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Así es la prisión de Ovidio Guzmán en Chicago: sufrió espectaculares fugas y encerró a otro hijo de un capo del narco

El hijo de 'El Chapo' comparecerá este lunes ante una corte de Illinois tras su extradición de México. La cárcel donde fue encerrado tiene una complicada historia de fugas e incidentes.

Ovidio Guzmán López, uno de los cuatro hijos de Joaquín El Chapo Guzmán, fue extraditado este viernes de México a Chicago (Illinois) para ser juzgado por narcotráfico como su padre, y se encuentra encerrado ya en una prisión estadounidense que ha sido escenario de espectaculares fugas y donde estuvo ya preso también un narco que terminó por testificar en contra de El Chapo para condenarlo.

Apodado El Ratón, Ovidio Guzmán, de 33 años, fue arrestado en enero en Culiacán, en el corazón del estado mexicano de Sinaloa. Ya había sido capturado antes, en octubre de 2019, pero el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador lo dejó marchar entonces para frenar una demostración de fuerza del cartel de Sinaloa, que desató balaceras, quema de autos y secuestros de agentes de la ley en esa ciudad cerca del océano Pacífico.

El arresto de El Ratón en enero también desató una ola de violencia en Culiacán, con 30 muertos, incluidos 10 militares. Las Fuerzas Armadas mexicanas batallaron con helicópteros Black Hawk contra las ametralladoras de 50 milímetros de calibre del cártel, y finalmente Guzmán pudo ser trasladado a la cárcel de máxima seguridad conocida como El Altiplano, en el Estado de México.

Fue precisamente de esa prisión de dónde escapó su padre en 2015 (su segunda fuga de una cárcel de máxima seguridad); El Chapo fue capturado en 2016, extraditado en 2017 a EE.UU., condenado a cadena perpetua en Nueva York en 2019 y encerrado en la prisión de máxima seguridad conocida como Supermax en Colorado.

 La captura de El Chapo sacudió el liderazgo del cartel de Sinaloa, donde sus hijos Joaquín Guzmán López, Jesús Alfredo Guzmán Salazar e Iván Archivaldo Guzmán Salazar integraron una facción conocida como Los Chapitos, en pugna o colaboración con quien se presume que lidera la organización, Ismael El Mayo Zambada García, por quien la Administración para el Control de Drogas (DEA, en inglés) ofrece cinco millones de dólares por su captura.

Ovidio Guzmán está acusado (junto a sus dos hermanos, que no han sido capturados) por el Departamento de Justicia ante sendas cortes federales de Nueva York, Illinois y el Distrito de Columbia de formar parte de la cúpula del cártel de Sinaloa como “coordinador logístico”, liderando “la mayor, más violenta y más prolífica operación en el mundo entero de tráfico de fentanilo”, una droga que “ha devastado familias y comunidades en Estados Unidos”.

 Se le acusa de traficar fentanilo, pero también cocaína, heroína, metanfetamina y marihuana a Estados Unidos, además de lavar los fondos obtenidos. Su imputación, dijo el Departamento de Justicia en abril, “envía un claro mensaje a Los Chapitos, el cartel de Sinalóa y las redes criminales de narcotráfico de todo el mundo”.

MCC Chicago, en diciembre de 2012 tras la fuga de dos presos.
MCC Chicago, en diciembre de 2012 tras la fuga de dos presos. Jose M. Osorio / Tribune News Service via Getty Images

Está previsto que Ovidio Guzmán comparezca este lunes ante la Corte Federal de Distrito de Chicago, donde será defendido por el abogado Jeffrey Lichtman, el mismo que representó a su padre.

Aunque padre e hijo fueron trasladados aparentemente en el mismo avión (en años diferentes) de México a Estados Unidos, mientras El Chapo fue llevado a una prisión federal en Nueva York, El Ratón se encuentra ahora recluso en el Chicago MCC (las siglas en inglés de Centro Metropolitano Correccional), según consta en el registro del Buró Federal de Prisiones.

Operada por el Gobierno federal y ubicada en el corazón de Chicago, la prisión ocupa un edificio de 28 plantas construido en 1971 que alberga presos y presas en diferentes niveles de seguridad.

Se diseñó con ventanas tan estrechas (cinco pulgadas) que no requirieran barras. En 1985, dos asesinos convictos lograron abrir un hueco en una ventana y se descolgaron hasta la calle; fueron atrapados meses después. En 2009, Matthew Nolan (hermano del director de cine Christopher Nolan) intentó escapar también por una ventana con una cuerda hecha con sábanas. Y en 2012, dos ladrones de bancos lograron huir a través de un agujero en una ventana del piso 17 también con una cuerda hecha con sábanas; fueron capturados meses después y ahora cumplen condena en la misma prisión de máxima seguridad que El Chapo en Colorado.

En MCC Chicago estuvo encarcelado a la espera de juicio también el músico R. Kelly, condenado en 2021 a 31 años de cárcel por pornografía infantil, entre otros cargos. Kelly fue golpeado por otro preso durante su estancia en la cárcel, en una época turbulenta por los estragos de la epidemia de coronavirus en la sociedad en general y en las prisiones. Una investigación periodística desveló además en 2019 que la falta de personal de seguridad en la prisión podía poner en riesgo la vida de los presos.

Y en MCC Chicago también estuvo preso Vicente Zambada-Niebla, apodado El Vicentillo, hijo de El Mayo, tras su arresto en México en 2019 y extradición a EE.UU. un año después. En 2019 fue condenado a 15 años, aunque se prevé que quede libre antes por el tiempo que pasó ya en prisión preventiva, su buena conducta en custodia, y su colaboración en el juicio contra El Chapo, contra el que testificó.

López Obrador niega intervención de EEUU en detención de hijo del "Chapo"
López Obrador, tras la detención de Guzmán. José Méndez / EFE

 En su periodo en MCC Chicago tras su extradición, El Vicentillo estuvo en confinamiento en solitario, y no se le permitió acceder al patio en la azotea donde pueden hacer gimnasia los presos, por temor a que intentara escapar en un helicóptero. Zambada-Niebla demandó al Buró federal de Prisiones en 2011, acusándole de un castigo cruel e inusual por no permitirle hacer ejercicio, y un juez federal dictaminó en contra de su confinamiento en solitario.

Por motivos de seguridad, fue trasladado entonces al centro federal correccional de Milan, en Michigan, de mediana seguridad y con un patio para hacer ejercicio.