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“Ni1Más”: La lucha contra las deportaciones

“Ni1Más”: La lucha contra las deportaciones

Yamila Pino

Washington, DC - “Lupe, aguanta, el pueblo se levanta”, era la consigna que desde el otro extremo de la Casa Blanca apoyaban y alentaban a Lupe mientras era arrestada por oficiales de la Policía de Washington, D.C.

La uniformada tenía control de las manos, del cuerpo y hasta del futuro migratorio de Lupe, pero no de su voz.

“Entiende razones, no más deportaciones”, cantaba Lupe con la mirada fija en la mansión presidencial y con la esperanza de que el presidente Barack Obama la estuviera escuchando. 

La mañana de este miércoles 18 de septiembre, siete inmigrantes indocumentados vestidos con camisas que decían “STOP DEPORTATIONS” (Detengan las deportaciones), y proclamaban consignas en inglés y en español,  se encadenaron frente a la Casa Blanca para exigirle a Obama que frene mediante una orden ejecutiva las más de mil deportaciones diarias que se realizan en Estados Unidos.

El mandatario dijo el martes en una entrevista exclusiva con Telemundo, que no podía detener las deportaciones de padres de jóvenes conocidos como "Dreamers" porque "hacer esto", dijo, "es ignorar la ley".

“El no hacer nada no es una opción para nosotros. Mientras ellos  (refiriéndose al Congreso y a la administración de Obama) apostan por ese juego político, nosotros no podemos esperar y ver a las familias separadas”, declaró Salvador Sarmiento, activista mexicano, quien llegó a la residencia presidencial para apoyar a los manifestantes.

Los cinco hombres y las dos mujeres vestidos de gris, color que dijeron representa el sufrimiento de las familias separadas a causa de la deportación, viajaron a la capital federal como símbolo de que la lucha contra las detenciones de inmigrantes continúa.

Benjamín Itehua, un activista de Alabama, envió un ultimátum al mandatario.

“Si el Presidente no para las deportaciones, nosotras las vamos a parar”, dijo

El tema de la Reforma Migratoria ha hecho que tanto activistas como líderes sindicales busquen nuevas formas de presionar al Congreso y al Presidente para garantizar la aprobación de una reforma antes que culmine el 2013.

No obstante, para los que se encontraban en el Parque Lafayette la incertidumbre es lo único cierto en el proceso.

Poco después de haberse esposado a las rejas de la Casa Blanca, sobre las 10:55 de la mañana, un camión de la Policía trasladaba a Lupe y al resto de sus compañeros a un cuartel de detención. Seis horas más tardes y tras pagar una multa, salieron liberados.

Pero para Lupe este es solo el inicio de lo que considera serán largas jornadas en los próximos meses.