Grupos ambientalistas en México denunciaron este martes la reanudación de los trabajos del tramo cinco del Tren Maya, uno de los proyectos prioritarios del presidente, Andrés Manuel López Obrador, que ha causado polémica por construirse en una de las últimas selvas vírgenes del sureste mexicano.
AMLO, como se conoce al mandatario mexicano por su sigla, defendió la obra en su conferencia matutina de este martes y negó que su Gobierno hubiese desacatado la orden de un juez que prohibía continuar con el proyecto porque no se había presentado la declaración de impacto ambiental.
El presidente alegó que al declarar la costrucción del Tren Maya como una cuestión de seguridad nacional se facultaba al Gobierno para continuar la obra.
“Ya se decidió que es un asunto de seguridad nacional y que no por los intereses de un grupo de corruptos y de pseudoambientalistas vamos a detener una obra que es en beneficio del pueblo”, afirmó AMLO por la mañana.
La declaración del presidente se produce un día después de una protesta de Greenpeace, que denunció el reinicio ilegal de las obras del tramo 5 del Tren Maya, que va de Cancún a Tulum, en el estado de Quintana Roo.
López Obrador reconoció que la obra a cargo del Ejército reinició hace una semana con el argumento de que el tiempo que llevaba parada representaba “un alto costo” para el presupuesto, que “es dinero del pueblo”.
“Son obras públicas y no podemos aceptar que los intereses de grupos, de facciones, se sitúen por encima del interés general. Eso correspondía a la época del neoliberalismo”, aseguró el presidente.
El Tren Maya cuenta con una inversión de alrededor de unos 10,000 millones de dólares (200,000 millones de pesos), para construir más de 1,500 kilómetros de vía férrea en cinco estados del sureste de México: Chiapas, Tabasco, Campeche, Yucatán y Quintana Roo.
En los últimos meses, activistas han obtenido amparos y han exigido al Gobierno suspender el tramo cinco por haber provocado la tala de miles de árboles, contaminar ríos subterráneos y dañar patrimonio natural y arqueológico.
AMLO aseguró que ya se acordó un procedimiento ante los jueces para “demostrar que no hay ningún daño” ambiental, pese a las críticas de los grupos ambientalistas.
Aún así, el presidente aseveró que “la obra va avanzando” y que no podía esperar a que el juez resolviera. “Vamos a seguir y vamos a cumplir para entregar el Tren Maya en diciembre del año próximo”, zanjó.
Residentes de Quintana Roo denunciaron ante el juez federal Adrián Novelo la violación de la suspensión definitva que prohibía continuar con las obras del tramo cinco.
Novelo ordenó a las autoridades de la la Secretaría de la Defensa Nacional y la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano que presenten un informe y agendó una audiencia el 1 de agosto para determinar si habían incurrido en un desacato de la corte, que podría castigarse hasta con nueve años de prisión.
Con información de EFE.