Un grupo de 12 clubes de las ligas de fútbol de Inglaterra, España e Italia han anunciado la creación de una competición propia que rivaliza con la Liga de Campeones organizada por la UEFA, lo que ha provocado la amenaza de sanciones que trastocarían no sólo el deporte europeo sino incluso el Mundial.
Real Madrid, Manchester United, Juventus, Barcelona y Liverpool han liderado la creación de este torneo, en el que participan también como miembros fundadores Atlético de Madrid, Arsenal, Tottenham, Manchester City, Chelsea, Inter y Milan. En total, son seis clubes ingleses, tres españoles y tres italianos.
Se espera la posible adhesión de dos alemanes, Bayern de Múnich y Borussia Dortmund; y también es posible que se sume uno francés, el París Saint Germain.
En esta Superliga participarían los 12 equipos fundadores (más los otros tres si finalmente se unen), que nunca descenderían, y otros cinco invitados cada año de acuerdo con los resultados de otras competiciones.
Los 20 equipos quedarían divididos en dos grupos de 10, con partidos a ida y vuelta. Los tres primeros de cada grupo se enfrentarían luego en eliminatorias a ida y vuelta hasta decidir al ganador. En total se celebrarían así 197 partidos, frente a los 125 que tiene la Liga de Campeones de la UEFA, que precisamente este lunes ha presentado una reforma para ampliar el número de encuentros a 225, según el diario El País.
En el comunicado emitido por los equipos fundadores se menciona que la creación de este torneo tiene coo finalidad ayudar a la recuperación económica de los clubes tras la pandemia de coronavirus.
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El presidente del Real Madrid, Florentino Pérez, que ejerce como presidente fundador de la Superliga, dijo "tener la intención de comenzar tan pronto como sea posible" con esta competición, que se disputaría entre semana (martes, miércoles y jueves), como las Liga de Campeones.
"Ayudaremos al fútbol a todos los niveles y lo llevaremos al lugar que le corresponde en el mundo", señaló Pérez a través de un comunicado, "el fútbol es el único deporte global en el mundo con más de 4,000 millones de aficionados y nuestra responsabilidad como grandes clubes es responder a sus deseos".
La UEFA, por su parte, advirtió a los clubes que, si se unen a este "cínico proyecto" basado, según dijo, en el interés propio, se les prohibiría jugar en cualquier otra competición, ya sea nacional, europea o mundial. Además, sus jugadores podrían verse privados de la oportunidad de representar a sus selecciones nacionales, dijo la FIFA.
"La FIFA sólo puede expresar su desaprobación a una liga europea cerrada y escondida al margen de las estructuras del fútbol internacional", dijo el organismo mundial en un comunicado el domingo.
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La Premier League dijo que la Superliga "socavaría el atractivo de todo el juego" al ir en contra de los principios de la competición abierta. El primer ministro británico, Boris Johnson, advirtió que la Superliga sería "muy perjudicial", aunque no detalló cómo ni para quién.
Con información de The Associated Press y El País.