Por Hannah Schoenbaum - The Associated Press
La Campaña de Derechos Humanos (HRC, por sus siglas en inglés), el mayor grupo en Estados Unidos en defensa de los derecho civiles de la comunidad LGBTQ, declaró el martes el estado de emergencia para las personas lesbianas, gays, bisexuales, transgénero y queer, y publicó "una guía para pasar a la acción" en la que denuncia las leyes a su juicio discriminatorias aprobadas en diferentes estados, y proporciona información sobre derechos, salud y seguridad.
La organización advierte sobre el actual clima político y afirma que las advertencias emitidas para no viajar a lugares que considera peligroso no son suficiente para ayudar a quienes ya viven en sitios hostiles para miembros de la comunidad.
La campaña, asegura la organización, responde a un aumento sin precedentes de leyes discriminatorias este año, con más de 525 proyectos legislativos presentados y 70 que ya han entrado en vigor en 2023, más del doble que el año anterior. En un reporte publicado el martes, titulado "Los estadounidenses LGBTQ+ bajo ataque", dice que estas nuevas leyes son resultado de un esfuerzo coordinado del Partido Republicano sufragado por "grupos extremistas bien financiados".
En su guía, titulada "Los estadounidenses LGBTQ+ responden a los ataques”, ofrece información sobre cómo presentar quejas por violaciones de los derechos civiles y apunta a recursos para financiar mudanzas y encontrar empleo en estados "más seguros".
En una sección titulada "Conoce a tu enemigo / oposición", la guía ofrece consejos sobre cómo convertirse en un activista local contra las iniciativas en contra de la comunidad, y cómo gestionar conversaciones complicadas sobre odio homófobo con familiares y amigos.
La guía espera ayudar a millones de personas vulnerables, "tanto si están planeando sus vacaciones de verano en regiones que se están convirtiendo cada vez más en hostiles a la gente LGBTQ+, o si ya viven en un estado donde los asaltos legislativos y el extremismo político siguen colocando una diana en nuestras espaldas", afirma en un comunicado Kelley Robinson, presidente de la organización.
La declaración de emergencia es la primera en los 40 años de historia de la organización, y se produce cuando legislaturas con mayoría republicana en todo el país han aprobado leyes en contra de personas por su identidad sexual o de género, incluidas varias que restringen los derechos de las personas transgénero (desde su cuidado médico hasta el acceso a los baños que les corresponden).
En Louisiana, por ejemplo, uno de los proyectos de ley a punto de aprobarse prohibiría en las escuelas primarias y secundarias que los empleados hablen sobre identidad de género y orientación sexual en las aulas, en la línea de la norma ya en vigor en Florida, bautizada por sus detractores como "No digas gay".