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Genaro García Luna, el zar antidroga de México, es declarado culpable de todos los cargos en su contra por narcotráfico en Nueva York

Múltiples testigos de la Fiscalía habían asegurado que el exsecretario de Seguridad Pública ayudó al Cártel de Sinaloa a cambio de millones de dólares en sobornos.

Nueva York.— El exsecretario de Seguridad Pública de México, Genaro García Luna, fue declarado culpable este martes de todos los cargos en su contra por conspirar para importar y distribuir cocaína en Estados Unidos, recibiendo sobornos millonarios del Cártel de Sinaloa cuando su función era combatirlo, en una corte federal de Nueva York, tras un juicio que se extendió por casi un mes.

García Luna enfrentaba cuatro cargos ligados al narcotráfico, que el jurado consideró se probaron: conspiración para la distribución internacional de cocaína, conspiración para la distribución y posesión de cocaína, y conspiración para importar cocaína, y pertenecer a una empresa delincuencial continua. También lo consideró culpable por el delito de declaraciones falsas, por mentir en su aplicación a la ciudadanía estadounidense, al decir en su declaración jurada para este trámite que no había cometido ningún crimen.

La sentencia contra García Luna quedó programada para el 27 de junio a las 11:00 am, entretanto el exfuncionario seguirá detenido. El exfuncionario enfrenta una pena mínima de 20 años de prisión y una máxima de cadena perpetua.

La sentencia fue leída por el juez Brian M. Cogan poco antes de las 3 pm, ante una sala repleta en la que estaban la esposa de García Luna, Linda Cristina Pereyra, y sus dos hijos, quienes permanecieron inmóviles y prácticamente sin ninguna reacción.

Linda Cristina Pereyra al llegar este martes a la Corte de los Estados Unidos en Brooklyn, junto a los abogados de su esposo, Genaro García Luna.
Linda Cristina Pereyra al llegar este martes a la Corte de los Estados Unidos en Brooklyn, junto a los abogados de su esposo, Genaro García Luna. DAVID DEE DELGADO / REUTERS

García Luna es el exfuncionario mexicano de mayor rango en ser enjuiciado en Estados Unidos, luego de que fuera arrestado en Texas en diciembre de 2019. Tras dejar la función pública, en 2012, se mudó con su familia a Florida, Estados Unidos, donde vivía en una lujosa residencia mientras ofrecía consultoría en seguridad.

El exfuncionario vestía un traje negro con corbata oscura a rayas y se mantuvo inmóvil mientras el juez leía la sentencia. Cuando entró el jurado a la sala se persignó y luego de conocer la resolución de culpabilidad volvió a ver a su familia —sentada en bancas reservadas del público— y les hizo una seña con su mano en el corazón.

Luego de conocer la sentencia, el abogado de García Luna, César de Castro, dijo que se sentían "muy decepcionados" con la decisión.

"Estamos extremadamente decepcionados con el veredicto de hoy. Después de muchos años de intentar construir un caso contra el Sr. García Luna con evidencia confiable y creíble, el Gobierno se vio forzado a conformarse con un caso construido sobre las espaldas de algunos de los criminales más notorios y despiadados que testificaron en esta sala de juicio. El gobierno no tuvo evidencia confiable que corroborara a sus testigos", dijo de Castro a las afueras del edificio del Tribunal.

Por su parte, Breon Peace, fiscal para el Distrito Este de Nueva York, dijo en un comunicado que "es inconcebible que el acusado haya traicionado su deber como Secretario de Seguridad Pública al aceptar con avidez millones de dólares en sobornos que fue manchado por la sangre de las guerras de carteles".

“García Luna, quien una vez estuvo en la cúspide de la fuerza del orden en México, ahora vivirá el resto de sus días habiendo sido expuesto como un traidor a su país y a los miembros honestos de la las fuerzas del orden que arriesgaron sus vidas para desmantelar los cárteles de la droga", dijo Peace.

16 horas de deliberación

El jurado tomó casi 16 horas de deliberación desde el jueves anterior, antes de llegar a su decisión unánime. Los 12 jurados debieron analizar casi un mes de audiencias en la corte del Distrito Este de Nueva York, en Brooklyn, donde testificaron 26 testigos de la Fiscalía, entre ellos excapos del narcotráfico que aseguraron haberle pagado millones de dólares en sobornos a García Luna a cambio de ayuda y protección para el Cártel de Sinaloa, cuando era funcionario público en México (de 2001 a 2012), y se suponía que debía combatir al narco.

