IE 11 is not supported. For an optimal experience visit our site on another browser.

¿Cómo García Luna adquirió sus casas y automóviles? Su esposa testifica que con ahorros, préstamos, inversiones y bonos de trabajo

Linda Cristina Pereyra, la única testigo de la defensa en el juicio en Nueva York, desafió este martes la acusación de la Fiscalía de que el exsecretario de Seguridad mexicano se enriqueció con ayuda del narco.

Nueva York— La esposa de Genaro García Luna, Linda Cristina Pereyra, se presentó en la corte federal de Nueva York este martes como la única testigo en declarar a favor del exsecretario de Seguridad Pública de México, acusado de recibir sobornos del Cártel de Sinaloa.

Pereyra relató cómo la pareja construyó su capital durante los años en que García Luna fue funcionario público y dijo que los bienes que amasaron en México —que van desde una amplia casa en la capital del país, otra residencia de campo en Morelos y un par de restaurantes— los obtuvieron a partir del trabajo y los ahorros de ambos. Dijo que decidió testificar para apoyar a su esposo.

"Por supuesto, quiero decir la verdad", respondió en el estrado.

El juez, Brian M. Cogan, decidió que durante el juicio no se hablaría de los bienes y dinero que García Luna pudo haber tenido a su disposición después de dejar su cargo, por lo que la Fiscalía no pudo presentar evidencias ni preguntar sobre la mansión en la que el exfuncionario y su familia terminaron viviendo en Florida, luego de mudarse a Estados Unidos en 2012.

Guiada por las preguntas del defensor Florian Miedel, Linda Cristina Pereyra fue la voz del exsecretario, quien se negó a declarar ante el jurado, para refutar la acusación de la Fiscalía de que su esposo se enriqueció con pagos mensuales del narco, a cambio de ayuda y protección a los grupos criminales. 

Former Mexican drug czar heads to U.S. trial accused of aiding El Chapo in New York
Linda Cristina Pereyra, esposa de Genaro García Luna, fue el único testigo de la defensa en el juicio por narcotráfico contra el exsecretrio de Seguridad de México. JANE ROSENBERG / REUTERS

La mujer recorrió la historia financiera familiar mostrando a los García Luna como una familia trabajadora de clase media que utilizó créditos bancarios, bonos del trabajo del entonces funcionario, ahorros personales y ganancias de la venta de propiedades para construir su patrimonio en los últimos 30 años.

En México, la pareja ha tenido un perfil bajo y hay escasas fotografías donde se les ve juntos en eventos políticos. En 2012, cuando terminó el Gobierno de Felipe Calderón y García Luna dejó de ocupar cargos públicos, la pareja se estableció en Miami con sus dos hijos.

Un relato desconocido sobre la historia familia

Pereyra dio este martes un relato más completo y desconocido sobre la historia familiar. Dijo que ella, de 52 años, y García Luna, de 54, comenzaron como pareja en 1989, cuando ambos trabajaron en el Centro de Investigación y Seguridad Nacional (CICEN). En 1994, compraron un apartamento en la colonia Xochimilco, en la Ciudad de México. A partir de ahí, narró cómo ella abrió una tienda de artículos de oficina cuando dejó de trabajar para la CICEN.

Luego de que se casaron, en 1995, y ya con García Luna fungiendo como subdirector de agencia de investigación, vendieron el departamento y compraron una tierra cercana para construir una casa. La compraron, dijo ella, con ahorros, con el dinero del apartamento y con un bono de Navidad que recibió García Luna.

En 2000, dijo Pereyra, la pareja compró una propiedad con una "pequeña casa de descanso" en Jiutepec, Morelos, por unos 350,000 pesos mexicanos, que vendieron cuatro años más tarde por 1 millón de pesos, luego de varias remodelaciones.

