea de hacer concesiones a sus rivales demócratas. Entre los independientes, el 69% está de acuerdo en llegar a arreglos.
 
 En cierto sentido no sorprende este resultado de que los republicanos estén más renuentes a buscar arreglos con los demócratas. Como lo demostró la crisis del cierre del gobierno, los republicanos, particularmente los que pertenecen o están cerca del Tea Party, ponen primero sus principios o su “pureza ideológica” antes que negociar o buscar acuerdos con sus adversarios políticos. Por cierto, el Tea Party es visto de manera “muy positiva” únicamente por el 9% de los encuestados. Y el partido republicano mismo obtiene la aprobación de sólo el 22% del público (los demócratas el 37%).
 
Uno de los pocos apartados donde el público se muestra un tanto optimista es en el tema económico. Entre los que opinan que la economía empeorará el porcentaje ha disminuido en relación al mes anterior en que se tomó la encuesta. Hoy en Octubre, el 32% dice que la economía se pondrá peor en relación al 42% que opinaba lo mismo el mes pasado. Esta cifra confirmaría lo que las estadísticas mensuales del empleo revelan: que aunque lentamente, la economía va mejorando y así lo percibe el público. Lo extraño es que al parecer el presidente no obtiene crédito o reconocimiento por lo hecho en el terreno económico.
 
En el tema de la Ley de Salud, mejor conocida como “Obamacare” y que Obama considera como su máximo triunfo legislativo, sigue habiendo resistencia de mucho del público. Un 47% de los encuestados considera que fue “una mala idea”, contra un 37% que piensa que es “una buena idea”.
 
Y por supuesto, una inmensa mayoría de los encuestados, el 83%, dice que ha escuchado de los problemas de funcionamiento del sitio de internet que los interesados visitan para tratar de obtener una póliza de seguro médico. Quizás la única buena noticia para Obama en este apartado es que el público está dividido casi en tercios iguales sobre si los problemas de la implementacion de la ley son algo temporal, de largo plazo o es todavía muy temprano para saberlo.
 
En general, la encuesta confirma los resultados del mes anterior en áreas como la insatisfacción que el público tiene con sus líderes politicos y con la marcha del país. Lo de los bajos índices de aprobación de Obama es particularmente grave ya que el presidente corre el riesgo de seguir los pasos de otros mandatarios -George W. Bush para no ir muy lejos- quienes por algún escándalo o crisis tuvieron un segundo periodo de gobierno irrelevante . Y cuando un presidente es percibido por el público como ineficiente o que no puede conseguir nada -más allá de su honestidad o buenos deseos- poco a poco va perdiendo la influencia que da el púlpito presidencial.