Son los rostros de los inocentes, los que no pidieron nacer en países acechados por la violencia y la corrupción. Estos son algunos de los 2.400 niños que emprendieron el viaje hacia Estados Unidos en la caravana de migrantes que partió rumbo al norte el 13 de octubre.
Sobre la presencia de los menores en este peligroso recorrido, la UNICEF ha señalado la importancia de proporcionarles atención humanitaria inmediata. Ellos tienen prioridad en el recorrido y es necesario asegurar su bienestar físico y emocional. De igual manera es fundamental que permanezcan junto a sus familiares y que sean tratados con dignidad.

Tres niños hondureños esperan en la ciudad guatemalteca Tecún Umán para pedir asilo en México. Los menores migrantes viajaban junto a sus padres.

Esta niña duerme al lado de un pan donado por una panadería de Tapachula, en México.

Un bebé llora mientras que los adultos que lo acompañan esperan en la ciudad de HIdalgo, en México, para pedir asilo.

Una niña sujeta en brazos a su hermana mientras que la caravana migrante toma un descanso en Tapachula, México.

Este niño llora visiblemente angustiado mientras espera junto a otros inmigrantes adultos para pedir asilo en México.

Un migrante sostiene en sus brazos a una niña momentos antes de saltar del puente que conecta a México y Guatemala.

Una niña es llevada encima de una maleta por un adulto que camina junto a la caravana migrante en su paso hacia Estados Unidos.

Una niña y su padre caminan junto a la caravana migrante con el objetivo de llegar a suelo estadounidense.

Cientos de migrantes niños y adultos descansan en Tapachula antes de seguir su camino hacia Estados Unidos.