Poco antes, en 2002, cuando García Luna era director de la extinta Agencia Federal de Investigación (AFI), habían comprado otros dos lotes cercanos en Jiutepec, donde inicialmente construyeron una piscina y un rancho.

Esa propiedad la alquilaban para eventos y fiestas infantiles, según el relato de Pereyra. Allí, posteriormente, construyeron una amplia residencia de fin de semana cuyas fotografías fueron aportadas por al Fiscalía como evidencias de la presunta riqueza de la familia García Luna.

La esposa de Genaro Garcia Luna's wife, Cristina Pereyra, llega a la corte de Brooklyn para prestar testimonio.
La esposa de Genaro Garcia Luna's wife, Cristina Pereyra, llega a la corte de Brooklyn para prestar testimonio. YUKI IWAMURA / AFP via Getty Images

"Queríamos el lugar para tener un poco de descanso. Era complicado salir a lugares públicos por la (escolta de) seguridad que teníamos", dijo la esposa del exfuncionario, quien lo ha acompañado durante todo el juicio desde las bancas del público.

Allí mismo, en Jiutepec, Pereyra compró un pequeño local donde montó una tienda de productos para fiestas infantiles, que luego vendió en 2007. Entretanto, la pareja decidió comprar una casa en Cuernavaca, con el fin de "arreglarla y venderla por una ganancia", dijo. La mujer aseguró que, gracias al cargo de García Luna, adquirieron la propiedad financiada con un crédito del FOVISSSTE, un órgano estatal mexicano que permite a los trabajadores públicos obtener préstamos con mejores condiciones.  

En 2006, el mismo año que García Luna comenzaba sus funciones como secretario de Seguridad Pública en el gabinete del presidente Felipe Calderón, la familia compró una propiedad en calle Paseo De Los Cedros, Xochimilco, donde eventualmente Pereyra abriría la Cafetería Los Cedros, un comercio que la Fiscalía trajo al juicio para mostrar que García Luna tenía acceso a un negocio donde recibía dinero en efectivo y que pudo haber utilizado para lavar el dinero de los presuntos pagos del narcotráfico.

Pereyra aseguró que la propiedad de la cafetería la compraron por 3.5 millones de pesos mexicanos con ayuda de un crédito otorgado por el banco Scotiabank. Además, dijo, García Luna había obtenido una liquidación de 2.7 millones de pesos mexicanos tras dejar su trabajo en la AFI para asumir la secretaría de Seguridad Pública.

La esposa de García Luna también describió una sucesión de compras y ventas inmobiliarias, ahorros, bonos de fin de año en el trabajo de su esposo, así como sus propias ganancias que les permitió mudarse en 2009 a una lujosa casa de Monte de Funiar, en el fraccionamiento Jardines en la Montaña de la capital mexicana.

La Fiscalía no pudo preguntar sobre los bienes familiares en EE.UU.

La Fiscalía ha intentado señalar que la riqueza de García Luna responde a los sobornos del narco mientras ocupaba cargos públicos entre 2001 y 2012, primero como director de la Agencia Federal de Investigaciones y después al frente de la Secretaría de Seguridad Pública, bajo Calderón.

Los fiscales presentaron fotografías y material recabado de la computadora personal y el teléfono celular de García Luna que muestran las propiedades y bienes del exfuncionario, entre ellas la casa de Ciudad de México con una pecera gigante, que Pereyra asegura construyeron para ocultar las bases de una construcción contigua que sobresalían en el muro de su residencia.

Pero lo cierto es que la Fiscalía no pudo traer a la mesa evidencia fulminante que demostrara la riqueza que le atribuyen o los supuestos pagos de millones de dólares durante años que antiguos narcotraficantes como Jesús El Rey Zambada y Sergio Villareal El Grande aseguran que le pagaron.

Imposibilitados para preguntar sobre los bienes que la familia disfrutaba en Estados Unidos, los fiscales tuvieron que limitarse a cuestionar a Pereyra sobre sus casas en México y algunos vehículos, entre ellos un par de motocicletas Harley Davidson y dos automóviles Ford Mustang que compró García Luna.

