Amotinamientos casi simultáneos tras una requisa de armas en cárceles de tres ciudades de Ecuador han dejado al menos 79 muertos hasta este miércoles. Las autoridades dijeron que la violencia se desató por bandas rivales que peleaban por el control de estos centros, además de un posible intento de fuga.
Cientos de policías y militares fueron desplegados en los centros para tratar de controlar la situación.
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En una rueda de prensa, el director del Servicio de Privados de Libertad, Edmundo Moncayo, detalló que en la cárcel de Cuenca se ha registrado la mayor cantidad de fallecidos, un total de 33, en Guayaquil 21 y en Latacunga ocho, todos internos de esas cárceles.
“Los que se ha producido hoy es que dos grupos tratando de encontrar un liderazgo delictivo al interior de los centros de privación de libertad, hemos tenido el apoyo de... 800 agentes policiales que han apoyado para controlar y poner nuevamente en orden los centros”, dijo Moncayo.
El director explicó que la violencia se produjo después de una requisa de armas este lunes. Alrededor del 70% de la población carcelaria del país vive en los centros donde ocurrieron los motines. Las autoridades creen que el hecho de que la violencia se desatara de manera casi simultánea apunta a que los incidentes estuvieron planeados.
En los últimos años en las cárceles de Ecuador, diseñadas para unas 27,000 personas, pero ocupadas por 38,000 presos, se han registrado con relativa frecuencia amotinamientos que han terminado con el asesinato de otros internos.
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El presidente, Lenín Moreno, en su cuenta de Twitter, afirmó que “a consecuencia de los violentos amotinamientos suscitados el día de hoy entre bandas delincuenciales en tres cárceles del país, he dispuesto al ministerio de Defensa ejercer un estricto control de armas, municiones y explosivos en los perímetros exteriores de los centros penitenciarios”.
Desde la noche del lunes se registraron incidentes en pabellones de máxima seguridad de las cárceles de Cuenca, al sur; Latacunga, en el centro andino; y Guayaquil, sobre la costa del océano Pacífico. No está claro en qué cárceles estaban las víctimas y si todos son presos.
El ministro de Gobierno, Patricio Pazmiño, expresó en la misma red social que “ante la acción concertada de organizaciones criminales para generar violencia en los centros penitenciarios del país... gestionamos acciones para recuperar el control”.
Los incidentes más violentos se produjeron en dos cárceles de Guayaquil, 420 kilómetros al suroeste de la capital, a donde fueron movilizados unos 200 policías de unidades tácticas a los que se sumaron decenas de efectivos militares y vigilancia aérea por parte del helicóptero policial. Una operación similar se registró en las otras dos ciudades.
Inicialmente se conoció que seis custodios de las cárceles fueron secuestrados por los internos y fueron liberados en las últimas horas.
Según el diario El Universo, reos del Centro de Rehabilitación de Turi, en Cuenca, utilizaron motosierras para masacrar a otros presos y abrirse paso a través de las puertas de la prisión de máxima seguridad. Videos de celular tomados durante la matanza muestran a los cuerpos decapitados y apuñalados.
La disputa se habría dado entre miembros de las organizaciones criminales Los Lobos y Los Choneros, que se disputan el liderazgo en las cárceles de Ecuador, según el diario.
En una redada dentro de la cárcel de Guayaquil después de los enfrentamientos, las autoridades encontraron cuchillos, destornilladores, machetes, armas de fuego, drogas y teléfonos celulares.
La Fiscalía General del Estado aseguró que analizarán los videos de las cámaras de vigilancia y de los drones que rodean la prisión para identificar a los responsables de los asesinatos.
Con información de The Associated Press, El Universo.