Por Jo Yurcaba - NBC News
Más de 100 proyectos de ley que apuntan a los derechos LGBTQ y la vida queer — desde la atención de salud transgénero hasta espectáculos de drag — se han presentado en 22 estados en lo que va de 2023, lo que lleva a los activistas a esperar que este año establezca un nuevo récord de legislaciones anti-LGBTQ.
Texas ha tomado la delantera con 36 proyectos de ley de este tipo, según Equality Texas, un grupo estatal de defensa del colectivo LGBTQ. Le sigue Missouri con 26, Dakota del Norte con ocho y Oklahoma con seis.
La mayoría de estos aproximadamente 120 proyectos de ley se centran en los jóvenes transexuales, continuando una tendencia que comenzó hace unos dos años.
En los últimos tres años, 18 estados han prohibido a los estudiantes deportistas transgénero competir en equipos deportivos escolares que coincidan con su identidad de género y no con el sexo que se les asignó al nacer, según el Movement Advancement Project, un grupo de reflexión LGBTQ. Cuatro estados -Arkansas, Alabama, Tennessee y Arizona- han promulgado restricciones a la atención médica de afirmación de género para menores, aunque los jueces federales han bloqueado su entrada en vigor en Arkansas y Alabama.
Este año, los legisladores de al menos tres estados han presentado proyectos de ley para restringir que las niñas y mujeres transgénero jueguen en equipos deportivos femeninos, y los legisladores de al menos 11 estados han propuesto proyectos de ley que restringirían la atención sanitaria de afirmación de género para menores.
Por tercer año consecutivo, los esfuerzos por restringir los derechos LGBTQ y la vida queer han ido en aumento, según Chase Strangio, subdirector del Proyecto LGBT y VIH de la American Civil Liberty Union. Strangio, uno de los abogados que representa a los jóvenes transexuales y sus padres en su demanda contra la prohibición de Arkansas de la atención médica de afirmación de género, dijo que esperaba que el número de proyectos de ley anti-LGBTQ presentados este año superara a los presentados el año pasado, cuando más de 340 proyectos de ley de este tipo llegaron a las legislaturas estatales, según una estimación de la Campaña de Derechos Humanos.
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Afirmó que lo que más le preocupa es que haya más estados que restrinjan el acceso a la atención médica de afirmación de género y, si la composición del Congreso se vuelve más conservadora en 2024, una posible prohibición federal.
“El cambio hacia la derecha en las legislaturas estatales es realmente aterrador”, señaló. “Estamos asistiendo a una erosión continua y a esfuerzos por restringir y limitar la autonomía corporal en todos los ámbitos. Hay muchas cosas que creo que la gente está dando por sentadas, en particular las personas que viven en estados como Nueva York y California y no están prestando atención a lo que está sucediendo en estados como Arkansas, Oklahoma y Texas", afirmó.
Un proyecto de ley que preocupa especialmente a los defensores de los transexuales es una propuesta de Oklahoma que prohibiría los cuidados relacionados con la transición no sólo a los menores, sino a cualquier persona menor de 26 años. También prohibiría que Medicaid cubriera dichos cuidados.
El senador estatal David Bullard, republicano promotor del proyecto de ley, declaró a The Oklahoman que la atención médica de reafirmación de género es un “cambio permanente en el cuerpo que no puede revertirse”.
“A los 21 años puedes beber, pero al final del día, si decides dejar el alcohol, puedes dejar el alcohol”, dijo Bullard a The Oklahoman. “Pero con esta operación no hay vuelta atrás. Sólo queremos asegurarnos de que el cerebro está completamente desarrollado antes de permitir este tipo de cirugía, algo permanente", señaló.
Bullard no respondió inmediatamente a una solicitud de comentarios.
Asociaciones médicas acreditadas -incluidas la Asociación Médica Estadounidense, la Academia Estadounidense de Pediatría y la Asociación Psicológica Estadounidense- han apoyado la atención a menores para la afirmación del género.
Activistas y médicos que atienden a jóvenes transexuales han afirmado que muchas de las restricciones sanitarias propuestas por los legisladores estatales describen erróneamente lo que es la atención de reafirmación de género. La Asociación Profesional Mundial para la Salud Transgéner (WPATH, por su sigla en inglés) una organización profesional y educativa sin ánimo de lucro dedicada a la salud transgénero, no recomienda en absoluto la intervención médica antes de la pubertad.
Antes de la pubertad, los jóvenes trans pueden hacer una transición social, es decir, cambiar de nombre, de pronombre y de ropa. Para algunos jóvenes transgénero, pasar por la pubertad con el sexo que se les asignó al nacer puede tener un efecto negativo en su salud mental, por lo que WPATH recomienda medicamentos bloqueadores de la pubertad en la etapa inicial de la pubertad (etapa 2 de Tanner), que detiene temporalmente la pubertad, o terapia hormonal en la misma etapa, pero sólo si cumplen una lista de criterios. La cirugía de reafirmación de género en menores, incluso después de la pubertad, es poco frecuente.
También ha surgido una nueva panoplia de proyectos de ley dirigidos a artistas drag, probablemente en respuesta al aumento de las protestas en el último año contra la asistencia de niños a brunches drag o a Drag Story Hour, un programa nacional iniciado en 2015 en el que artistas drag leen libros a niños en bibliotecas, escuelas y librerías.
