Nueva York. Miguel Madrigal, oficial de la Administración para el Control de las Drogas (DEA, por sus siglas en inglés), aseguró este jueves que desde hace más de 10 años la agencia federal tiene información de que el exsecretario mexicano de Seguridad Pública Genaro García Luna tenía relaciones con el narcotráfico.
Madrigal, quien estuvo destacado en México y ahora es agente especial en Texas, dijo que esa noticia les llegó del excapo Sergio Villareal Barragán, apodado El Grande, quien contactó a la DEA tras ser detenido en 2010 para decirles que tenía información comprometedora sobre los presuntos sobornos que pagaba la organización de los Beltrán Leyva a García Luna.
Esa no fue la única revelación de la jornada de hoy. Al final de la tarde, Francisco Cañedo Zavaleta, un exagente de la Policía Federal mexicana que trabajo en la unidad antinarcóticos, aseguró que el domingo 19 de octubre de 2008 vio, por casualidad, a Genaro García Luna junto a los capos Arturo Beltrán Leyva y Edgar Valdez Villareal, alias La Barbie, estacionados en dos camionetas al lado de una carretera en Cuernavaca. Aseguró que se detuvo más adelante y abrió el capó de su vehículo y se bajó mientras veía hacia donde estaban los vehículos. Ese día estaba en su día libre, dijo.
Narró que, al rato, las dos camionetas Suburban avanzaron por donde él estaba —en una iban los narcos y al volante de la otra García Luna— para luego doblar en una calle del fraccionamiento Los Limoneros, en Cuernavaca. "Se me quedaron viendo y me espanté. Subí a mi carro y empecé a avanzar", dijo Cañedo Zavaleta al jurado.
Cañedo, quien se retiró de la policía el año pasado, aseguró que en noviembre del 2008 le contó de este incidente a Layda Sansores San Román, la actual gobernadora del estado de Campeche, quien en ese momento era diputada federal. El expolicía aseguró que Sansores le dijo que enviara una carta denunciado el hecho al Congreso mexicano. Dijo al jurado que también le contó del hecho a un compañero policía llamado Óscar Granados Salero.
Ante las preguntas de la fiscala Saritha Komatireddy, Cañedo, quien declaró bajo juramento, aseguró que preparó la carta a nombre de Granados Salero pero puso la dirección de su casa y sus números de teléfono. "Decidimos correr el mismo riesgo", dijo.
También afirmó que Sansores le pidió autorización para llamar a un periodista de la revista mexicana Proceso —no reveló el nombre— a quién le entregó una copia de la carta.
Antes de que la defensa de Genaro García Luna pudiese contrainterrogar a Cañedo, el juez Brian Cogen dio por terminada la audiencia. El juicio se reanudará el lunes.
"La mejor inversión" del Cártel de Sinaloa
La semana pasada, Sergio Villareal Barragán, exnarco de la organización de los Beltrán Leyva, aseguró en la corte que García Luna “fue la mejor inversión del Cártel de Sinaloa” y que el funcionario recibió “millones de dólares” de colectas de varios líderes narcos. García Luna ha negado todo vínculo con los cárteles de narcotráfico, a los que tenía la función de combatir cuando era secretario del Gobierno de Felipe Calderón. Su defensa remarca que las acusaciones están basadas en relatos de excriminales que llevan adelante una "venganza" contra el exfuncionario, y que no hay pruebas de las supuestas entregas de dinero y favores concebidos a cambio.
Madrigal, testigo de la Fiscalía, es el primer agente estadounidense que menciona un posible vínculo de García Luna con el Cártel de Sinaloa durante el juicio en contra del exfuncionario mexicano en una corte federal de Brooklyn (Nueva York).

El agente, sin embargo, no explicó con detalles qué hizo la DEA con la información que recibió sobre García Luna.
