La violencia contra las mujeres en el estado de Sinaloa en México, las ha llevado a acudir a las armas para tratar de defenderse de los narcos, la delincuencia y otro tipo de amenazas que las mantienen con miedo.
En Culiacán, epicentro de la violencia entre los cárteles y el Gobierno, un hombre dueño de un campo de tiro legal se ha empeñado en enseñarle a las mujeres a usar las armas, según un reportaje especial de VICE World News sobre las mujeres en el Cártel de Sinaloa y su protagonismo en el narcotráfico.
“El 60% de los que vienen son mujeres”, dijo a la publicación Jacobo Miller, el instructor de armas autorizado, quien defiende que con el entrenamiento, las mujeres quedan en condición de igualdad con quienes intenten atacarlas.
“Con las cosas como están, con tanta violencia, no hay lugar para el miedo. Ahora se trata de la seguridad y de mantenernos a salvo”, dijo una mujer identificada en el reportaje como Tessa, quien participa en estos cursos.
El Cártel de Sinaloa, de quien Joaquín El Chapo Guzmán era su máximo jefe, ha controlado el territorio durante años, ahora sus hijos causan terror en las calles, y las mujeres temen ser violadas y torturadas.
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En México alrededor de 10 mujeres son asesinadas diariamente debido a su género, según registran algunas organizaciones dedicadas a analizar la violencia de este tipo.
En el campo de entrenamiento de Jacobo también trabaja su esposa, Ana, con quien tiene dos hijas.
El instructor les enseña a sus alumnas cómo salir de una llave estranguladora: “¡No puedes pensar que no vas a apuñalar a tu marido! ¡Te está estrangulando! ¡Está tratando de matarte!”, le dice a las estudiantes mientras hace una demostración, de acuerdo a lo reportado por VICE World News.
Además de estas clases otras mujeres se reúnen en un gimnasio de la ciudad para aprender defensa personal, entre ellas víctimas directas de la violencia, como una mujer que fue secuestrada por un grupo aliado del cártel en un restaurante y fue violada en múltiples ocasiones.
Según el reportaje, cada vez más mujeres se entrenan para defenderse, pero también para convertirse en asesinas al servicio de los cárteles.
Las armas parecen ser la única salida para asegurar la supervivencia en Sinaloa, incluso la esposa de El Chapo Guzmán, Emma Coronel, aprendió a disparar justo después de que su marido fuera extraditado a Estados Unidos.
“A nadie aquí le importaba un carajo que fuera la esposa de El Chapo una vez que él fuera extraditado”, le dijo a la publicación una fuente cercana al Cártel de Sinaloa.
El grupo criminal ha tenido importantes mujeres en sus filas, entre las más importantes, Guadalupe Fernández Valencia, conocida como ‘La Patrona’, quien fue sentenciada a 10 años de prisión el pasado mes de agosto por un juez federal en Chicago.
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Fernández fue la mujer de mayor rango en la estructura criminal del Cártel de Sinaloa y fue declarada culpable de los cargos de traficar drogas y lavar dinero.
Pasó tres décadas en el negocio del narcotráfico y trabajó como colaboradora cercana de Jesús Alfredo Guzmán Salazar, conocido como 'alfredillo', uno de los hijos de El Chapo y quien está prófugo de la justicia.
Su alianza con el Cártel de Sinaloa comenzó después de ser deportada desde Estados Unidos a México por vender bolsas de droga en California, según cuenta VICE World News.
Al declararse culpable evitó el juicio y por eso parte de su historial permanece desconocido por el público. 'La Patrona' cooperó con la justicia estadounidense.
Otra de las mujeres dueñas de su propia red de narcotráfico, aliada del cártel de Sinaloa fue Luz Irene Fajardo Campos, quien también fue extraditada y sentenciada a 22 años de prisión el pasado mes de julio.
Su arresto fue seguido de una impactante noticia para su familia, los cuerpos de sus hijos aparecieron incinerados y desmembrados en México, este hecho fue considerado como un mensaje del narco para que no decidiera cooperar con la justicia.
La muerte de sus hijos que, de acuerdo a la publicación, eran jóvenes adultos, la llevo a irse a juicio, sin embargo su salud mental se vio afectada y fue remitida a evaluación psiquiátrica.
“¿Quién vería que secuestran y asesinan a dos de sus hijos y luego haría algo para poner en riesgo al resto de su familia? Nadie haría eso”, le dijo su abogado Robert Feitel a VICE World News.
Ambas mujeres fueron la caras más visible del narco y aunque permanecieron en el anonimato mucho tiempo, sus nombres no están lejos de ser leyenda como el de sus contrapartes masculinas.
Según entrevistas hechas en la publicación para Luz Irene Fajardo hay un poco de esperanza de volver a salvo a Sinaloa, mientras que para 'La Patrona', no existe la posibilidad de un retorno sin poner en riesgo su vida.