Inicialmente, cuando el jurado se presentó a la sala con su veredicto, a eso de las 2:45 pm, el juez Brian M. Cogan se percató de que los miembros del panel olvidaron señalar su decisión sobre el cargo número uno de delincuencia organizada. El jurado tuvo que retirarse durante cinco minutos para corregir su error.

Una vez leída la sentencia, el juez Cogan elogió al jurado por su trabajo y le recordó que el sistema estadounidense de dejar en manos de un panel de civiles la decisión de un complejo caso de corrupción como estos es rara entre los sistemas judiciales del mundo. "Pocos países hacen esto, pero nosotros sí lo hacemos. Lo hacemos porque confiamos en ustedes, confiamos en su sentido común", les dijo el magistrado.

En total, García Luna permaneció en la sala unos 30 minutos, antes de retirarse acompañado de oficiales de Servicio Federal de Alguaciles.

La defensa del llamado zar antidrogas de México mantuvo durante el juicio que La Fiscalía no había presentado evidencia documental para sostener sus acusaciones y pidió al jurado no creer en las palabras de capos "que han cometido crímenes horribles", señalando también supuestas contradicciones en sus testimonios. El abogado César de Castro les llamó “asesinos, torturadores, estafadores, traficantes y mentirosos”.

Foto de archivo de Genaro García Luna, entonces secretario de Seguridad Pública de México, durante la celebración del Día Nacional de la Policía el 2 de junio de 2012, pocos meses antes de dejar su cargo.
Genaro García Luna participa de un evento siendo secretario de Seguridad Pública de México, en junio de 2012, pocos meses antes de dejar su cargo. Alfredo Estrella / Getty Images

Aunque durante un tiempo se pensó que esta estrategia podría ser efectiva, las probabilidades estaban a favor de la acusación: menos del 1% de los acusados de delitos federales obtienen absoluciones en los juicios con jurado, según la Oficina Administrativa de los Tribunales de Estados Unidos.

Genaro García Luna no declaró durante el juicio en su contra (y por ley no tenía la obligación de hacerlo). El único testigo llamado por la defensa fue su esposa, Linda Cristina Pereyra, para explicar que el patrimonio de la pareja provino de ahorros, préstamos, inversiones y bonos de trabajo, entre otros, y así desmentir la narrativa de que se enriquecieron gracias al narco.

La defensa también intentó argumentar que García Luna dejó de ser funcionario en 2012, por lo que incluso si hubiera conspirado para traficar drogas, ese delito "ya no existe". Según instrucciones del juez Brian M. Cogan, el jurado tenía primero que evaluar si García Luna era o no culpable antes de analizar si los delitos estaban prescritos. Pero este argumento no prosperó.

El jurado, compuesto por siete mujeres y cinco hombres (además de seis suplentes que no votan en el fallo final), había comenzado sus deliberaciones el jueves en la tarde, luego de recibir las instrucciones por parte del juez Cogan, el mismo que presidió el juicio contra Joaquín El Chapo Guzmán a finales del 2018.

"Si tienen alguna duda, no vacilen en absolverlo. Pero si creen que el Gobierno cumplió con la carga de la prueba más allá de cualquier duda razonable, deben condenarlo (...) más allá de cualquier simpatía personal", les había dicho Cogan.

Los testigos fueron la principal evidencia presentada por las autoridades estadounidenses, y la base para la decisión final. El juez había dado al jurado algunas pautas para decidir si sus relatos eran creíbles, algo que la defensa cuestionó durante todo el proceso remarcando que eran excriminales y argumentando que querían una "venganza" en contra el exfuncionario.

El juez Cogan dijo al jurado que evaluara las circunstancias en las que declararon, si los consideran "sinceros y francos", o si sintieron que estaban "escondiendo algo o eran evasivos" en sus respuestas, entre otras pautas.