Pero Pereyra fue explicando cada uno de estos puntos, y describió el gusto de García Luna por los autos antiguos y como el primer Mustang lo compró en 1998 para restaurarlo junto a su hermano.

“Cuando tenía la oportunidad de comprar un coche y repararlo, lo hacía. Era una forma de pasar tiempo con su hermano”, dijo.

También dijo que fue ella quien compró las dos motocicletas Harley Davidson, una en 2007 y otros en 2009. La primera se la compró a su esposo en una tienda en el Ajusco, una zona al sur de la Ciudad de México. Dijo que la compró con ahorros de ambos.

“Yo estaba trabajando y pudimos hacerlo”, explicó. Como respaldo, la defensa de García Luna mostró la factura de compra del 16 de julio de 2007, a nombre de Pereyra.

¿De dónde vinieron las Harley Davidson?

La mención de la motocicleta no es casual. El primer testigo de la Fiscalía, el exnarco Sergio El Grande Villarreal Barragán, dijo ante el jurado que García Luna no sólo recibía sobornos del Cártel de Sinaloa sino que describió una supuesta relación estrecha entre los líderes narcos y el jefe policial. Y habló de un regalo especial: “una motocicleta Harley Davidson de colección”, que el propio Arturo Beltrán Leyva le habría dado a García Luna. 

Según El Grande, Beltrán Leyva le envió la motocicleta por medio de su cuñado, Carlos. “Se la mandó a regalar a García Luna”. Aseguró que el entonces jefe del AFI habló sobre el regalo directamente con el capo narco “agradeciéndole el detalle… que estaba muy bonita”.

Entre las evidencias que presentó la Fiscalía como prueba de la riqueza de García Luna hay fotos de una escultura en la sala de su casa, así como un retrato pintado del exfuncionario.

Pero su esposa explicó al jurado que la escultura era, en realidad, una reproducción en papel maché que compraron en la tienda de souvenirs de un museo. Y sobre la pintura, dijo que se trata de un retrato que pintó y le regaló a García Luna una persona sobreviviente de un secuestro en México.

Pereyra explicó, además, que la declaración patrimonial de Genaro García Luna siempre fue pública, con los detalles de las propiedades que tenían. Aseguró que decidieron hacerlas privadas en 2009 cuando su esposo se desempeñaba como Secretario de Seguridad Pública, debido a que la prensa mexicana insistía en publicar detalles y fotos de las propiedades. Pero incluso siendo privadas, "siempre las declaramos", dijo.

“Habíamos decidido hacer el patrimonio público hasta que la prensa empezó a mostrarnos en público y decidimos hacerlo privado”, explicó ante las preguntas del abogado defensor.

¿Qué sigue ahora en el juicio?

También testificó que una de las razones para mudarse a distintas casas fue "el acoso" de la prensa, que publicaba detalles de las propiedades y fotos de sus hijos. “No nos sentíamos seguros”.

La acusación contra García Luna incluye tres cargos por tráfico de cocaína, uno por delincuencia organizada y otro por declaraciones falsas. De ser declarado culpable, puede recibir una pena máxima de cadena perpetua. 

Por otro lado, el Gobierno mexicano ha acusado a García Luna de tener una red de corrupción con empresas familiares con una fortuna ilícita de 745 millones de dólares, una causa separada a la que se desarrolla en Nueva York. Su esposa está incluida en esta causa como una de las mayores beneficiarias.

El inicio de la etapa de conclusiones del juicio por parte de la Fiscalía y la defensa de García Luna está programado para este miércoles. El juez Cogan explicó al jurado que ambas partes podrían cerrar a más tardar el jueves y les anticipó que una vez pasada esa fase podrían comenzar sus deliberaciones de inmediato.

La periodista Pamela Subizar contribuyó con esta nota.