IE 11 is not supported. For an optimal experience visit our site on another browser.

La base aérea más importante del país se reconstruye para enfrentar los retos de la emergencia climática

Luego de que el huracán Michael destruyera en 2018 buena parte de la base Tyndall de la Fuerza Aérea en el noroeste de Florida, el Pentágono ha autorizado $5,000 millones para reconstruirla y blindarla contra futuras tormentas.

Por Lucas Thompson - NBC News

En 2018, el huracán Michael arrasó la base Tyndall de la Fuerza Aérea en el oeste de Florida. Fue uno de los cuatro huracanes de categoría 5 que han azotado a Estados Unidos en toda su historia.

Ahora, casi cuatro años después, el sonido de la construcción se suma al estruendo desorientador y, a veces, abrumador de los aviones de combate que despegan para realizar prácticas matutinas. Tyndall, una instalación militar de casi 30,000 acres que llegó a albergar a casi 3,000 personas, está siendo reconstruida como la primera base de su tipo diseñada para soportar tormentas extremas y los efectos cada vez peores del cambio climático.

Incluso en la oficina del coronel George Watkins, el comandante de la 325° brigada de combate en Tyndall, se escucha un ruido seco cada cinco segundos proveniente de la construcción de un hotel cercano. Su oficina está repleta de planos y maquetas de lo que se ha denominado como “la instalación del futuro”.

El coronel George Watkins supervisa los planos para reconstruir la base Tyndall de la Fuerza Aérea.
El coronel George Watkins supervisa los planos para reconstruir la base Tyndall de la Fuerza Aérea.Lucas Thompson / NBC News

La reconstrucción es el proyecto de infraestructura militar más grande que haya llevado a cabo el Departamento de Defensa. Se espera que la base esté completamente terminada en 2026 y se estima que costará alrededor de 5,000 millones de dólares.

“Estamos enfocados mientras reconstruimos en asegurarnos de que la base sea resistente y de que podamos continuar esta misión aquí por muchos, muchos años”, dijo en una entrevista.

[El futuro de la economía en EE.UU. recaerá en la comunidad latina]

La base cumple una misión que solo se puede cumplir en las soleadas playas de Florida. Es el único espacio aéreo del país donde la Fuerza Aérea puede entrenar a pilotos de combate para derribar aviones de combate falsos en el cielo y desde tierra con cohetes. Los escombros caen al Golfo de México y se recuperan para volver a ser ensamblados y reutilizados.

“Tyndall ha sido una especie de corazón del dominio aéreo”, dijo Watkins. “Es el centro de nuestro poderío aéreo para nuestra aviación de combate”.

La noción de que una parte tan integral del poder aéreo de Estados Unidos pueda ser destruida por una tormenta destaca la amenaza que el cambio climático representa para las fuerzas armadas. Si bien algunas partes del Gobierno y de los sectores privados han tardado en responder a las amenazas climáticas, el análisis de riesgos climáticos se ha convertido en una parte importante de los preparativos militares para el futuro. El Pentágono calificó el cambio climático como un riesgo para la seguridad nacional, y el Ejército publicó una guía de estrategia climática en febrero que incluía “una hoja de ruta de acciones que mejorarán la preparación y la resiliencia de las unidades y las instalaciones frente a las amenazas relacionadas con el clima”.

Tyndall ahora está siendo reconstruido para resistir esas amenazas crecientes.

Dispersos entre hangares improvisados ​​para aviones y estructuras de oficinas temporales, se están levantando nuevos edificios que son más fuertes que los anteriores. Los ingenieros de la Fuerza Aérea implementaron nuevos estándares de calidad en lo que ahora solo parece el esqueleto del edificio. Los materiales que lo recubrirán podrán resistir un huracán de categoría 5.

“Estamos tratando de ser innovadores; estamos probando muchos proyectos nuevos”, afirmó Watkins. “Algunos de ellos tendrán éxito y tendrán implicaciones en cómo construiremos en el futuro las bases de la Fuerza Aérea pero también en cómo hacemos más resilientes nuestras costas”, agregó.