Una investigación de ProPublica reveló recientemente que los agentes antinarcóticos de EE.UU. descubrieron pruebas de la alianza de García Luna con narcotraficantes meses antes de que abandonara su cargo en 2012. Al año siguiente, ya tenían suficientes hallazgos y los presentaron a la entonces directora de la DEA, quien los instó a seguir adelante con una acusación.
Pero el caso tomó años de trabajo porque los fiscales federales de Texas rechazaban la acusación por considerar que las pruebas eran insuficientes, según indicaron a ProPublica varios funcionarios y exfuncionarios. “Ellos querían más”, dijo Steven S. Whipple, quien supervisó la investigación durante varios años como jefe adjunto y luego como jefe de la oficina de la DEA en Houston.
El caso logró avanzar finalmente en 2019 con el juicio contra Joaquín El Chapo Guzmán: un testigo dijo que le había pagado más de $6 millones de dólares a García Luna de parte del Cártel de Sinaloa.
Tras los pasos de García Luna en México
El agente Madrigal, que estuvo destacado en México entre 2008 y 2015, dijo este jueves en la corte de Brooklyn que en una ocasión —no especificó el año— la DEA investigó reuniones que mantuvieron altos funcionarios de Gobierno mexicano con capos del narcotráfico en el desaparecido restaurante Champs Elysées, en el centro de la ciudad de México, que estuvo ubicado en Paseo de la Reforma y frente a la embajada de Estados Unidos. En el local presuntamente se realizaban pagos de dinero por parte del cártel.
Dijo que la DEA acudió al restaurante a revisar si había cámaras que hubiesen grabado el encuentro, pero el local no tenía.
Contó además cómo la DEA veía falta de confianza y coordinación entre las diferentes entidades de seguridad del Gobierno mexicano, que investigaban y llevaban casos del narcotráfico por separado ante la posibilidad de que la información se expusiera.
Asimismo, habló de los vínculos de Édgar Enrique Bayardo del Villar, entonces inspector adscrito a la Policía Federal Preventiva de México, con el narcotráfico. Dijo que después de 2008, cuando estalló la guerra entre las facciones del Cártel de Sinaloa, la DEA notó que Bayardo les compartía información sobre todo de los miembros de la organización de los Beltrán Leyva y poco decía de sus rivales como los hermanos El Mayo y El Rey Zambada el Joaquín El Chapo Guzmán.
Aseguró que en algún momento vio un video en el que aparecía la camioneta Cherokee blanca propiedad de Bayardo frente a una de las casa del capo narco Jesús El Rey Zambada, aunque no precisó la fecha. Madrigal dijo que compartieron la información y la ubicación del capo con los superiores de Bayardo y planearon un operativo para capturar a Zambada, pero este escapó antes. Esto los hizo sospechar de que el capo había sido alertado.
El agente declaró que luego del arresto de Jesús El Rey Zambada por parte de la Procuraduría General de México, tuvo una breve conversación con Bayardo sen la que lo vio "preocupado".
Édgar Enrique Bayardo fue asesinado a tiros en una cafetería de la capital mexicana en noviembre del 2015.
Este jueves también declararon en el juicio dos exagentes de la Guardia Costera de Estados Unidos que hablaron sobre diversos decomisos de drogas realizados en las costas centroamericanas años atrás.
La defensa de García Luna aprovechó su espacio con un testigo para presentar al jurado fotografías de Genaro García Luna con Hillary Clinton cuando esta era secretaria de Estado, así como con Eric Holder, ex fiscal general de EE.UU. y el expresidente Barack Obama.
Desde el inicio del juicio, los defensores han querido enviar un mensaje sobre la relación de confianza que tenía García Luna con el gobierno estadounidense. La Fiscalía respondió trayendo al debate una fotografía de Hillary Clinton con el presidente ruso Vladimir Putin que el juez Brian Cogan rechazó como prueba.
"Puede discutir lo obvio sin usar esa fotografía", le dijo Cogan al fiscal Philip Nathan Pilmar.