La Unión Europea (UE) amenazó este sábado con romper con la cumbre del clima de Naciones Unidas (COP27) y abandonar la reunión si no se mantienen en el documento final los compromismos para no superar el límite de 1.5 Cº (2.7 ºF) de calentamiento global, algo que “parece que se está alejando”.
Así lo indicó el vicepresidente ejecutivo de la Comisión Europea (CE), Frans Timmermans, en un improvisado encuentro con los medios al que compareció acompañado de varios ministros y altos funcionarios europeos.
“Seremos claros. Los socios de la UE están aquí para traer un buen resultado. Preferimos no tener una decisión a tener una mala decisión”, dijo Timmermans visiblemente molesto.
Las conversaciones sobre el clima se prolongaron el sábado con pocos indicios de avance, ya que las negociaciones siguen atascadas en cuestiones clave como los fondos para las pérdidas y daños sufridos por los países más pobres y vulnerables afectados por las condiciones meteorológicas extremas.
Timmermans razonó que todavía cree que obtener un resultado positivo hoy “aún está dentro de nuestro alcance”, pero que la UE “está preocupada” después de que en las “últimas doce horas de negociación” ha habido indicaciones de que se está yendo para atrás “en las ambiciones” para el aspecto determinante de la mitigación y la reducción en las emisiones de gases contaminantes.
El británico Alok Sharma, que presidió las conversaciones del año pasado en Glasgow, dijo que su equipo iba a “echar un vistazo y ver cuál es el último texto, pero el punto clave es: tiene que ser ambicioso y tiene que ser equilibrado”.
En un contratiempo, el principal enviado de Estados Unidos para el clima, John Kerry, dio positivo en la prueba de COVID-19, aunque sólo tiene síntomas leves y está trabajando por teléfono con su equipo negociador y sus homólogos extranjeros, según dijo su portavoz a última hora del viernes.
Un funcionario que habló en nombre del grupo africano de negociadores dijo que sabían poco. “Seguimos oyendo hablar de reuniones nocturnas paralelas para desbloquear la situación, pero no hemos participado y estamos esperando a ver qué proponen antes de tomar una decisión”, aseguró.
También aumentó la frustración entre los negociadores por la forma en que la presidencia egipcia presidía las conversaciones. Algunos lamentaron la falta de transparencia en las consultas, mientras que otros dijeron que el proceso era imprevisible en comparación con las conversaciones anteriores.
La reunión conocida como COP27 se inició hace dos semanas y estaba previsto que concluyera el viernes, pero parece que se prolongará hasta el fin de semana.
Muchos de los más de 40,000 asistentes han abandonado la ciudad y los trabajadores han empezado a recoger los enormes pabellones de la extensa zona de conferencias.
Las reuniones de la COP han evolucionado a lo largo de los años hasta parecerse a las ferias comerciales, ya que muchos países y grupos industriales han montado stands y exposiciones para celebrar reuniones y mesas redondas.
En muchos puestos, las sillas estaban apiladas y listas para ser quitadas, y los monitores habían sido retirados, dejando los cables colgando de las paredes. Los panfletos y folletos estaban esparcidos por las mesas y el suelo. Los bares, que según los organizadores egipcios permanecerían abiertos durante todo el fin de semana, estaban vacíos.
En el pabellón de la juventud, punto de encuentro de jóvenes activistas, se dejó sobre una mesa una pila de tarjetas postales escritas a mano por niños para los negociadores, en lo que quizá sea una metáfora adecuada del estado de las conversaciones, que apenas avanzan.
“Queridos negociadores de la COP27”, decía una tarjeta. “Gracias por ir a la COP27 este año. Espero que esta vez puedan aportar más. No olviden mencionar el mantenimiento del 1.5ºC, las grandes olas de calor de este año y seguir luchando por un buen planeta”.
Una ráfaga de viento procedente de las puertas abiertas cercanas hizo volar algunas de las tarjetas al suelo.
Con información de AP y Efe.