- Sólo el 50% de los puertorriqueños cuenta con servicio de agua en sus casas
- En el país hay un total de 90 oficinas bancarias abiertas actualmente
- Para sacar efectivo de un cajero es necesario hacer fila durante unas tres horas
- Algunos supermercados abren sus puertas en horarios limitados
- Sólo el 30% de las comunicaciones se ha restablecido en la isla
San Juan.- A poco más de una semana de que el huracán María devastará Puerto Rico y dejará al cien por cien de sus habitantes sin suministro eléctrico en uno de los peores desastres naturales que se recuerdan en la isla, la recuperación es lenta, muy lenta mientras sigue llegando la ayuda a la Isla del Encanto y continua las dificultades para repartirla.
Los puertorriqueños tratan de recobrar la normalidad, pero es algo difícil teniendo en cuenta que sólo el 30% de las comunicaciones a día de hoy se han restablecido. La compañía que mejor funciona, aunque sólo en algunas áreas, es AT&T, mientras que empresas como Sprint y T-Mobile siguen sin poder ofrecer servicio a sus usuarios.
Los supermercados empiezan a abrir sus puertas, pero en horarios limitados, la mayoría hasta las cuatro o cinco de la tarde. Algunos establecimientos de Walmart, Amigo, Econo y Pueblo están operando, pero no el cien por cien de sus establecimientos tienen sus puertas abiertas.
Acercarse a un supermercado tampoco es una tarea fácil para los puertorriqueños, que se ven obligados a hacer largas filas, en algunos casos de casi tres cuadras, para poder comprar lo básico. En cuanto a las cadenas Costco y Sam, algunas de sus tiendas también abiertas, cabe destacar que el horario de cierre se ha fijado a las cuatro de la tarde y no nueve de la noche como es habitual.
Algunas farmacias de las cadenas Wallgreens y CVS están empezando a operar en algunas zonas, pero por el momento las pequeñas farmacias de barrio y de cooperativa no están en posición de poder abrir sus puertas.
Las estrecheces que están sufriendo los puertorriqueños tras el paso de María se acrecientan ante la falta de efectivo, tan necesario en situaciones como las que padece la isla. Por el momento sólo hay dos bancos operativos en Puerto Rico: Banco Popular y First Bank, que tampoco trabajan al cien por cien, pues no todas sus sucursales han podido abrir al público.
En las sucursales abiertas, donde la mayoría de los cajeros automáticos funcionan, se registran largas filas que se traducen en unas tres horas de espera para disponer de efectivo, además de que el límite de retiro es de 500 dólares. De acuerdo al gobernador, Ricardo Roselló, actualmente hay 90 sucursales operativas en la isla, por lo que es fácil adivinar que disponer de dinero en la Isla del Encanto se ha convertido en una labor titánica para los puertorriqueños.
En cuanto a los refugios, que hoy por hoy siguen siendo el único techo para miles de personas, destacar que hay 11.000 refugiados en un total de 160 albergues cuando inicialmente eran 500 refugios. De estos hay seis catalogados como super refugios porque en ellos su prioridad son los ancianos y niños.
De los centros hospitalarios del país sólo 36 cuentan con suministro eléctrico y tienen sus puertas abiertas, mientras que más de la mitad de los hospitales se encuentran funcionando gracias a una línea de suministro de diésel y hoy por hoy hay 34 centros de diálisis funcionando.
Respecto al servicio del agua, destacar que sólo el 50% de los usuarios cuenta con suministro de agua en sus hogares algo más de una semana después del paso del huracán María, uno de los cinco huracanes de mayor categoría registrados en esta temporada en el Atlántico.
Mientras los puertorriqueños sigue enfrentándose a su día a día llenos de estrecheces y limitaciones, el gobernador ha levantado la ley seca en la isla y se ha reducido el toque de queda de nueve de la noche a cinco de la mañana.
Ante esta dramática situación que padece Puerto Rico, la secretaria interina de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Elaine Duke, calificaba este jueves la respuesta federal a la devastación como “una buena historia de noticias” y añadía que las tareas de rescate “están bajo control”.
Las reacciones a raíz de las declaraciones de la funcionaria estadounidense no se han hecho esperar como es el caso de la alcaldesa de San Juan, Carmen Yulin Cruz, que visiblemente dolida y enojada dijo este viernes, en declaraciones a la cadena CNN, que lo de Puerto Rico “no es una buena historia de noticias, es una historia de vida y muerte… Esta es una historia de gente que se está muriendo”.
“Cuando estás bebiendo de un arroyo, no es una buena noticia; cuando no tienes comida para un bebé, no es una buena noticia. Cuando tienes que sacar a la gente de sus edificios, no es una buena noticia. Lo siento, pero esto realmente me molesta y me frustra”, subrayó.
Un alto funcionario de la administración Trump ha querido restar importancia a las declaraciones de Duke porque la secretaria quiso destacar la respuesta federal en Puerto Rico como "una buena noticia en términos de nuestra capacidad de llegar a la gente y el número limitado de muertes que han tenido lugar con un huracán tan devastador".
Dicho funcionario, en declaraciones a NBC News, reconoce que "puede que no haya sido la mejor elección de palabras", pero insistió en que Duke estaba tratando de resaltar lo buena que ha sido y está siendo la respuesta federal, con millones de porciones de comida y litros de agua llegando a la isla. "Ningún otro país en el mundo podría organizar una respuesta federal como esta", dijo el funcionario.
Defendiendo a Duke, el citado funcionario dijo que Duke merece el beneficio de la duda por su elección de palabra, teniendo en cuenta la responsabilidad implacable de los últimos desastres naturales ocurridos en Estados Unidos: "Tienes que recordar que no ha tenido un momento libre desde agosto".
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