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Un exnarco asegura en el juicio contra García Luna que compró "visas reales" en un consulado de EE.UU. en México

El testimonio de Harold 'El Conejo' Poveda Ortega, quien fue uno de los más grandes proveedores de cocaína del Cártel de Sinaloa, pone la lupa sobre el posible alcance del brazo del narco en las oficinas gubernamentales de Washington en el exterior.

Eran líderes de uno de los carteles más poderosos de México hace una década, pero fueron apresados, hicieron acuerdos con las autoridades de EE.UU. y ahora se suben al estrado para describir (y hacer alarde) de la libertad y los beneficios con los que operaban gracias a los sobornos que habrían pagado al exsecretario Genaro García Luna. Estas ventajas iban desde tener a su disposición la mayor terminal aérea de México para mover cargamentos de droga, con tan sólo una orden, y también ser informados de antemano sobre cateos de los agentes antidrogas. 

Harold El Conejo Poveda Ortega, uno de los más grandes proveedores de cocaína del Cártel de Sinaloa, agregó otro dato este jueves ante el jurado en la corte federal de Nueva York: dijo que pagó por visas auténticas “en el consulado estadounidense en México”.

Eran visas reales”, dijo El Conejo ante las preguntas del abogado de Genaro García Luna, Cesar De Castro, en el juicio contra el exsecretario de Seguridad Pública, el exfuncionario mexicano de más alto rango en ser jugzado en Estados Unidos, acusado de tener lazos con el narcotráfico.

El exlíder narco Harold 'El Conejo' Poveda Ortega ha asegurado ante una corte federal en Brooklyn que compró visas para EE.UU. y que era común que los narcotraficantes mexicanos tuvieran varios pasaportes en los 2000.
El exlíder narco Harold 'El Conejo' Poveda Ortega ha asegurado ante una corte federal en Brooklyn que compró visas para EE.UU. y que era común que los narcotraficantes mexicanos tuvieran varios pasaportes en los 2000. Brent Lewis / Denver Post via Getty Images

El testimonio sobre la presunta compra de visas estadounidenses en el Consulado de Estados Unidos en México pone la lupa sobre el posible alcance del brazo del narco en las oficinas gubernamentales de Washington en el exterior.

El Conejo, nacido en Valle del Cauca, Colombia, relató ese episodio mientras daba detalles de color sobre sus actividades dentro del cártel, aunque reiteró que nunca conoció personalmente a García Luna, ni le dio dinero directamente, un punto que remarcó la defensa para desacreditarlo como testigo. Su testimonio de los pagos en efectivo al exfuncionario se basan, dijo, en lo que escuchó de Arturo Beltrán Leyva, jefe de la organización criminal. 

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El testigo de la Fiscalía no ofreció más detalles sobre las visas estadounidenses ni especificó en cuál consulado las compró o a quién le habría pagado a cambio de ellas. En México hay nueve cosulados de Estados Unidos. Tampoco quedó claro si la “compra” fue ilegal o si pagó por un trámite regular.

Obtener una visa estadounidense en México es un proceso complejo que puede requerir entrevistas, revisión de antecedentes, y la presentación de múltiples documentación, dependiendo del tipo de visado. Hay algunos estampados para empresarios e inversionistas paralos que se pagan ciertas tarifas, como la visa E-2, para extranjeros que tienen inversiones en Estados Unidos.

El Conejo también testificó este juves que en algún momento tuvo más de cinco identidades falsas y pasaportes irregulares de Guatemala, Venezuela, Colombia y México. “Todos andábamos con credenciales falsas, era lo normal (…) y más si sabe uno que tiene arreglos con la policía”, dijo.

Poveda Ortega ya había hecho alarde de las supuestas libertades de los narcotraficantes en la década del 2000, cuando García Luna era el zar antidrogasde México.

En su primer día de testimonio, contó la facilidad con la que el narco se movía a través de los pasillos y terminales del aeropuerto de la Ciudad de México, que por años fue uno de los principales puertos de tránsito de cocaína y dinero en efectivo.

El Conejo dijo que, en una ocasión que viajó de México a Colombia, el capo narco Jesús El Rey Zambada lo llevó al aeropuerto y lo puso en contacto allí con agentes de la policía federal para que lo pasaran sin hacer ningún trámite migratorio o de aduanas.

El Rey me llevó al aeropuerto, me recomendó con unos agentes de policía”, aseguró. “Agarraron una maleta pequeña que llevaba y me acompañaron hasta la puerta del avión”. “No se hacía ningún trámite (…) era una belleza”, contó Poveda al jurado en la corte. 

Si bien son conocidos los lujos de algunos narcotraficantes, como las grandes mansiones, los viajes y su relación cercana con políticos y famosos, no es usual que se haga público cómo estos manejan sus negocios con la anunencia de las autoridades.

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Las autoridades estadounidenses han ofrecido ciertos beneficios a narcotraficantes convictos, a cambio de ayuda para sostener casos contra criminales notorios como Joaquín El Chapo Guzmán. Algunos de los testigos de la Fiscalía contra García Luna también son exnarcos confesos que fueron condenados por tráfico de drogas y lavado de dinero, entre otros crímenes, pero ya están en libertad y algunos incluso residen legalmente en EE.UU. 

Óscar El Lobo Nava Valencia, exlíder del Cártel del Milenio, contó el lunes pasado al jurado que el Cártel de Sinaloa, de los Beltrán Leyva, pagaba millones a García Luna para tener vía libre en el aeropuerto de la capital mexicana cuando movían droga. En varias ocasiones, aseguró, llegaban con narcóticos desde países centroamericanos y algunos empleados de la terminal aérea se encargaban de mover la carga.

El Conejo contó que se ha encontrado casualmente con los narcos Jesús El Rey Zambada y Sergio El Grande Villarreal mientras han estado en custodia de las autoridades estadounidenses. Villareal era considerado, contó antes, el jefe de operaciones del aeropuerto de Ciudad de México.

El Grande fue el primer testigo convocado por la Fiscalía en el juicio contra García Luna, y habló de una supuesta relación amistosa y cercana entre el exfuncionario y varios capos narcos. Cuando estaba en la policía federal, dijo, el exsecretario se tomaba su tiempo para reunirse en persona con los líderes narcos y recibir "maletas negras llenas de efectivo".

La defensa de García Luna ha cuestionado que un funcionario de su nivel pudiera tener tales reuniones. Ha destacado además que no hay pruebas como grabaciones ni fotos que sostengan sus testimonios, y que los narcos están vengándose del hombre que los persiguió.

*Ronny Rojas reporta desde la corte en Nueva York.