CIUDAD DE MÉXICO.- Era el general a cargo de defender México y combatir los cárteles en conjunto con las autoridades estadounidenses, pero Salvador Cienfuegos más bien aceptó sobornos de un violento grupo del narcotráfico, el H-2, para permitir el trasiego de drogas por la frontera, según la acusación de la Fiscalía estadounidense en contra del exsecretario mexicano, detenido el jueves en Los Ángeles, California.
"Cuando era secretario de Defensa, el imputado, a cambio de sobornos, asistió al cártel H-2 de varias maneras", dice un documento judicial sobre el arresto. Asegura así que Cienfuegos logró la liberación de integrantes del cártel detenidos, promovió el arresto y tortura de narcotraficantes rivales, e introdujo a miembros del H-2 "a otros servidores públicos mexicanos corruptos dispuestos a ayudarlos a cambio de sobornos".
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"El acusado priorizó su avaricia personal por encima de sus deberes como funcionario público y aseguró que una de las organizaciones de tráfico de drogas más violentas tuviera éxito y seguridad", agrega el memorando.
Cienfuegos fue apodado 'El Padrino' en la acusación de la Fiscalía. Su caso judicial, como el de muchos otros mexicanos acusados de narcotráfico en los últimos años, se desenvolverá más bien en territorio estadounidense pues ahí es donde se presentaron los cargos.
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La imputación contra Cienfuegos, de 72 años y quien estuvo a cargo de la secretaría de Defensa Nacional mexicana entre 2012 y 2018, existe desde mediados del año pasado. Pero fue publicada hasta este viernes, después del arresto del general en el aeropuerto de Los Ángeles.
Cienfuegos tuvo una audiencia inicial este viernes y comparecerá ante un tribunal de California el martes 20 de octubre. Después será trasladado al Distrito Este de Nueva York para el resto del proceso.
En los documentos judiciales, Cienfuegos es señalado por haber aprovechado su cargo como Secretario de la Defensa Nacional, responsable de manejar al Ejército y a la Fuerza Aérea. El general, quien respondía directamente al expresidente Enrique Peña Nieto, presuntamente incurrió en actividades criminales entre 2015 y 2017.
Está acusado de cuatro cargos: conspiración para importar narcóticos, conspiración para distribuir narcóticos, conspiración para lavar dinero procedente del narcotráfico, y conspiración para manufacturar drogas. De ser hallado culpable, enfrenta una sentencia de 10 años a cadena perpetua.
Las pruebas están en el BlackBerry
La evidencia en contra del general retirado se obtuvo a través de la intercepción de mensajes de BlackBerry Messenger, en los que habría constancia de que también avisaba a la organización delictiva si iba a haber operaciones en su contra y si había investigaciones en Estados Unidos. La fiscalía argumenta que el general reveló una indagatoria por la cual fue asesinado un integrante de H-2 por pensarse que era informante, sin que lo fuera.
El Gobierno estadounidense afirma que en uno de los mensajes entre Cienfuegos y uno de los líderes del H-2 el general mexicano admitió haber asistido a otras organizaciones delincuenciales en el pasado.
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Cienfuegos, según los documentos de la Fiscalía, también permitió que el cártel extendiera el territorio bajo su control a lo largo de la ciudad de Mazatlán y al resto del estado fronterizo de Sinaloa.
El desaparecido BlackBerry Messenger fue un método popular de comunicación entre cárteles mexicanos, como consta en documentos judiciales de otros juicios realizados en el Distrito Este de Nueva York.
Por ejemplo, en el juicio contra Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán, fue descrito que el Cártel de Sinaloa pagó millones de dólares para obtener aparatos BlackBerry encriptados (uno de ellos de color rosa para supuestamente comunicarse con la actriz Kate del Castillo).
El FBI revisó más de 1,500 mensajes de BlackBerry que formaron parte de la evidencia para condenar al capo mexicano.
En el tribunal de distrito neoyorquino fue el juicio contra ‘El Chapo’, donde varios testigos indicaron que habían dado presuntos sobornos a diversos funcionarios mexicanos. En esa corte también se desarrolla otro proceso por narcotráfico contra otro alto exfuncionario mexicano, el antes secretario de Seguridad Pública Genaro García Luna.
El fiscal Seth DuCharme solicitó que Cienfuegos no pueda salir de prisión bajo fianza, ya que asegura que hay un alto riesgo de fuga.
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El argumento de la Fiscalía es que, gracias a sus presuntos vínculos con organizaciones criminales y con funcionarios mexicanos corruptos, el general podría esconderse en México para escapar de la justicia estadounidense.
“El acusado tiene acceso a varias personas influyentes y sofisticadas que pudieran asistirlo si regresa a México”, dice el documento.
El cártel H-2: “incontables actos de violencia espeluznante”
El grupo de delincuencia organizada que se hace llamar H-2 surgió con Juan Francisco Patrón Sánchez, que fue parte del Cártel de Sinaloa y después se unió al cártel rival de los Beltrán Leyva. Patrón Sánchez se hacía llamar justamente H-2.
El grupo de los hermanos Beltrán Leyva era particularmente sanguinario, con decapitaciones de adversarios y el uso de las llamadas narcomantas, anuncios desplegados en zonas concurridas o desde puentes para lanzar amenazas.
Patrón Sánchez murió en 2017 –fue asesinado por autoridades con disparos desde un helicóptero–, pero el cártel sigue activo sobre todo en el estado de Sinaloa. Según la fiscalía que investiga a Cienfuegos, el grupo también tiene presencia en Nayarit.
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“Durante el periodo bajo investigación el Cártel H-2 tenía varias células de distribución en Estados Unidos, incluido en Los Ángeles, Las Vegas, Ohio, Minnesota, Carolina del Norte y Nueva York” con las que movía drogas como cocaína, metanfetamina y heroína, de acuerdo con los documentos legales.
“En México, el Cártel H-2 ha traficado cientos de armas de fuego letales y cometido incontables actos de violencia espeluznante, incluida la tortura y el homicidio, para protegerse de desafíos de grupos rivales, hacerse con territorio y silenciar a quienes fueran a cooperar con las autoridades”, señala la acusación.
Cienfuegos no es el único servidor público de alto rango en ser perseguido por el Distrito Este de Nueva York por su afiliación con el cártel H-2.
Edgar Veytia, exfiscal general del estado de Nayarit, fue sentenciado el año pasado a 20 años de prisión por conspirar internacionalmente para distribuir cocaína, metanfetamina y marihuana a cambio de sobornos.