Los proyectos de ley presentados en Arizona, Arkansas, Montana, Tennessee, Texas y Virginia Occidental prohibirían a los menores asistir a espectáculos de transformistas y tratarían de clasificar cualquier negocio que acoja este tipo de actuaciones como cabaret o “negocio de orientación sexual”.
El senador estatal de Tennessee Jack Johnson, republicano que presentó un proyecto de ley que tipificaría como delito menor la actuación de “imitadores masculinos o femeninos que ofrezcan espectáculos que apelen a un interés lascivo” en lugares públicos o delante de menores, declaró a WSMV-TV, filial de NBC en Nashville, que había recibido quejas de sus electores sobre los espectáculos de transformistas.
Molly Gormley, secretaria de prensa de Johnson, dijo que el proyecto de ley está “dirigido a proteger a los niños de ser expuestos a espectáculos drag sexualmente explícitos u otras actuaciones inapropiadas para los niños".
“Es similar a las leyes que prohíben a los niños ir a un club de striptease o que prohíben la desnudez pública”, dijo Gormley en un correo electrónico. “Se trata de una medida de sentido común y no es antidrag o antitransgénero. Se trata de proteger a los niños”, añadió.
Jace Wilder, responsable de educación del Proyecto Igualdad de Tennessee, describió el clima para las personas LGBTQ en el estado como “vicioso”.
En los últimos dos años, el estado ha aprobado tanto una ley que prohíbe a los estudiantes atletas trans jugar en equipos deportivos escolares que coincidan con su identidad de género, como una ley que prohíbe la atención médica de afirmación de género para los niños antes de la pubertad, a pesar de que la intervención médica no se recomienda para los jóvenes prepúberes.
El proyecto de Johnson, que es uno de los cuatro proyectos de ley relacionados con el colectivo LGBTQ propuestos en Tennessee para la actual sesión legislativa, clasificaría las actuaciones de drags como cabaret para adultos.
Un proyecto de ley similar en Arizona exigiría que los negocios que acogen a artistas drag sean calificados como lugares de espectáculos para adultos. Define a un artista drag como “una persona que se viste con ropa y utiliza maquillaje y otros marcadores físicos opuestos al género de la persona al nacer para exagerar los significantes y roles de género y se dedica a cantar, bailar o a un monólogo o sketch con el fin de entretener a un público”.
Wilder afirmó que el lenguaje de muchos de estos proyectos de ley, incluidos los propuestos en Arizona y Tennessee, es tan amplio que no sólo incluye a los artistas drag, sino que también “ataca a cualquiera que no sea conforme con su género o sea de género diverso”.
Los proyectos de ley dan la sensación de estar “retrocediendo” a leyes sobre travestismo de hace décadas, dijo Wilder, en las que “podías cruzar la calle y alguien definía eso como presencia sexual y podía hacer que te detuvieran por ‘hacerte pasar por otro género”.
“Nuestra mayor preocupación es, sinceramente, ¿cómo vamos a salir de esta seguros?”, dijo.
La legislación de Florida ya ha hecho que la gente se sienta insegura, según Brandon Wolf, secretario de prensa de Equality Florida, un grupo estatal de defensa del colectivo LGBTQ. Citó en concreto la ley de Derechos de los Padres en la Educación (apodada por los críticos proyecto de ley “No digas gay”), que prohíbe la instrucción en el aula sobre “orientación sexual o identidad de género en el jardín de infancia hasta el tercer grado o de una manera que no sea apropiada para la edad o el desarrollo de los estudiantes de acuerdo con las normas estatales".
“Tenemos más de 9,000 profesores vacantes en Florida, en parte debido a la difamación a la que han sido sometidos en los últimos años”, dijo Wolf. “Los jóvenes nos dicen que tienen mucho miedo. Tienen miedo de que la escuela ya no sea segura para ellos, y sus familias se preguntan si van a tener que abandonar Florida para poder criar a sus hijos en un estado que los respete y los trate con dignidad".
Rachel Hill, directora de asuntos gubernamentales de Equality Texas, dijo que los legisladores de su estado han presentado 36 proyectos de ley anti-LGBTQ hasta el momento, más de los que se propusieron durante toda la sesión legislativa de 2021.
Hace dos años, Texas consideró más de 50 proyectos de ley dirigidos a las personas trans durante su sesión legislativa ordinaria y tres sesiones especiales, y todos menos uno -una prohibición de atletas trans- no se convirtieron en ley.
Aunque el estado no celebró una sesión legislativa el año pasado (la Legislatura de Texas sólo se reúne cada dos años), el fiscal general de Texas, Ken Paxton, y el gobernador Greg Abbott ordenaron a la agencia estatal de servicios de protección de menores que investigara cualquier denuncia de padres que proporcionaran cuidados de reafirmación de género a sus hijos menores como maltrato infantil. Algunas de esas investigaciones se han bloqueado debido a dos demandas, pero la amenaza de investigación ha llevado a muchas familias con niños trans a abandonar el estado.
Pero los que han decidido quedarse están “entusiasmados”, dijo Hill, haciéndose eco de sentimientos similares de defensores en otros estados.
“En todo caso, nos sentimos desafiantes”, afirmó. “Aunque nos enfrentamos probablemente a la sesión legislativa más dura a la que jamás nos hayamos enfrentado en Texas, estamos preparados para afrontarla”.