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México, importante pero ignorado en campañas

México, importante para Estados Unidos pero ignorado en campañas

María Camila Bernal

Miami - El resultado de las elecciones de Estados Unidos tiene un impacto directo en América Latina y, más concretamente, en México, el país con el que comparte unos 2.000 kilómetros de frontera, que es el tercer exportador de su petróleo y hogar del mayor número de americanos que viven fuera de Estados Unidos.

Hay tres áreas que directamente definen la relación de Estados Unidos-México: el narcotráfico, la inmigración y el comercio.

El ex presidente George W. Bush llamó a México el socio bilateral más importante de los Estados Unidos.  Pero a pesar de los muchos lazos que unen a los dos países, el vecino al sur de Estados Unidos solo recibió breves menciones durante  la campaña presidencial y no se mencionó durante el tercer debate de "política exterior" entre el gobernador Mitt Romney y el presidente Barack Obama.

Esta es una omisión que también la notan muchos en México.

"A veces los Estados Unidos considera a México como un aliado incondicional y nos ve con el estigma de ser una nación subdesarrollada", dijo Eduardo Rosales, director del programa de maestría de relaciones de Estados Unidos-México en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). "Pero Estados Unidos tiene que poner sus ojos hacia el sur. Es la relación bilateral más importante del mundo".

De las noticias relacionadas con México, una de las más reconocidas por la mayoría de los estadounidenses es que decenas de miles de personas han muerto a causa de la violencia desde que el presidente Felipe Calderón declaró la guerra a los cárteles de la droga a finales del 2006.

Guerra del narcotráfico en México: No hay "luz al final del túnel"

Los cárteles mexicanos ingresan entre $19 y $39 millones de dólares en drogas ilegales a Estados Unidos cada año, según el Departamento de Estado. Los Estados Unidos, por su parte, son una fuente importante de armas para los cárteles.

El número de muertos continúa siendo elevado y grandes extensiones del país son prácticamente ingobernables a pesar de la Iniciativa Mérida, un proyecto de $ 1,9 mil millones financiada por Estados Unidos para combatir el narcotráfico, el crimen organizado y el lavado de dinero.

Un claro ejemplo de los retos de seguridad conjunta ocurrió en agosto, cuando agentes de la policía mexicana, que se cree trabajaban en coordinación con los cárteles de la droga, emboscaron e hirieron a dos agentes estadounidenses.

Oscar Alvarez, estudiante de la universidad en el estado norteño de Coahuila, afirmó que gran parte de la culpa de la violencia y el delito recae en los Estados Unidos, el mayor consumidor mundial de drogas ilegales.

"La demanda contra las drogas no está siendo controlada... y México siempre se verá afectado", dijo Alvarez, de 22 años, quien tiene un pequeño negocio de impresión que le ayudan a cubrir los gastos de la universidad. "Gane quien gane (las elecciones en EE.UU.) tiene que actuar. He oído hablar mucho pero no he visto que hagan nada."

Según Rosales de UNAM, Estados Unidos no ha aceptado que el problema de las drogas es un problema compartido.

"El problema es el consumo y las cosas que lo rodean, como la violencia y el lavado de dinero", dijo. "Es una realidad que es descuidada por los Estados Unidos. Pero nuestra sangre continua derramándose."

No está claro cómo el presidente mexicano entrante, Enrique Peña Nieto, del Partido Revolucionario Institucional que gobernó México durante 70 años, se ocupará de los cárteles, pero hay indicios que muchos en el país están perdiendo la paciencia con la guerra contra las drogas.

"Estoy en contra de la guerra", dijo el ex canciller mexicano Jorge Castañeda a Noticias NBC en mayo. "A más de seis años, está empezando a parecer más difícil ver cualquier tipo de luz al final del túnel".

