Por Carlos Rajo
Un brillante y espectacular gol de chilena del volante mexicano Raúl Jiménez, faltando 5 minutos para que concluyera el partido, permitió que México terminara su mala racha en la clasificación a la Copa del Mundo y derrotara a Panamá 2 a 1.
Un gol para la historia. No sólo por el triunfo en el Azteca sino por su calidad y por el momento en que se da. Panamá recién había empatado y estaba crecido. Parecía que habían vuelto los fantasmas que han perseguido a México todo este año. Un Tri que comienza ganando y que los segundos tiempos baja los brazos y es arrinconado por el rival.
Jiménez recién había ingresado, quizá era la primera ocasión que tocaba la pelota y de espaldas al arco, casi en el borde del área grande, recibe el balón, lo levanta y da el salto con las piernas al aire. Es una maniobra de las más difíciles en fútbol ya que o bien se comete falta -por lo alto que van las piernas- o porque darle de espaldas y en el aire requiere de una gran técnica y pulso para que el disparo tenga dirección.
“Un gol de otro partido”, le llamó el técnico de Panamá Julio César Dely, en referencia a que el gol no tenía nada que ver con el nivel de fútbol que se mostró en la cancha. Un gol de antología, le llamaran aquellos que llevan el recuento de las grandes jugadas del fútbol.
Pero el partido por supuesto, fue más que el gol de Jiménez. México fue mejor, particularmente en el primer tiempo, y de alguna manera borró esas dudas, temores e inseguridades que lo han caracterizado en esta eliminatoria. El primer tiempo en particular mostró a un Tri con una nueva actitud. Estuvo siempre encima de Panamá y jugadores como el capitán Rafael Márquez o el que metió el primer gol, Oribe Peralta, mostraron que puede haber México para mucho más.
Márquez, veterano de muchas selecciones mexicanas, regresó al Tri y mostró que aun cuando está cerca del retiro futbolero, tiene todavía la condición física y el ritmo para aguantar un fútbol de nivel internacional. Aun cuando es cierto que por mucho del partido Panamá sólo tuvo un delantero, Márquez dio una tranquilidad atrás que venía faltando en la selección mexicana.
El primer gol de México, aunque no tuvo la espectacularidad del segundo, fue también de calidad. Una excelente pared con el “Chicharito” Hernández que Oribe resuelve con su conocida seguridad para definir una vez frente al arquero.
El “Chicharito” por cierto, falló un penal unos minutos después. Penal que fue cuestionado duramente por los panameños ya que fue muy riguroso, y aun peor, porque un par de minutos antes el árbitro no había marcado una jugada similar en favor de Panamá en el área mexicana.
Si el “Chicharito” hubiese metido el penal de seguro que hubiese sellado el partido. Pero así es el fútbol, aun los grandes jugadores fallan penales, en este caso un Chicharito que aunque sigue sin demostrar ese olfato goleador por el que es conocido y por el cual que juega en el Manchester United, con la fina pared del primer gol justificó su titularidad.
Al terminar el primer tiempo daba la impresión que el nuevo técnico mexicano Víctor Manuel Vucetich había conseguido lo que se le había pedido: que cambiara la actitud y la manera de jugar de México. En parte por supuesto, lo había hecho debido a que Panamá se metió en su cancha, dejando un solo hombre adelante.
El segundo tiempo sin embargo, hizo recordar mucho de todo lo malo que se ha dicho de México. Se perdió la iniciativa y poco a poco Panamá fue ganando terreno. Tan así que el gol del empate de Panamá no sorprendió. Una jugada similar a la del primer gol mexicano, pared entre dos delanteros que resolvió Luis Tejada, quien se gana la vida como profesional en el equipo Veracruz de México.
Hoy todo es alegría en el mundo futbolero mexicano. Es el primer triunfo en el Azteca en lo que va de esta fase eliminatoria y sólo hace falta empatar al menos ante Costa Rica el próximo martes para asegurar el repechaje contra Nueva Zelanda (el campeón de la zona de Oceanía) y pelear uno de los últimos boletos al Mundial.
Con todo, sino fuese por ese gol de escándalo -en el buen sentido de la palabra- de Jiménez, seguirían las dudas y críticas por lo mostrado por México. Hubo un más que aceptable primer tiempo pero el segundo tiempo fue otro partido. Es como que el gol sirve de cortina de humo para al menos por el momento pensar únicamente en la victoria y creer que ya se salió de ese hoyo negro en el que estaba el Tri.
Lo del martes no debería de ser tan complicado para México. Costa Rica ya está clasificada para la Copa del Mundo y aunque por supuesto siempre existe la motivación para ganarle a México, es casi seguro que los ticos llegaran al partido con una actitud mental diferente. No es que vayan a entregar el partido o jugar mal, es simplemente que ya con el boleto y el pasaporte para Brasil el resultado no importa tanto.
Panamá la tiene complicada. Su último partido es ante el líder y también ya clasificado Estados Unidos y necesita no sólo ganarle sino esperar que México pierda. Para un país sin embargo, con poca tradición futbolera es enorme lo que se ha conseguido.
Panamá está hoy peleando de tú a tú con el gigante de la zona -México- y ha confirmado que su fútbol a nivel de selección está entre lo mejor de Centro América. Jugó en el Azteca sin complejos y estuvo a punto de conseguir el empate. Quizá lo que le faltó fue una pizca de atrevimiento para atacar más. Con todo, nunca antes en la historia de su fútbol habían estado tan cerca de pelear la clasificación al Mundial.
México tiene hoy un nuevo héroe futbolero. Un joven que gracias a ese gol de chilena se mete a la historia de los grandes del fútbol mexicano. Un gol “bello y emotivo”, como lo calificó el técnico Vucetich. O un gol que “vale 900 millones de dólares”, como lo llamó el portal de internet SDPnoticias en referencia a lo que supuestamente está en juego con la clasificación de México a la Copa del Mundo.