Además de usar códigos de construcción más estrictos, la reconstrucción aprovecha la geografía como su primera línea de defensa contra tormentas poderosas. Tyndall se encuentra en una península, lo que la hace particularmente vulnerable a las marejadas ciclónicas, las inundaciones y la erosión de las olas si una fuerte tormenta golpea directamente su costa.

[Una ‘nueva’ falla tectónica amenaza con provocar un gran terremoto en California]

Un viaje en un vehículo todoterreno por la bahía y hasta una isla artificial que sirve como barrera muestra la magnitud del proyecto de restauración de 129 millas de costa.

El coronel Robert Bartlow, jefe de la División de Recuperación de Desastres Naturales dentro del Centro de Ingenieros Civiles de la Fuerza Aérea, y su equipo tenían la tarea de usar las playas de arena fina de la costa de Florida para su beneficio.

“El entorno natural proporciona esa primera línea de defensa contra las tormentas”, afirmó.

Incluido en esa primera línea de defensa habrá una marisma salada, una línea costera artificial, un arrecife de ostras y dunas de arena reforzadas.

Mientras caminaba hacia las dunas de arena, Bartlow bromeó con que nunca se había imaginado cuando estudiaba ingeniería que trabajaría con un entorno natural.

“No es algo que tradicionalmente hacemos en la ingeniería civil de la Fuerza Aérea”, explicó. Ahora, moviéndose entre las plantas que crecen en la costa, explicó que son “el pegamento que mantiene unidas estas dunas”.

“Cuando llega una tormenta y llega la marejada ciclónica, tener estas dunas proporciona una barrera natural contra esa marejada ciclónica... y protege la base que se encuentra en el otro lado”, explicó.

El coronel Robert Bartlow en la zona de las dunas de arena cerca de la base Tyndall de la Fuerza Aérea.
El coronel Robert Bartlow en la zona de las dunas de arena cerca de la base Tyndall de la Fuerza Aérea.Lucas Thompson / NBC News

Más allá de las medidas físicas, el Departamento de Defensa pidió a los ingenieros de la Fuerza Aérea que desarrollaran una nueva tecnología que ayude a pronosticar la amenaza de una tormenta. El teniente Nicholas Cap, jefe de innovación dentro de la División de Recuperación de Desastres Naturales, mostró lo que desarrollaron a través de un casco de realidad virtual.

La tecnología, conocida como el gemelo digital de la base, es capaz de agregar todos los detalles de los planos y diseño de la reconstrucción y permite a los ingenieros usar la realidad virtual y aumentada para prepararse a los desafíos antes de que ocurran.

Cap puede interactuar con los nuevos hangares, que albergarán aviones de combate F-35 el próximo año.

“Ahora puedo mirar [en el aparato] y sabemos que la tormenta será de categoría 3… Vamos a ver la base en el gemelo digital y miremos si las instalaciones pueden soportar eso”, dijo. “En lugar de ser reactivos, nos permite ser proactivos ante futuras amenazas”.

El teniente Nicholas Cap prueba el set de realidad virtual con el 'Gemelo Digital' de la base Tyndall.
El teniente Nicholas Cap prueba el set de realidad virtual con el 'Gemelo Digital' de la base Tyndall.Lucas Thompson / NBC News

Watkins explicó que la Fuerza Aérea planea usar lo que aprenda de la remodelación de la base de Tyndall para ayudar a las autoridades civiles a establecer un manual sobre cómo fortificar los edificios a lo largo de la costa de Florida.

“Ciertamente espero que lo que hacemos aquí y lo que aprendemos aquí se pueda ampliar y compartir”, dijo Watkins. “Hay mucha presión para ser críticos con lo que hacemos y asegurarnos de que lo estamos haciendo de la manera correcta… para que podamos compartir eso con otras comunidades y otras instalaciones alrededor de la costa”.