Este martes, poco antes de las 2:00 pm, el jurado solicitó a los fiscales y a la defensa de García Luna partes del testimonio de Jesús El Rey Zambada, hermano de El Mayo Zambada, actual líder del cártel de Sinaloa, quien declaró durante el juicio que en 2006 estuvo involucrado en dos reuniones en las que el abogado Óscar Paredes, colaborador del cártel, le pagó a García Luna 5 millones de dólares en efectivo en un restaurante de Ciudad de México y que “se puso en una maleta de las que usan los deportistas”.

El viernes anterior, también había solicitado a los abogados partes de los testimonios del excapo Sergio Villareal El Grande y de Israel Ávila, un exmiembro del cártel de Sinaloa que trabajó para los hermanos Mario y Alberto Pineda Villa, fallecidos en 2009, y quien actualmente está preso en Estados Unidos condenado por tráfico de heroína, así como información de otras 13 evidencias para apoyar la discusión.

Los principales testigos de la Fiscalía, como Sergio El Grande Villarreal Barragán y Jesús El Rey Zambada García, son exnarcotraficantes condenados que tienen acuerdos de cooperación con las autoridades estadounidenses, que les ha permitido beneficios como poder traer a sus familias de México y recibir algún tipo de estatus legal.

Con respecto a sus antecedentes penales, el juez había explicado: "el Gobierno a veces tiene que basarse en el testimonio de gente que cometió crímenes; de otra manera sería imposible probar las malas acciones de otras personas".

García Luna es el exfuncionario mexicano de mayor rango en ser juzgado en un tribunal federal de Estados Unidos, marcando su caso así un antecedente histórico. Fue legado a juicio tras una investigación en su contra que se extendió por más de una década, y luego de que varios exnarcos dijeran en el proceso contra Joaquín El Chapo Guzmán, en el mismo tribunal y ante el mismo juez, que le habían pagado sobornos.

[¿Cómo García Luna adquirió sus casas y automóviles? Su esposa testificó que con ahorros, préstamos, inversiones y bonos de trabajo]

Durante las audiencias en Brooklyn, los testigos hicieron nutridos relatos que no sólo desempolvaron cómo el negocio del narcotráfico en México se contaba con el mundo de la política, y las fuerzas de seguridad (como la policía federal moviendo cargas de droga, sino que también ofrecieron detalles de las internas de poder.

Se escucharon así historias de traiciones entre narcos, como en el caso de El Rey Zambada enviando a allanar la mansión de El Conejo (que se emocionó ante el jurado al ver el video de su casa con animales exóticos); y también de presiones y extorsiones, como el secuestro exprés ordenado contra el mismo García Luna en medio de la guerra entre cárteles. “Lo levantaron en una carretera del estado de Morelos rumbo a Cocoyoc”, dijo El Grande en la sala de juicio. 

La vida que llevaban los líderes del Cártel de Sinaloa, la organización criminal más poderosa de México en la década de los 2000, también quedó al descubierto (sus coches de lujo, mansiones, fiestas e incluso alardes de comprar visas estadounidenses) como así también sus crímenes (desde órdenes se asesinatos a torturas y secuestros). Los exlíderes del narco relataron también las pujas por el territorio entre las distintas facciones del cártel, y cómo “se repartieron el país” al final.

Sin embargo, apenas algunos nombres de políticos de primer rango se escucharon en el juicio, como así también de periódicos, sin ninguna acusación concreta, como la mención del expresidente Felipe Calderón por parte de un exfiscal mexicano que dijo que un exnarco le dijo, un dicho de uno a otro, que había dado la orden junto con García Luna de proteger a El Chapo en la guerra interna. Luego, Calderón lo negó categóricamente.

También estuvo el intento de la defensa de que El Rey Zambada dijera que había aportado a la campaña presidencial de Andrés Manuel López Obrador, algo que el exnarco negó por completo.

En 2020, las autoridades estadounidenses intentaron enjuiciar sin éxito al exsecretario de defensa de México Salvador Cienfuegos. Se le retiraron los cargos y fue autorizado a regresar a su país. Una vez en México, el presidente, Andrés Manuel López Obrador, exculpó al general Cienfuegos de vínculos al narcotráfico y acusó a la DEA de "fabricar" evidencia.

El juicio contra García Luna representó así una presión extra para el Departamento de Justicia en cuanto al futuro de otros casos contra el narcotráfico de alto perfil.