Crimen y los cárteles no definen a México

Se trata de uno de los socios comerciales más importantes para Estados Unidos. Su economía, la decimocuarta mayor del mundo, creció en un 5,5 por ciento en 2010 y 3,8 por ciento en 2011 a pesar de la crisis económica global, según la Oficina del Representante Comercial de Estados Unidos. El comercio entre Estados Unidos, México y Canadá - los miembros del Tratado de Libre Comercio de América - vale más que el comercio dentro de la zona europea.

Un símbolo de la creciente importancia económica de México internacional es Carlos Slim Helu, un magnate de las telecomunicaciones con una amplia gama de inversiones, incluyendo una participación considerable en el diario The New York Times, y quien encabezó la lista de Forbes de las personas más ricas del mundo en 2012.

Pero a pesar de magnates multimillonarios y las altas tasas de crecimiento, la anémica economía al norte de la frontera está perjudicando a México.

El mensaje de los líderes Mexicanos a Estados Unidos: ¡No más armas!

Isidoro Peyron, propietario de un negocio familiar de azulejos en Pachuca, centro de México, dice que la recesión en los Estados Unidos lo ha afectado directamente. “Gane quien gane las elecciones del martes, se debe estimular la economía para beneficio de los EE.UU. y México”, dice.

"El próximo presidente de los Estados Unidos necesita  reactivar la economía estadounidense", dijo Peyron, de 63 años, que ha dejado de exportar a los Estados Unidos. "Ellos son el principal socio comercial de México."

Sin embargo, el comercio entre EE.UU.  y México fue de unos $ 500 mil millones en 2011.

La frontera de aproximadamente 2.000 kilómetros entre los dos países, hace que este comercio sea más fácil, pero el acceso fácil también alimenta otro de los temas que tanto unifica y divide los EE.UU. y México: la inmigración.

Con un estimado de 12 millones de inmigrantes, los mexicanos son el mayor grupo en los Estados Unidos. Y alrededor de 7 millones, o el 59 por ciento de los inmigrantes indocumentados, se cree que provienen de México.

A principios de este año, el plan de acción diferida del presidente Obama  le  dio el derecho de permanecer temporalmente a cientos de miles de inmigrantes indocumentados que llegaron a los Estados Unido cuando eran niños. Pero la promesa que hizo en el  2008 de una reforma migratoria no se ha cumplido.

A pesar de que Obama ha decepcionado a muchos por no haber logrado una reforma migratoria, Rosales, de la UNAM, asegura que con Romney no hay una esperanza para resolver los problemas.

"Si Romney llega al poder, no habría posibilidad de una reforma migratoria", dijo Rosales. "Si Obama es elegido un segundo mandato, sigue siendo difícil, pero aumentan las posibilidades".

Romney favorece un muro en la frontera México-Estados Unidos, se opone a beneficios de educación a los inmigrantes indocumentados y se opone a ofrecer un estatus legal a los inmigrantes indocumentados que asisten a la universidad. A pesar de esto, Romney estaría dispuesto a apoyar a aquellos que sirven en las fuerzas armadas.

Mike Reyes, quien actualmente reside en la ciudad de México, vivió en Arizona durante ocho años como inmigrante indocumentado. Él dice sentir que los Estados Unidos no tienen en cuenta lo que los inmigrantes como él contribuyen al país.

"Esperamos que la situación de los hispanos pueda ser resuelta en esta elección", dijo Reyes, de 45 años, que trabaja como conductor del transporte público a pesar de tener un título universitario en negocios.

La inmigración neta de mexicanos a Estados Unidos ha dejado de crecer e incluso puede haber disminuido en los últimos años, según un estudio reciente. Sin embargo, con casi la mitad de la población de México clasificados como pobres, la realidad económica podría continuar impulsando muchos mexicanos al norte en los próximos años.

Así que las políticas de inmigración llevadas a cabo por el ganador de la carrera presidencial del 2012 tendrán un impacto no sólo en los Estados Unidos, pero en México también.