* Aún se desconocen las afectaciones que sufrió el joven tras la detención policiaca del 23 de enero
* Su padre informó que sigue hospitalizado y que está muy dañado
En muy mal estado físico y psicológico, así encontraron a Marco Antonio Sánchez Flores, menor de 17 años que fuera detenido el pasado 23 de enero en la Ciudad de México y que apareciera cinco días después en el Estado de México. Su padre, Marco Antonio Sánchez informó el pasado lunes 29 de enero que su hijo continúa hospitalizado.
“Mi hijo viene muy dañado. Sano se lo llevaron, sano lo queremos”, dijo durante una marcha realizada por los estudiantes de la preparatoria 8 de la UNAM, escuela donde estudia su hijo. “Está dañado, está mal. Se tuvo que sedar para que le hicieran el encefalograma”, agregó.
De acuerdo con un reporte de El país, otros familiares de Marco Antonio aseguran que además de estar aturdido, desorientado y golpeado, el joven estaba deshidratado y herido con un golpe en el pómulo cuando lo encontraron.
Marco Antonio ingresó al hospital en la madrugada del lunes 29 de enero, pero hasta el momento no se ha determinado con exactitud las afectaciones que sufrió tras la detención policiaca. Así mismo se desconoce lo que pasó con el estudiante entre el martes 23 de enero y el sábado 27 de enero.
La defensa del joven dijo a la web de noticias Animal político que Marco Antonio se encuentra estable, pero confundido y que solo cuando concluyan los exámenes médicos se podrá determinar cuándo estará en posibilidad de declarar lo que le ocurrió.
Las autoridades de la capital esperarán entre 15 y 60 días para citar a declarar a Marco Antonio. El procurador capitalino, Edmundo Garrido, dijo en entrevista con Imagen que este es el periódo en el que sanarán las lesiones físicas del menor. Así mismo señaló que el joven también será sometido a pruebas psicológicas para evaluar si está en condiciones de dar su testimonio.
El 23 de enero, Marco Antonio, de 17 años, tomaba fotos a un mural en las inmediaciones del metro Rosario cuando repentinamente fue golpeado y detenido por tres policías capitalinos que lo acusaron de robo.
Según lo narrado por testigos, los policías esposaron al joven y lo subieron a una patrulla diciendo que lo llevarían al Ministerio Público 40 ubicado en Azcapotzalco. Sin embargo, cuando los familiares de Marco llegaron a la agencia señalada les informaron que su hijo no había sido trasladado ahí y desde entonces no se tuvo información de su paradero.
Sus familiares denunciaron la detención arbitraria y su desaparición; La Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos pidió que el caso fuera investigado como una desaparición forzada, al estar involucrados policías en acciones contra el menor; y la ciudadanía protestó en las calles y en redes sociales para exigir a las autoridades capitalinas la presentación del estudiante.
El domingo por la mañana, autoridades de la Secretaría de Seguridad Pública de la Ciudad de México informaron que como parte de una investigación interna, se solicitó la declaración de cuatro policías involucrados en el caso. Así mismo se comunicó que dos de ellos permanecían bajo arresto por incumplimiento de protocolos. Dichos oficiales declararon que habían liberado a Marco Antonio, cerca del Metro Rosario, poco después de detenerlo. Sin embargo, el joven continuó desaparecido.
Ya entrada la noche, Miguel Ángel Mancera, Jefe de Gobierno de la Ciudad de México informó que había un video del juzgado cívico de Tlalnepantla, en el que se pudo observar a Marco Antonio, la noche del sábado pasado. El joven, salió del juzgado cívico de Tlalnepantla, al no encontrarse algún cargo en su contra y volvió a desaparecer.
Alrededor de las 21:00 horas, Mancera comunicó que había sido ubicado un menor con las características de Marco Antonio Sánchez, en el Fraccionamiento Los Alamos, en el Estado de México. Una llamada ciudadana lo había reportado. Poco más tarde los padres de Marco acudieron a las instalaciones del Centro de Justicia de Tlalnepantla, Estado de México, y corroboraron la identidad de su hijo.
Marco Antonio no ha declarado aún, pero los policías Martín Jesús González y Ricardo Trejo, dos de los cuatro policías involucrados en la detención del joven, ya intentaron deslindarse de lo que pudo haberle pasado. Ambos han rechazado haber maltratado a Marco Antonio.
En entrevista con medios locales, los agentes afirmaron que no lo llevaron al Ministerio Público competente porque no existían "elementos suficientes" para esto. Aseguran que lo liberaron a petición “de un ciudadano”. Trejo asegura: "No le hicimos nada al joven, no violamos sus derechos. Respetamos sus derechos". Ahora, la que falta es la versión de Marco.
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