Genaro García Luna “recibió millones por dejar a los cárteles trabajar” cuando era secretario de Seguridad de México y lideraba, precisamente, una política de mano dura contra el narcotráfico, aseguró este lunes el fiscal Philip Nathan Pilmar, al abrir los argumentos del caso contra el exfuncionario en un tribunal federal de Nueva York.
“Era el encargado de cuidar al pueblo mexicano, ese fue primer trabajo, el segundo era un trabajo sucio”, señaló el fiscal señalando a García Luna, quien es el exfuncionario mexicano de mayor rango en estar en el banquillo de los acusados de un tribunal de EE.UU. "Tomó el dinero de los cárteles", señaló, "y traicionó el juramento a su país".
La defensa intentó mostrar un relato muy diferente. “Falta de evidencia del Gobierno: de esto se trata este juicio”, dijo a su turno César de Castro, abogado de García Luna, ante el jurado en la corte de Brooklyn.
El defensor negó que la fiscalía tenga pruebas y aseguró que Estados Unidos estaba ayudando a los cárteles a librar “una venganza” en contra del exfuncionario.
Los argumentos de uno y otro lado dieron comienzo este lunes a lo que se espera sea un juicio de unos ocho meses en los cuales se analizará el pasado de García Luna desde que fue un zar antidrogas mexicano del Gobierno mexicano de Felipe Calderón Hinojosa hasta su arresto en EE.UU. en 2019 por vínculos con el narco, en una causa con un millón de páginas de documentos y material gráfico, como también grabaciones de comunicaciones intervenidas.

En el tribunal de Brooklyn le espera además un desfile de testigos gubernamentales y capos del narco, nunca visto allí desde que el jefe del cártel de Sinaloa, Joaquín El Chapo Guzmán, fue condenado a cadena perpetua en 2019. Algunas de las acusaciones contra García Luna surgieron durante ese proceso.
"Van a escuchar a los testigos hablar sobre cosas horribles que hicieron para el cártel: tortura, asesinatos, secuestros y tráfico”, anticipó el fiscal, indicando que los traficantes llevados al estrado están condenados y decidieron cooperar con el Gobierno de EE.UU.
Para el abogado defensor de García Luna, en cambio, los testigos claves de la acusación son quienes cayeron ante el trabajo del exfuncionario en su lucha contra el narco. “Qué mejor venganza que enterrar al hombre que lideró la guerra contra los carteles”, señaló en sus argumentos.
El juez de la causa es Brian Cogan, el mismo que juzgó a El Chapo Guzmán, en tanto que el jurado está compuesto por 18 miembros, cuyas identidades se mantienen en anonimato por motivos de seguridad y que son escoltados por alguaciles federales en su ida y retorno al tribunal.
García Luna enfrenta cinco cargos en su contra: tres por tráfico de cocaína, uno por delincuencia organizada y otro por falsedad de declaraciones. “El cartel no hubiese logrado todas las muertes, el tráfico de drogas, todo lo que hizo, sin el apoyo de Genaro”, señaló el fiscal.
Un poder como no se conoce
El fiscal señaló que García Luna tuvo un poder completo como secretario de Felipe Calderón, y que controlaba a la Policía Federal mexicana, usándola para ayudar a los cárteles: eran sus guardaespaldas, los dejaban usar uniformes policiales e incluso hacían las entregas de los cargamentos de drogas para ellos.
“Hacer delitos para él era fácil: pensaba que estaba por encima de la ley”, aseguró.
El juicio deberá determinar si García Luna es culpable de participar en una conspiración de tráfico de cocaína, incluyendo aceptar sobornos multimillonarios del cártel de Sinaloa entre 2001 y 2012 mientras ocupaba cargos públicos –primero director de la Agencia Federal de Investigaciones y después la Secretaría de Seguridad Pública.
“Es difícil describir qué tan poderoso era este hombre porque no tenemos en Estados Unidos a una persona con ese nivel de poder”, apuntó.
La fiscalía alega que aceptó decenas de millones de dólares, a menudo metidos en maletines. Con este dinero, no sólo se pagaba el apoyo logístico que necesitaba el cártel de Sinaloa para operar, sostiene la fiscalía, sino también información confidencial sobre investigaciones del Gobierno mexicano, e incluso la liberación de miembros detenidos.
Los investigadores afirman que siguió viviendo de sus ganancias ilícitas incluso después de mudarse a Florida en EE.UU. y hasta que fue arrestado en 2019, aunque su defensa alega que era un empresario legítimo. Y García Luna se ha declarado no culpable de los cargos de narcotráfico y de empresa criminal.
La supuesta venganza narco
El abogado César de Castro mostró algo del material que considera respalda la defensa de García Luna ante el jurado: fotos de García Luna con Hillary Clinton, John MacCain, Eric Holder y Barack Obama, entre otros.
"El Gobierno abandonó a un aliado estratégico", dijo acusando a EE.UU. de aliarse con los cárteles que en el pasado el exfuncionario les habría ayudado a enfrentar.

Durante el juicio, se espera el testimonio de capos del narcotráfico, algunos con nombres que resultan familiares ya que estuvieron presentes en el proceso contra El Chapo Guzmán, como Jesús El Rey Zambada García (exoperador del cártel de Sinaloa) y Édgar El Diablo Veytia, exfiscal del estado mexicano de Nayarit. La defensa a desestimado estos relatos tratándolos de una "venganza".
Castro sostuvo en este sentido que la acusación tiene motivaciones de "venganza" sin ninguna evidencia, y le pidió al jurado que se pregunte dónde están los cientos de millones que se dice recibió García Luna. “No hay fotos, no hay grabaciones, no hay vídeo, no hay textos, ni documentos ni evidencia creíble", indicó.
El juez determinó la semana pasada que algunos elementos serían excluidos del proceso como los elogios al acusado por parte de altos funcionarios estadounidenses que pretendía usar la defensa, pero también muestras de la riqueza acumulada por exsecretario que presentaba la fiscalía.
Salpicadas a la política mexicana
El caso podría revelar cómo los cárteles han podido operar abiertamente durante tanto tiempo, si existieron sobornos a la policía y al ejército, pudiendo salpicar así a figuras de la política mexicana.
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, ha acogido con satisfacción un juicio que se espera que arroje luz sobre la corrupción en el gobierno de Calderón, a quien el mandatario acusa de haberle robado la presidencia en 2006. Pero además, AMLO ha pedido que se devele la relación que tuvo García Luna con el Gobierno de EE.UU.
Aunque el propio López Obrador luchó para evitar que el exsecretario de Defensa, el general Salvador Cienfuegos, fuese juzgado en Estados Unidos por cargos similares en 2020, y llegó a amenazar con expulsar a los agentes de la DEA del país a menos que el general fuese devuelto a México, como acabó ocurriendo.
El periodista Ronny Rojas contribuyó con este reporte desde la audiencia en Nueva York.